"Así los últimos serán los primeros, y el primero último:
pues muchos serán llamados, pero pocos serán elegidos. "
Mateo 20:16
La película que más me ha emocionado del Ciclo de Cine Mudo que vi la semana pasada es "El último" (1.924) de Murnau, que da la casualidad que es la película más "muda" de las cuatro que vi, ya que no tiene apenas intertítulos (tan sólo seis) que expliquen la trama o cuenten los que dicen los personajes, y a pesar de eso la película se deja ver magistralmente. Su protagonista absoluto es Emil Jannings, que intervino en otras películas de Murnau como "Fausto".
Para el conserje del Hotel Atlantis, su uniforme lo es todo. Con él puesto, como si fuera un general de la Marina, abandona cada día su edificio de clase obrera saludando con solemnidad militar a todos los vecinos, en la creencia de que se sienten impresionados por sus galones dorados. Día a día cumple con su cometido en la puerta del Hotel, pero una tarde lluviosa tiene la desgracia de indisponerse después de llevar un pesado baúl hasta el hall del Hotel. Los años no perdonan, y el Director del Hotel tampoco, ya que de una manera fulminante le releva de su puesto, le quita el uniforme y le "destierra" al lugar que ocupa el escalafón más bajo del Hotel: ser el mozo encargado de limpiar y atender los lavabos.
Sintiéndose abochornado ante tal degradación, y sin poder reunir el valor suficiente para contar la verdad a su familia, roba el uniforme para acudir al banquete de boda de su hija. A la mañana siguiente, todavía borracho, no tiene más remedio que ocultarlo en la consigna de una estación de tren, y al llegar al Hotel todos le señalan como principal sospechoso del robo. Para rematar sus desgracias, su mujer intenta sorprenderle llevándole el almuerzo al trabajo, pero la sorpresa se la lleva ella al descubrir la nueva realidad de su marido, y el pobre ex-portero, en lugar de comprensión encuentra el rechazo de su mujer, hija y yerno por entender que les ha mentido. Avergonzados, le echan de casa, y el protagonista regresa cabizbajo al lavabo del Hotel, que presumiblemente será su nuevo hogar a partir de ahora.
Según me dijeron en la presentación de la película, Murnau quería hacer un final triste, abandonando al portero a su suerte, sólo y sin familia, trabajando miserablemente en los lavabos, pero la productora no se lo permitió. En un alarde de genialidad y sentido del humor, Murnau explica en un intertítulo que, en la vida real, el futuro del portero sería una muerte solitaria, pero que por suerte, en esta película se le dará una sorprendente oportunidad. Un multimillonario mexicano deja escrito en su testamento que donará toda su fortuna a la persona en cuyos brazos muera, y la suerte quiere que nuestro portero esté junto a él cuando el millonario fallece en los lavabos del Atlantis, convirtiéndose en su único heredero. Las siguientes imágenes son del portero dándose un banquete en restaurante del hotel, teniendo por compañía la del que fue el único empleado del mismo que le ayudó en horas bajas, el vigilante nocturno.
En este final alternativo, la escena más emocionante es aquella en la que su protagonista visita el lavabo que poco antes constituyó su limbo personal y sin apenas mediar palabra se funde en un afectuoso abrazo con el mozo que ha sustituido, dejándole a continuación como propina todo el dinero que lleva encima, y rematando toda esta muestra de afecto con un enorme puro. Esto es empatía y lo demás son tonterías.
Para el conserje del Hotel Atlantis, su uniforme lo es todo. Con él puesto, como si fuera un general de la Marina, abandona cada día su edificio de clase obrera saludando con solemnidad militar a todos los vecinos, en la creencia de que se sienten impresionados por sus galones dorados. Día a día cumple con su cometido en la puerta del Hotel, pero una tarde lluviosa tiene la desgracia de indisponerse después de llevar un pesado baúl hasta el hall del Hotel. Los años no perdonan, y el Director del Hotel tampoco, ya que de una manera fulminante le releva de su puesto, le quita el uniforme y le "destierra" al lugar que ocupa el escalafón más bajo del Hotel: ser el mozo encargado de limpiar y atender los lavabos.
