A pesar de triunfar en Hollywood no se sentía cómoda con el Star System, sino más bien utilizada por él, y eso le llevó a intentar la carrera teatral, pero fracasó en ella a la vez que terminaba su relación con el dramaturgo Clifford Odets. A raiz de esa ruptura, Frances entra en una espiral de depresión, alcoholismo y desesperación que le lleva a protagonizar varios altercados, es detenida por conducir borracha y por pegar a una maquilladora y condenada a 180 días de cárcel (sin la asistencia de un abogado). A partir de esos hechos su vida va cuesta abajo, es internada en varios sanatorios y su tutela es otorgada a su asfixiante y manipuladora madre. El tratamiento al que le someten es inhumano: inyecciones de insulina humana, baños de hielo, electroshock, hasta llegar a la lobotomía, por no hablar de las violaciones por parte de enfermeros y de marines que eran colados ilegalmente en el sanatorio a cambio de dinero... En fin, si Frances no estaba loca antes, está claro que algo así puede acabar con la cordura de cualquiera. Más de siete años estuvo entrando y saliendo de sanatorios hasta que finalmente pudo recoger los pedazos que quedaban de su vida e intentar rehacerla, pero ya nunca podría retomar su carrera.
*Mención aparte merece en la película el papel del amigo de Frances, Harry York (interpretado por el también escritor Sam Shepard, que en el rodaje conoció a Jessica Lange y ya nunca más se separó de ella) que aparece como una presencia constante en su vida- a modo de ángel de la guarda o caballero andante- un amigo y amante leal y sincero que rescata a Frances Farmer de las situaciones más complicadas. Lástima que sea un personaje totalmente ficticio y que la verdadera Frances nunca tuviera una figura así a su lado,y falleciera completamente sola a la edad de 56 años.
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