El pasado 28 de Abril falleció la poetisa uruguaya Idea Vilarino (debía su curioso nombre a su padre, el poeta anarquista Leandro Vilariño, que llamó a sus otros hijos Alma, Azul, Poema y Numen). Si bien durante su vida se dedicó también a la traducción y a la composición musical, fue especialmente reconocida por sus poemas:
"Escribir poesía es el acto más privado de mi vida realizado siempre en el colmo de la soledad y del ensimismamiento, realizado para nadie, para nada. A menudo, a la mañana siguiente lo olvidé y pueden pasar meses antes que encuentre esas líneas, el poema escrito de una vez, aunque a veces seguidas. Y, por supuesto, salvo raras excepciones, no lo muestro; en algún caso, por años."
Precisamente, los poemas que le hicieron más conocida fueron aquellos más íntimos, en los que plasmó su complicada y convulsa relación con el escritor Juan Carlos Onetti, de quien dijo:
"Es el último hombre de quien debí enamorarme porque éramos lo más imposible de ligar que había. Nunca entendió el ABC de mi vida, nunca me entendió como ser humano, como persona. Y así teníamos nuestros grandes desencuentros. Si yo hablaba de algo sumamente delicado él me salía con una barbaridad. Decía cosas que me hacían echarlo, imposibles de soportar. Todavía me pregunto por qué aguanté tanto, por qué volví tantas veces. Nos peleábamos y volvíamos a juntarnos, lo echaba, regresaba. Una noche me llamó desesperado para que fuera a verlo. Yo estaba con alguien que me amaba y lo dejé por ir a pasar una noche con él. Y recuerdo que lo único que hicimos fue ponernos de espalda, leyendo un libro él, y yo otro. A la mañana siguiente le agarré la cara y le dije: sos un burro Onetti, sos un perro, sos una bestia. Y me fui”.
Prueba de ello es este brutal poema que le dedicó tras su ruptura definitiva:
YA NO
Ya no será,
ya no viviremos juntos, no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa, no te tendré de noche
no te besaré al irme, nunca sabrás quien fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber por qué ni cómo, nunca
ni si era de verdad lo que dijiste que era,
ni quién fuiste, ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido vivir juntos,
querernos, esperarnos, estar.
Ya no soy más que yo para siempre y tú
Ya no serás para mí más que tú.
Ya no estás en un día futuro
no sabré dónde vives, con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca como esa noche, nunca.
No volveré a tocarte. No te veré morir.
IDEA VILARIÑO
13 comentarios:
y es que Onetti debía ser un tipo muy complicado, un tipo capaz los últimos años de su vida recluido en su casa, en su cama casi siempre, y sus libros claro...
el nombre Idea, sólo lo puede poner un anarquista...
¡sus novelas policiacas!
La Vilariño tenía que haberse llamado Poema, ¿no, alain? También me gusta el nombre de Alma...
luego también están Acracia, Liberto, Germinal, etc...
Descubrí este poema demoledor en el blog de Eva. Allí dice que esta mujer se consideraba discípula, entre otros, de Pedro Salinas, uno de mis poetas de cabecera. A Emi, que la descubrió a través de mi blog, también le ha encantado y ayer se manifestaba dispuesta a comprar inmediatamente sus libros.
Me pasa como a Koolau, descubrí este poema a través de Eva Humo, de Letras Desvestidas, y es una pasada.
Me fue inevitable vincularlo a Mario Benedetti, que está pasandolo realmente mal en el Hospital de Montevideo
Si, nuestras letras pasan muy mal momento.
Quiero acercar el nombre de otra poetiza uruguaya: Marosa di Giorgio (1932-2004). La rosa mística, Papeles salvajes, Flor de Lis.
Saludos desde el sur, ana
Otra belleza de Idea:
Hoy que el tiempo ya pasó,
hoy que ya pasó la vida,
hoy que me río si pienso,
hoy que olvidé aquellos días,
no sé por qué me despierto
algunas noches vacías
oyendo una voz que canta
y que, tal vez, es la mía.
Quisiera morir –ahora– de amor,
para que supieras
cómo y cuánto te quería,
quisiera morir, quisiera… de amor,
para que supieras…
Algunas noches de paz,
–si es que las hay todavía–
pasando como sin mí
por esas calles vacías,
entre la sombra acechante
y un triste olor de glicinas,
escucho una voz que canta
y que, tal vez, es la mía.
Quisiera morir –ahora– de amor,
para que supieras
cómo y cuánto te quería;
quisiera morir, quisiera… de amor,
para que supieras…
Verdaderamente tremendo. Me ha dejado KO a estas horas. Menuda forma de terminar el día. Besos, D.
Desconvencida,
el mismo poema de la misma poetisa lo descubrí recientemente en el blog de Eva(letras desvestidas) y me gustó mucho.Lo mejor de la globosfera sacar del olvido o el desconocimiento,todos esos poetas,escritores,cantantes,actores...que merecen ser disfrutad@s.
Me alegra que a todos os haya gustado el poema (¡qué despiste!, con la semana de curro que tuve antes del puente no me pasé por otros blogs, y no vi que ya lo había puesto Eva...), es curioso cómo a veces el fallecimiento de alguien le trae de nuevo a la vida pública, pero cualquier ocasión es buena para redescubrir a un artista que merezca la pena...
Ana, mil gracias por la recomendación, tomo nota...
Matilde, gracias por ese precioso poema...
este poema me ha dejado helada. justo así se dice, no se puede hacer mejor.
Gracias! siempre que te visito sé que descubriré algo que hace que todo cambie un poco.
un beso.
Querida:
Te leo siempre desde Uruguay. Gracias, gracias, gracias, por el post y por la refinada persistencia en sostener las cosas del espíritu. Magnífico blog; de lo mejor que se publica en la web.
*A tua nena, gracias por tus palabras, otro beso para ti!!
*Anónimo, seas hombre o mujer, en primer lugar bienvenido, y te agradezco mucho el comentario, que es muy valorado viniendo de tan lejos, y comentando en un post sobre una compatriota... espero que te animes a comentar más aquí. Besos
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