"Veréis con frecuencia que el más loco
se ríe con más ganas del que lo es menos"
ERASMO DE ROTTERDAM
Siempre me pareció orginal este título de John Casavettes,
"Una mujer bajo la influencia" (1.974). Os preguntaréis, ¿bajo qué influencia?. A veces el cóctel que supone la dura vida cotidiana, unido a un toque de locura latente, puede ser demasiado para una persona.
La magnífica Gena Rowlands, mujer de Casavettes y su musa y principal actriz, interpreta a Mabel, una ama de casa que empieza a manifestar síntomas de
trastorno bipolar. Como dice su marido, interpretado por Peter Falk ("Colombo") a un compañero de trabajo al comienzo de la película:
"
Mabel es una mujer delicada y sensible. No está loca. Ella es peculiar, pero no está loca, así que no digas que está loca. Ella cocina, cose, hace las camas, friega los baños... ¿Qué signo de locura hay en todo eso? No entiendo siempre lo que hace, eso he de admitirlo, pero lo que sé es que está loca por mi".
Su desequilibrio emocional, sus subidas y bajadas de ánimo cada vez son más frecuentes, cualquier pequeña decepción, como que su marido llegue más tarde de lo habitual un día que ha enviado a los niños a dormir con su abuela, llevan a Mabel a comportarse de manera errática y extraña para todos los que le rodean.
Su marido en un primer momento intenta no afrontar la evidencia, que cada vez es más clara a los ojos de los demás. La escena en la que él invita sin avisar a toda su cuadrilla de trabajo a su casa es un claro ejemplo de esto. La
locura de Mabel comienza a ser más y más evidente, hasta que su familia toma la difícil decisión de internarla. La escena del regreso a casa después de su estancia en el psiquiátrico es tremenda, la tensión se palpa en el ambiente:
- Lo siento mucho..
- No, ha sido mi culpa.
- No, retiré la silla y pensé que lo habías visto.
- Mira, cariño, todo el mundo se lo está pasando bien aquí, pero creo que os deberíamos dejar solos, para que te puedas relajar.
- Os quedaréis a cenar.
- Me quedaría a cenar... pero oh, es increíble. Si vais a hacer espaguetis no me puedo quedar.
- George.
- No me puedo quedar porque no los puedo comer.
- ¡Siéntate!
- No es por ofender. Símplemente no me gustan los espaguetis. No soy un hombre de espaguetis.
- ¡Siéntate, George!
- ¡No me digas que me siente!
- Papá.
- Hey.
- Ven aquí. Me sentaré contigo, papá.
- Siéntate donde quieras, cariño.
- Estoy muy feliz de ver a mi familia. ¿Estoy guapa, papá?
- Estás preciosa, cariño.
- ¿Crees que me pondré bien?
- Vas a estar bien. Muy bien. Mabel, cariño. ¿Por qué no vas a sentarte junto a tu madre? Ve a sentarte con tu madre, cielo.
- Ven, excusadnos un minuto.
- Ve, no te preocupes. Está bien.
- Estoy contigo, no hay nada que puedas hacer mal.
- No sé qué hacer.
- No hay nada que puedas hacer mal.
- No sé qué es lo que quieres.
- Símplemente que seas tú misma. Esta es tu casa, así que, ¡al diablo con ellos! ¡Con todos ellos!
- No sé qué hacer, no puedo.
- Sólo sé tú misma, tú misma.
- No puedo.
- Venga, sé feliz, venga, venga, venga. Venga. Eso es...
Como curiosidad os diré que las madres de Casavettes y Rowlands interpretan a la madre y suegra de la protagonista, respectivamente, cosa que también hacen en
"Minnie & Moskovitz" , en la escena en que las madres de Minnie (Rowlands) y Moskovitz presentan a sus respectivas madres. Se nota que a los Cassavetes les gustaba trabajar en familia.
En definitiva, se trata de una dura película que trata de forma muy realista el difícil tema de los trastornos mentales y de cómo afectan a las familias de los enfermos.
* Mañana jueves estaré por la noche en Bilbao, mi hermana toca con su grupo Las Furias en la final del Concurso de Rock de Villa de Bilbao, ¡deseadle suerte!