domingo, 28 de mayo de 2006

LA CONJURA DE LOS NECIOS


Hoy voy a hablar del que sin duda es uno de mis libros favoritos (mío y de mucha gente que conozco), "La conjura de los necios" de John Kennedy Toole. La historia de cómo su autor recibió el Premio Pulizter, 10 años después de su suicidio es realmente triste. Kennedy Toole, frustrado ante su empeño de que alguna editorial le publicada la novela (varias la rechazaron por considerarla "irreverente" y "sucia" ) y supongo que debido a sus propios problemas personales, puso fin a su vida asfixiandose en su propio coche . Su madre, Thelma, decidida a que el mundo conociera esta novela y reconociera a su hijo, consiguió finalmente su publicación, y en 1.981 (casi 20 años después de haber sido escrita) recogió el Premio Pulitzer en su nombre.


Quizás su venganza póstuma esté expresada en la genial cita que abre el libro, de Jonathan Swift:

“Cuando en el mundo aparece un verdadero genio, puede identificársele por este signo: todos los necios se conjuran contra él.”

Y qué decir de Ignatius Reilly, su protagonista. Vive en una época que no es la suya (en la que según él, brillan por su ausencia la Teología, la Geometría, el Buen Gusto y la Decencia), añora el oscurantismo de la Edad Media que no ha conocido, comparte casa con su alcohólica madre y precisamente por culpa de un accidente que tienen cuando ella conduce borracha se ve obligado a abandonar su pequeño mundo y buscar un trabajo para pagar los daños. Como si de un Henry Chinaski se tratara, Ignatius va de un trabajo a otro viéndose envuelto en las situaciones más inverosímiles.


Es un libro que puede hacerte llorar de risa ( a mi me gusta especialmente la parte en la que Ignatius protagoniza una huelga en la fábrica), pero que también deprime a ratos,por el patetismo de sus protagonistas, a más de un amigo al que se lo he dejado me ha dicho que hasta le ha puesto triste.

Aquí va un pequeño fragmento:

"Soy capaz de tantas cosas y no se dan cuenta. O no quieren darse cuenta. O hacen todo lo posible por no darse cuenta. Necedades. Dicen que la vida se puede recorrer por dos caminos: el bueno y el malo. Yo no creo eso. Yo más bien creo que son tres: el bueno, el malo y el que te dejan recorrer. El bueno lo he intentado andar y no me ha ido bien. Juro que ha sido así. De pequeño hice todo lo que consideré correcto y lo que está bendita New Orleáns, con sus acordes de ébano y sus insoportables chaquetas a rayas me inducía a hacer. Estudié profundamente y traté de trasladar mis conocimientos con pasión. Los estudiantes saben eso. También escribí encerrado en un pequeño mundo cuarto juntando frases, frustrándome ante las huidizas buenas palabras y las no menos resbaladizas imágenes, comparaciones, situaciones, personajes, diálogos. Asumí estar en ese camino porque es ese el modo como se consiguen los sueños. Al menos eso creía hasta un día, cuando tenía todo acabado y faltaba la confirmación de que había decidido bien, no hubo recompensa. No hubo zanahoria, Ahí me di cuenta de que ya estaba caminando, lejos de mi voluntad, por la otra senda. Esa que no es la buena ni la mala. Porque está claro que la buena es buena porque es una opción propia. La mala es mala porque también es tu opción. Pero la otra no es algo que hayas escogido, por lo cual no pueden decir que es ciertamente buena o ciertamente mala. Es ciertamente ajena, impropia. Por ese camino involuntario caminé, llevado de las narices, arrastrado como un palo sin poder animarme. Tuve que resignarme a ser como ellos me ordenaban, a aceptar sus juicios y sus rechazos. A comprobar una vez más que no todos pueden ver más allá de su aliento. A ser víctima de un sistema que hace de gente como yo infelices zombies o incomprendidos. Y hay que tener el espíritu muy bien templado, tal vez como acero damasquino o más, para afrontar semejante fuerza. "

JOHN KENNEDY TOOLE

4 comentarios:

atikus dijo...

Es uno de mis libros favoritos, y sin que se enfade un buen amigo, ignatius me recuerda a un compañero de blogs y uno de mis mas apreciados colegas de siempre, salvando las distancias jeje..

desconvencida dijo...

Mientras no te recuerde a él físicamente , jajajaja...

Ignatius es un inconformista nato, así que tu amigo se puede tomar la comparación como un piropo ;)

Anónimo dijo...

Perdona, me interesa muchísimo una cosa. Estoy escribiendo un ensayo y me interesa poner parte de ese fragmento en el libro. Tengo "La Conjura de los necios" y no soy capaz de encontrar el fragmento que tú has puesto. ¿Me podrías decir el capítulo? Por favor, es muy importante.
Gracias.

Jordi.

desconvencida dijo...

Jordi, he leído tus mensajes hoy, lo lamento mucho pero no tengo el libro en casa, se lo presté a una amiga el año pasado y no me lo ha devuelto, lamento no poder ayudarte :(

 
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