La Retrospectiva dedicada a la guionista y dramaturga Lillian Hellman en el pasado Festival de Cine de San Sebastián, se inició con su primera participación en un guión, en concreto en la película "El ángel de las tinieblas", dirigida en 1.935 por Sidney Franklin.
El productor Samuel Goldwyn, en su particular carrera para impulsar el cine sonoro en la transición desde el cine mudo, encargó a Lillian Hellman y a Mordaunt Shairp que adaptaran un éxito de cine mudo producido por él 10 años antes de igual título, basada en una obra de teatro de Guy Bolton.
El gran magnate del cine, con el que Hellman inició una relación profesional tirante durante varios años, es descrito por ella en su biografía "Pentimento" de la siguiente manera:
"Creo que Mr. Goldwyn rondaba los cincuenta años cuando le conocí, pero era un hombre tan fuerte y elástico, que no tuve conciencia de su edad durante muchos años. Era, como la mayoría de los tipos brillantes, duros, bruscos, que vieron por primera vez las posibilidades del cine, un hombre poderoso. A menudo su poder subía a un grado inexplicable de pánico y furia cuando estaba molesto y contrariado, y a los pocos minutos podía bajar para hablar en susurros, dolido como un clérigo loco que se quejara de que Dios le había abandonado."








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