miércoles, 30 de septiembre de 2009

ISAK DINESEN Y MARILYN MONROE


"Cuando en 1959 visitó por primera vez América, el país en el que sus libros habían tenido más éxito y consideración, su figura llegó precedida de rumores y misterios inacabables: ella es en realidad un hombre, él es en realidad una mujer, Isak Dinesen son dos, hermano y hermana, Isak Dinesen vivió en Boston en 1870, ella es en realidad parisina, él vive en Elsinore, ella pasa la mayor parte del tiempo en Londres, ella es una monja, él es muy hospitalario y recibe a jóvenes escritores, es difícil verla y vive como una reclusa, ella escribe en francés; no, en inglés; no, en danés; no, en... Cuando por fin se la vio, en las numerosas fiestas a que fue invitada y en las sesiones públicas y multitudinarias en las que relataba sus cuentos de viva voz sin ayudarse ni de un guión, se supo que era una anciana frágil y extravagante, llena de arrugas y con brazos como cerillas, vestida de negro, con turbantes en la cabeza, diamantes en las orejas y grandes cantidades de khôl alrededor de los ojos. Sin embargo, la leyenda continuó, aunque por cauces más concretos: según los americanos, sólo se alimentaba de ostras y champagne, lo cual no era exacto, pues también admitía de vez en cuando gambas, espárragos, uvas y té.

Cuando Isak Dinesen expresó su deseo de conocer a Marilyn Monroe, la novelista Carson McCullers pudo arreglar un encuentro, y, en un famoso almuerzo, las tres mujeres mencionadas compartieron la mesa con Arthur Miller, el marido por antonomasia, quien, sorprendido por las costumbres de la Baronesa, le preguntó qué médico le había impuesto semejante régimen de ostras y champagne. Cuentan que la mirada de desprecio de Isak Dinesen no se había visto nunca en aquel país: "¿Médico?", dijo. "Los médicos están horrorizados, pero a mí me encanta el champagne y me encantan las ostras y me sientan bien." Miller aún se atrevió a decir algo sobre las proteínas, y al parecer la nueva mirada de desprecio es seguro que no volverá a verse en suelo americano: "No sé nada de eso", fue la respuesta, "pero soy vieja y como lo que quiero". Con Marilyn Monroe la Baronesa se llevó mucho mejor.

JAVIER MARÍAS "Vidas escritas. Isak Dinesen en la vejez".



* Ambas imágenes fueron tomadas el 5 de Febrero de 1.959, durante el almuerzo que se menciona en el texto.

* Otros post sobre Isak Dinesen:

ISAK DINESEN
EL FESTIN DE BABETTE
MEMORIAS DE ÁFRICA

7 comentarios:

MK dijo...

Mmmm....creo que me decantaré por las gambas ,el jamón de bellota el Verdejo y el parmesano.
Y nada más !.

desconvencida dijo...

¡y nada menos! ¡quien necesita más! :)

OPIÜM dijo...

Hola!.
Es genial este post...vaya con la Dinesen!!que dieta tan exclusiva!jeje.
Un saludo!

desconvencida dijo...

jaja, Opiüm... seguro que terminó sus días un poco menos rica, pero feliz (y eso sí, delgadísima)....

troyana dijo...

Igual no hay que esperar a viejos para dejar de ser esclavos de las dietas y comer sencillamente lo que nuestro cuerpo nos pida y le siente bien;)Me quedo con el queso en todas sus variedades!
bss

atikus dijo...

Yo odio las ostras ...pero por estar con la monroe me comeria una docena jajajaja!!!...eso si me beberia dos botellas de champagne para pasarlas (en el zapatito de ella...aiss que me pongo a cien!!!!)

no pongas estos post que me descentro y me quedo con la mente en blanco, ea ya no puedo currar!!!

bsstos

desconvencida dijo...

* troyana, se lo dices a una queso-adicta!!! El queso, en todas sus variedades posibles es mi perdición, no podría vivir sin él :)

* atikus, los post sobre Marilyn van dedicados especialmente a ti, ya sé que es tu debilidad ;)

 
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