martes, 17 de octubre de 2006

GÍGLICO


Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente su orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, las esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentía balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.

JULIO CORTÁZAR "Rayuela" Capítulo 68

* No puedo evitarlo, siempre que leo este capítulo de "Rayuela" escrito en gíglico (idioma inventado por él) me entra la risa, qué imaginación la del gran cronopio, sin duda es uno de los textos más eróticos que he leído nunca.

15 comentarios:

desconvencida dijo...

Me encantan las coincidencias, dopel-dobel, y no me extraña que te fijaras en este texto de Cortázar, al igual que él a ti te gusta transformar el lenguaje, para ambos las palabras son algo "elástico" y eso es divertido, todos deveríamos usar la imaginación más a menudo...

Anónimo dijo...

No, si al final tendré que leer "Rayuela", aunque sólo sea por comprender la pasión de los que la amaís incondicionalmente.

Tendré que quitarle las telarañas. Hace años que retraso su lectura. Por alguna razón, leerlo, me produce un gran respeto que degenera en pereza.

No tengo perdón, lo sé.

El detective amaestrado dijo...

A esto me refiero cuando hablo de la magia del lenguaje...Es una auténtica maravilla hiperbólica...Siempre me pregunté cómo lo volcarían los pobres traductores a otros idiomas...Diana otra vez, desconvencida, y van unas cuantas decenas

desconvencida dijo...

Alex, no te lo tendremos en cuenta :P , jajaja, en serio, en parte te entiendo, a mi me costó muchos año acercarme a "Rayuela", al principio leía capítulos sueltos, siguiendo el orden cortazariano o símplemente al azar, y me daba cuenta de que no era una novela fácil de leer, pero ya sabes, cada libro tiene su momento, ya encontrarás el "vuestro"...

Detective, lo de los traductores ya lo pensé también, jajaja, tiene que ser una locura intentar traducir este capítulo al kazajo, por ejemplo,jajaja, supongo que será cuestión de echar mano de la imaginación, una vez más...
Ah, y también me alegro de las coincidencias en gustos contigo ;)

conde-duque dijo...

Pues yo no he debido encontrar mi momento para Rayuela. Me gustan mucho algunos relatos de Cortázar, pero con este libro no puedo... Eso sí, lo que has puesto hoy está gracioso...

Anónimo dijo...

Lo de Descon y la telepatia...da cómo para estudiarlo bajo el prisma del psicoanálisis jungniano y todo .Subconsciente colectivo? Empatía? Dios los cría y ellos se juntan?...Ya he dejado de preguntármelo.Lo disfruto...simplemente. A mi me ha pasado infinidad de veces . Abrir el blog y encontrarte con algo que escasos días o incluso horas antes había pasado por mi vida . Es un entrañable "dejá vú" al que ya me tienes enganchada querida amiga. Ese "D´ont Come Knocking"...que decir... Y "Rayuela" ya és un viejo tema , verdad? Alex. Usted , y precisamente por lo que le he leido, debería leerse este libro...aunque bien mirado , quizás no le séa tan imprescindible...usted , también se cayó en la marmita de pequeño..si mucho no me equivoco..

desconvencida dijo...

Conde-duque, ya lo encontrarás, o quizás no lo encuentres nunca, quien sabe...

Mary Kate, siempre me haces sonreir :D, y eso, en un día gris como este es conseguir mucho...

Paula dijo...

Madre mía qué semana llevo con Cortázar

¿será una señal???

Muy bueno el texto, si señor

hace sonreir

Anónimo dijo...

Tengo que pillar rayuela de una vez.
Hace una semana visité una exposición de fotos y cartas de Cortazar aquí en Santiago (su primera esposa, de origen gallego, ha donado todo su archivo fotográfico y epistolar a no se cual entidad gallega). Una gozada, sobre todo leer cartas de su puño y letra...

Fougère dijo...

Rayuela es mi libro favorito. Fue leerlo la primera vez y descubrir que existía el día después en literatura. Leía y quedaba pensativa, detenía el tiempo...
Regreso a él y vuelvo a sentir la misma emoción que el primer día, como si París estuviera a la vuelta de la esquina, como si la melancolía fuera una segunda piel invisible. Me enseñó a no buscar sino a encontrar...

Jesús Sanz Rioja dijo...

Este texto es lo más parecido al porno codificado de la tele. Y genial, claro.

pazzos dijo...

Un ejemplar de Rayuela es lo único que he conseguido ganar con los concursos literarios, ¡Y no fue mal premio! Hace años que ese libro desertó de mi estantería y se fugó en brazos de algún lector más fiel.
Me encanta esta jitanjáfora. Por cierto, ¿leíste la novela en modo secuencial o sucumbiste a la tentación de seguir el orden sugerido por Cortázar, saltando de casilla en casilla?

desconvencida dijo...

Paula, si es una señal es una buena señal ;)

Alberto Balsam, leí sobre esa exposición hace unas semanas en El País, la verdad es que tiene muy buena pinta, sé de un amigo mío al que le encantaría ir, lástima que pille tan lejos...Además me encantan las fotografías de Cortázar, en todas se transmite la fuerza que poseía...

Sheba, me ha encantado lo de que no hay que buscar sino encontrar, es algo que tengo que repetirme más a menudo...

Hola Jesús, bienvenido, me ha hecho gracia tu comentario :D

Pazzos, yo una noche en que estaba escuchando la radio (para más detalles era de madrugada un sábado recién llegada a casa de salir por ahí) llamé para un concurso en el que tenía que decir cual era el nombre del marido de Sylvia Plath (todo el programa era sobre su vida y obra), estuve emocionada durante una semana esperando mi premio, pensando que sería un libro suyo, pero a cambio me llegó el libro de un autor español desconocido, al que me temo que no le he dado ninguna oportunidad, algún día lo hojearé, ya es hora... Ah, y Rayuela lo leí siguiendo el orden sugerido por Cortázar, es lo divertido de que sea un libro interactivo ;)

Anónimo dijo...

Pues no digo que no, Mary Kate. Tal vez ocurrió (lo de la caída de la marmita)... eso explicaría muchas cosas. :p

desconvencida dijo...

Tú haz caso a Mary Kate, Alex, que ella es muy "brujilla" y tiene ojo para estas cosas :)

 
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