lunes, 31 de agosto de 2009

RESACA


"Cuando tienes resaca, de golpe te acuerdas de lo que ha pasado la noche anterior, los planchazos y las meteduras de pata que has cometido, la gente que has insultado, la cantidad de tonterías que pronunciaste y los secretos sobre ti mismo que soltaste, y entonces no tienes ganas de seguir viviendo; sólo cuando tienes resaca y piensas en el suicidio, de golpe se te ocurre la frase escondida... ¿qué será de ti? ¿y sabe qué?, ahora pienso que incluso lo de escribir es mi defensa contra el suicidio, como si escribiendo me escapara de mí mismo, escribiendo quizás podré contestar a la pregunta... qué será de mí, quién era y quién soy ahora mismo. "

BOHUMIL HRABAL "Bodas de casa"

* EDVARD MUNCH "Al día siguiente" (1.895)




jueves, 27 de agosto de 2009

LA BODA DE MURIEL



Este sábado se casa una amiga muy especial para mi, y me ha recordado una de mis películas favoritas sobre el tema,"La boda de Muriel" (1.994) de P.J. Hogan.

Muriel (una estupenda Toni Colette, que con posterioridad ha protagonizado grandes éxitos como "El sexto sentido" o "Pequeña Miss Sunshine") interpreta a toda una cenicienta moderna, un patito feo que se siente incomprendida entre su estrambótica familia y sus falsas amistades.

Muriel sólo encuentra consuelo en sus discos de ABBA y en el sueño de casarse algún día con un principe azul que nunca llega. Su familia no la entiende (es genial el monstruoso personaje de la hermana, que se pasa toda la película diciéndole "Eres mala, Muriel") y en una despedida de soltera, sus pretendidas amigas le dicen que ella nunca se casará. Afortunadamente de su lado estará Rhonda, una amiga que le animará a independizarse de sus padres, y a pensar que puede conseguir todo lo que se proponga.



Os dejo con la inolvidable escena en la que Muriel y su amiga Rhonda interpretan "Waterloo" de Abba:

martes, 25 de agosto de 2009

LAMPEDUSA





Estos días releo por segunda vez "El Gatopardo" de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, autor que puede entrar en la extraña categoría de aquellos escritores que sólo escribieron un único libro en vida, y que no lo llegaron a ver publicado. Su caso es similar al de John Kennedy Toole, autor de "La conjura de los necios" (aunque en aquel caso después del éxito obtenido con "La conjura..." le publicaron una novelita escrita a los 16 años, "La biblia de neón"), y si en el caso de Kennedy Toole fue el empeño de su protectora madre el que consiguió que la novela fuera publicada veinte años después de haber sido escrita (y diez años después del suicidio de su autor), en el caso de Lampedusa, fue gracias a su esposa, Alessandra Wolff Stomersee, una reconocida psicoanalista letona, que la obra de toda una vida conseguió ser publicada un año después de su muerte, cumpliendo así el deseo que Lampedusa dejó escrito:

Quiero que se den todos los pasos para publicar "El gatopardo", no es necesario decirlo, aunque eso no signifique que se publique a costa de mis herederos; consideraría eso una gran humillación”. G.T. DI LAMPEDUSA

Lampedusa junto a su mujer


Previamente, la novela había sido rechazada en vida de Lampedusa por las editoriales Einaudi y Mondadori, para gran desesperación del siciliano, pero el manuscrito llegó a manos del escritor Giorgio Bassani, que trabajaba para la Editorial Feltrinelli y éste no dudó en publicarlo, un año después se había convertido en el primer best seller italiano, con más de 50 ediciones vendidas.

Así fue como la casualidad unió de nuevo a Lampedusa y Bassani, ya que, como él mismo contó en el prólogo que precede a la obra, en el verano de 1954, Lampedusa acudió junto a su primo, el poeta Lucio Piccolo, a un encuentro literario en San Pellegrino Terme, al que Bassani también estaba invitado. Se dice que este encuentro fue decisivo para que Lampedusa se animara a escribir la obra de su vida.

Según le contó a Bassani la mujer de Lampedusa: “hace 25 años que me anunció que quería escribir una novela histórica, ambientada en Sicilia en la época del desembarco de Garibaldi en Marsala, girando en torno de su bisabuelo paterno, Giulio di Lampedusa –astrónomo–. Pensaba en ella continuamente, pero nunca se decidía a empezarla”.

