"Todas las calles de
Nueva York terminan en un río. Durante muchos años, las orillas sucias del East
River estuvieron repletas de las casas de vecindad de los pobres. Luego, los
ricos, al descubrir que el tráfico fluvial era pintoresco, trasladaron sus casas
hacia el este. Y ahora las terrazas de estos grandes edificios de apartamentos
miran hacia las ventanas de los pobres."
Con esta declaración de intenciones (y un maravilloso plano
cenital descendente de Gregg
Toland) comienza la película "Dead End/Calle sin salida")
dirigida en 1.937 por William Wyler.
Wyler y el productor Samuel Godlwyn habían visto en 1935 en Broadway la obra de teatro "Dead End" de Sidney Kingsley, un drama social ambientado en la Gran Depresión, que duró casi 700 representaciones en cartel. Goldwyn compró los derechos de la obra y lo primero que pensó es que quería producirla en Hollywood.

Pensando que el casting inicial de Broadway sería difícil superar, Goldwyn propuso a los denominados Dead End Kids (los seis actores jóvenes que habían perfeccionado sus papeles tras dos años consecutivos de estar en cartel), que se trasladaran a Hollywood para rodar la película, lo que supuso el comienzo de una carrera en el cine para todos ellos.
En cuanto a la película, su acción se desarrolla en una sola noche. Vemos a una pandilla de chicos del barrio (los “Dead End Kids”) y a la generación anterior a estos jóvenes que está representada por Dave (Joel McCrea que ya había trabajado con Wyler en “Esos tres”) y "Baby Face" Martin (Humphrey Bogart).
Dave ha luchado durante años para convertirse en
arquitecto, pensando que la educación y una carrera son la salida directa del
barrio, pero el país está en plena crisis económica y no es fácil salir
adelante. Sin embargo, no está en el carácter de Dave perder la esperanza ni
rendirse con los niños del vecindario.
Por otro lado, "Baby Face" Martin es uno
de los gánsteres más buscados del país, que regresa a su barrio en busca de su
inocencia perdida hace tanto tiempo. No encontrará el consuelo que busca ni en
su madre, ni en su primer amor, una chica del barrio que ahora se dedica a la
prostitución.

Dave Collins: "¿Qué oportunidad tienen los chicos del barrio contra todo esto? Tienen que luchar por un lugar para jugar, luchar por un poquito más de comida, luchar por todo. Se acostumbran a luchar. Enemigos de la sociedad, dicen en los periódicos. ¿Por qué no? ¿Qué tienen para ser tan amigables?"
Drina Gordon: "A ti no te hizo esas cosas."
Dave: "¿No? Bueno, a mí sí me hizo lo suficiente, a la inversa. A ellos los obligó a aceptarlo y a endurecerse. A mí me convirtió en un tonto. Pasé mi vida soñando con derribar estos lugares. Bueno, hoy me di cuenta. Me vi a mí mismo y a estos agujeros podridos en los que vivimos a través de los ojos de otra persona. Quise derribarlos con mis dedos."
Drina: "Sí, siempre hablabas de eso... de cómo ibas a derribar todo esto y todos los otros lugares como ellos. De cómo ibas a construir un mundo decente donde la gente pudiera vivir decentemente y ser decente. Pero ahora los quieres derribar solo para que ella no los vea porque no son bonitos para que ella los vea. Todo lo que significa para ti ahora es si la consigues o no a ella. Bueno, ve y consíguela. Y olvídate de todo esto. Y si puedes olvidarlo, ¡es para lo único que serviste desde el principio!"
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* JEZABEL

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