martes, 25 de octubre de 2005

DARÍO FO

Ayer tuve la oportunidad de ver "No hay ladrón que por bien no venga" de Darío Fo en el Teatro Gayarre, dirigida por Jose María Asín que tan bien ha interpretado varios monólogos de Fo en otras ocasiones. Era una obra menor, una comedia con algún toque surrealista que escribió al comienzo de su carrera como dramaturgo. Yo me quedo con su obra posterior, más comprometida:

"Pero sobre todo quisiera dedicarme a los que esta noche no están…Y si están,
están bien enmascarados y escondidos. Me refiero a aquellos espectadores que
solamente se ríen si están bien seguros de que se ironiza sobre los demás, los
otros, y no importa qué otros. Si se parodia a los que hablan de un modo
distinto o a los que llegan de un país distinto, que tienen otro olor, otra
transpiración, otro color, desde la cabeza a los pies, y gritar: ¡Ándate a tu
país! ¿Por qué no te vas a tu casa? Y si les tiras una piedra o los molés a
palos, ¡mejor! Esos que en cada oportunidad dicen: nosotros somos de otra raza,
fina, superior. ¡Somos los mejores! Los más inteligentes, los más pícaros. ¡La
tenemos más larga! En fin, estoy hablando de los imbéciles, que son una raza muy
numerosa. Los imbéciles que a cada momento levantan banderas y cantan himnos, y
que están convencidos de que están haciendo “la historia”. Y se tiran contra
cualquiera que esté del otro lado del río. Los imbéciles son aquellos que no
saben escuchar otros discursos que no sean los propios discursos. Los imbéciles
que aplauden cada picardía, que dicen: este nuevo caudillo es un ladrón más,
pero si roba para él, ¡nos va a dejar robar un poco a nosotros! ¡Los imbéciles
producen desastres tremendos y no se enteran de nada! Y quiero concluir que yo,
personalmente prefiero mucho más a los delincuentes de profesión que a los
imbéciles normales. Por que los delincuentes, de vez en cuando descansan…¡Los
imbéciles jamás!"

Darío Fo, "El diablo con tetas"

2 comentarios:

pazzos dijo...

Tuve el privilegio de ver, hace ya 20 años, a Darío Fo en un teatro de mi ciudad. Sólo él sobre el escenario. Con pantalón y jersey negro. Con la distancia que marca el que su dialogo era traducido por una intérprete que estaba en un lateral del escenario. Sin usar ningún objeto. Sólo su voz.
En mi vida me he reído tanto.
Y no exagero ni tantito así.


Te recomiendo, si no la has leído, su obra "Aquí no paga nadie" Hilarante.

desconvencida dijo...

Todo un privilegio, sí, no había leído este mensaje hasta hoy, me encantaría verle en directo algún día...

 
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