En el prólogo, Bassani describe así a Lampedusa: “Era un caballero alto, corpulento, taciturno, de rostro pálido, con esa palidez gri- sácea de los meridionales de piel oscura. (…) Uno lo habría tomado, ¡yo que sé!, por un general de la reserva o algo semejante. (…) Silencioso siempre, siempre con el mismo rictus amargo en los labios. Cuando me presentaron a él, se limitó a inclinarse brevemente sin decir nada”.

La novela fue escrita durante los dos años siguientes: 1955 y 1956. En una carta dirigida a un amigo, el autor se confiesa: “De más está decirte que el príncipe de Salina es el príncipe de Lampedusa, mi bisabuelo Giulio Fabricio. Cada cosa es real: su estatura, su matematismo, su falsa violencia, su escepticismo, su esposa, su madre alemana, su rechazo de la senaduría”.

lunes, 24 de agosto de 2009

EL VERANO


El verano. Los pájaros derretidos en pleno vuelo, caen, como plomo hirviente, sobre las cabezas de los arriesgados transeúntes, matándolos al momento.

El verano. La isla, como un pez de metal alargado, centellea y lanza destellos y vapores ígneos que fulminan.

El verano. El mar ha comenzado a evaporarse, y una nube azulosa y candente cubre toda la ciudad.

El verano. La gente, dando voces estentóreas, corre hasta la laguna central, zambulléndose entre sus aguas caldeadas y empastándose con fango toda la piel, para que no se le desprenda el cuerpo.

El verano. Las mujeres, en el centro de la calle, empiezan a desnudarse, y echan a correr sobre los adoquines que sueltan chispas y espejean.

El verano. Yo, dentro del morro, brinco de un lado a otro. Me asomo entre la reja y miro al puerto hirviendo. Y me pongo a gritar que me lancen de cabeza al mar.

El verano. La fiebre del calor ha puesto de mala sangre a los carceleros que, molestos por mis gritos, entran a mi celda y me muelen a golpes. Pido a Dios que me conceda una prueba de su existencia mandándome la muerte. Pero dudo que me oiga. De estar Dios aquí se hubiera vuelto loco.

El verano. Las paredes de mi celda van cambiando de color, y de rosado pasan a rojo, y de rojo al rojo vino, y de rojo vino a negro brillante... el suelo empieza también a brillar como un espejo, y del techo se desprenden las primeras chispas. Solo dándole brincos me puedo sostener, pero en cuanto vuelvo a apoyar los pies siento que se me achicharran. Doy brincos. Doy brincos. Doy brincos.

El verano. Al fin el calor derrite los barrotes de mi celda, y salgo de este horno al rojo, dejando parte de mi cuerpo chamuscado entre los bordes de la ventana, donde el aceite derretido aun reverbera.

REYNALDO ARENAS "El mundo alucinante".


viernes, 21 de agosto de 2009

DEXYS MIDNIGHT RUNNERS


COME ON EILEEN


* Os deseo un feliz fin de semana al son de dos clásicos de los 80 de los Dexy´s Midnight Runners.


LET´S MAKE THIS PRECIOUS

jueves, 20 de agosto de 2009

LA MALETA DE PENÓN




* Hay gente que lo arriesga todo en la búsqueda de la verdad. Agustín Penón era una de esas personas. Gracias a él y a su valentía hoy sabemos (cuando se cumplen exactamente setenta y tres años del hecho atroz de su muerte) las circunstancias que rodearon el asesinato del poeta Federico García Lorca.

El pasado martes, en conmemoración de dicha fecha, la 2 volvió a emitir en Documentos Tv el reportaje titulado "La maleta de Penón" (podéis ver el reportaje completo aquí). El documental se centra en la investigación llevada a cabo por el escritor catalán (nacionalizado estadounidense debido a que junto con su familia tuvo que exiliarse debido a la Guerra Civil Española) durante los años 1.955 y 1.956 en Granada. En aquella difícil época, viajó Penón junto a su amigo, el dramaturgo William Layton a España, y movido por una intensa curiosidad, se instaló en Granada, logrando introducirse en los círculos adecuados (especialmente los de la familia Rosales y autoridades falangistas de la ciudad) de tal manera que, con mucha paciencia y no sin miedo, logró recabar información suficiente sobre las causas de la detención de Lorca, las circunstancias que rodearon a su breve privación de libertad, cuándo tuvo lugar su detención (y quien la llevó a cabo) y teorías sobre la localización de su cadáver. Si bien Penón era consciente de que trabajaba con un material de difícil publicación en la época, no cejó en su empeño de esclarecer los hechos, empleando su fortuna en dicha tarea. Ian Gibson reconoce en el reportaje que, cuando con gran dificultad se encaró frente a frente para entrevistar al que se considera como principal responsable de la muerte de Lorca, el falangista Ruiz Alonso (curiosamente padre de las actrices Emma Penella y Terele Pávez, que cambiaron su apellido para que no se les relacionase con él) éste le comentó que tan sólo otra persona, diez años antes, se había atrevido a preguntarle por el tema, Penón: "Es usted la segunda persona que se atreve a preguntarme por eso. El primero fue un mariquita americano".

Agustín Penón abandonó España en 1.956, con una maleta llena de material de investigación sobre el tema, que en vida no se atrevió a publicar. Dicha maleta, como todas sus pertenencias, fueron legadas a su muerte (acaecida en 1.976) a su gran amigo, William Layton, que a su vez, al fallecer, dejó en herencia a una común amiga granadina, la escritora Marta Osorio.

Afortunadamente, la intensa labor investigadora de Penón no cayó en saco roto, y fue recopilada en primer lugar por el hispanista lorquiano por excelencia, Ian Gibson en su libro ‘Agustín Penón. Diario de una búsqueda lorquiana, 1955-56’, y posteriormente por la propia depositaria de dicha investigación, Marta Osorio en el libro ‘Miedo, olvido y fantasía. Agustín Penón, crónica de su investigación sobre Federico García Lorca’.



Agustín Penón

EL CRIMEN

Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas, de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico.
-sangre en la frente y plomo en las entrañas-.
…Que fue en Granada el crimen
sabed -¡pobre Granada!-, en su Granada…

ANTONIO MACHADO

miércoles, 19 de agosto de 2009

DAFOE Y URGULL


" Como era de esperar, la proyección de "La última tentación de Cristo" despertó todas las curiosidades, y el actor Willem Dafoe, que obtuvo un éxito personal con su interpretación, dio una animada rueda de prensa. Parecía divertirse y mientras se proyectaba la película se dio un garbeo por algunas discotecas. Estaba empeñado en ligar: "Le llevaré a Ku, puede que encuentre algo interesante", propuso Tito García,"el magras", ya involucrado en el Festival como relaciones públicas de la noche. Cuando fui a rescatarles al acercarse la hora de regresar al teatro a recibir los aplausos del público, Tito me miró desconsolado mostrándome con un gesto el insólito panorama. Dafoe, encerrado en un rincón exclusivo para Vips, miraba goloso a las mil jovencitas y no tan jovencitas que frente a él, a su vez, le contemplaban con el mismo deseo, como si les separara un muro de cristal. Miraditas, sonrisitas, meneitos, coqueteos, pero sin hablarse. Al verme, Dafoe se me abalanzó: "¡Quiero conocer algunas mujeres!". Argüía que nos habíamos caído bien, y que yo, con mi sonrisa de gato, debía ayudarle a que alguna de aquellas chicas se decidiera. Regresamos al teatro, hizo su trabajo dócilmente, se impacientó con el aurresku y volvió a la carga: "Let´s go to Ku!".

Titu tuvo una idea estupenda: "Primero, un canuto". Desde lo alto del monte Igeldo, cerca de la dichosa discoteca, Dafoe tenía la mirada fija en la imagen de ese Cristo que corona el monte vecino dominando la ciudad: "¿Es así como promocionáis en este Festival las películas...? ¡Sois grandiosos!" Aquel ataque de risa es inolvidable. Nos retorcíamos, nos contagiábamos, no había fin. Dafoe nos miraba sorprendido al principio, pero se sumó pronto a nuestras risas al reconocer su disparate. Nos mirábamos y nos reíamos aún más, nos apartábamos y cada carcajada aislada en la distancia nos provocaba mayores risas. No sé el tiempo que duró aquello, pero se le olvidaron las ganas de volver a la disco."

DIEGO GALÁN "Jack Lemmon nunca cenó aquí".


 
Free counter and web stats