Sintiéndose abochornado ante tal degradación, y sin poder reunir el valor suficiente para contar la verdad a su familia, roba el uniforme para acudir al banquete de boda de su hija. A la mañana siguiente, todavía borracho, no tiene más remedio que ocultarlo en la consigna de una estación de tren, y al llegar al Hotel todos le señalan como principal sospechoso del robo. Para rematar sus desgracias, su mujer intenta sorprenderle llevándole el almuerzo al trabajo, pero la sorpresa se la lleva ella al descubrir la nueva realidad de su marido, y el pobre ex-portero, en lugar de comprensión encuentra el rechazo de su mujer, hija y yerno por entender que les ha mentido. Avergonzados, le echan de casa, y el protagonista regresa cabizbajo al lavabo del Hotel, que presumiblemente será su nuevo hogar a partir de ahora.
Según me dijeron en la presentación de la película, Murnau quería hacer un final triste, abandonando al portero a su suerte, sólo y sin familia, trabajando miserablemente en los lavabos, pero la productora no se lo permitió. En un alarde de genialidad y sentido del humor, Murnau explica en un intertítulo que, en la vida real, el futuro del portero sería una muerte solitaria, pero que por suerte, en esta película se le dará una sorprendente oportunidad. Un multimillonario mexicano deja escrito en su testamento que donará toda su fortuna a la persona en cuyos brazos muera, y la suerte quiere que nuestro portero esté junto a él cuando el millonario fallece en los lavabos del Atlantis, convirtiéndose en su único heredero. Las siguientes imágenes son del portero dándose un banquete en restaurante del hotel, teniendo por compañía la del que fue el único empleado del mismo que le ayudó en horas bajas, el vigilante nocturno.
En este final alternativo, la escena más emocionante es aquella en la que su protagonista visita el lavabo que poco antes constituyó su limbo personal y sin apenas mediar palabra se funde en un afectuoso abrazo con el mozo que ha sustituido, dejándole a continuación como propina todo el dinero que lleva encima, y rematando toda esta muestra de afecto con un enorme puro. Esto es empatía y lo demás son tonterías.
Esta película es considerada por muchos como una obra maestra del cine, no sólo por su guión, sino porque Murnau aplicó técnicas de cámara absolutamente novedosas para la época, de tal manera que, 83 años después de haber sido rodada, resulta totalmente actual.
14 comentarios:
Menuda envidia de ciclo. Me apunto "El último".
Ya os iré hablando una a una de las cuatro películas que vi, billywild, aunque esta semana no me dará tiempo, me voy el jueves a Barcelona!
Debe ser una gozada ver esta peli, seguro que es una maravilla, quien ha filmado Nosferatu y Amanecer es capaz de todo, seguro, esta la tengo que ver como sea!!, las obras maestras no se pasan de moda, esta claro.
Una verdadera gozada esta peli. En Irún tuvimos el placer de verla con musica en directo a cargo del pianista oficial de la Fundación Murnau.
La que no he visto es Amanecer, y tengo unas ganas...
Que no se entere Tom Hanks que querrá hacer una versión, no la he visto esta película, pero me has hecho recordar cuando me iba a veces sola y con un vendaval a ver cine mudo, a un cinefórum! Qué moral tenía!
Qué envidia... Vívido texto el tuyo. Aunque la conozco no la he visto. Lo cual, como devoto de Murnau, no tiene excusa. Recuerdo a Jannings en "El Ángel Azul" o "La Última Orden". Un actor soberbio.
No la he visto, pero seguro que ese final feliz le sienta de maravilla. Ya pasó mi época oscura y, citando al filósofo, me encanta que los planes salgan bien.
Y es ese final feliz el que lo diferencia de El Capote, el cuento de Gogol, en el que el personaje principal muere tras perder su abrigo, un capote celebrado por colegas y amigos que parecía sacarlo del anonimato. Después, el fantasma de este personaje aparece en las calles exigiendo que le devuelvan su capote...
Excelente semblanza de la peli, qué necesario es su blos para mentes dispersas como la mía. Ya no visito otra casa en internés.
Cuando la vi me gustó mucho, sobre todo la fotografía y los personajes. La historia en sí misma no me dice mucho, la verdad (la recuerdo demasiado melodramática y exagerada, aunque la diferencia de clases está muy bien subrayada). Teniendo en cuenta que todos los actores mudos sobreactúan un montón, Jannings lo hace muy bien.
Ya estoy aqui, después de estar toda la mañana fuera, SÓLO he tenido que esperar 5 horas para entrar a un juicio (no era mio,sino de mi compañera de despacho), en fin...
atikus, tienes que verla, te gustará, seguro :)
jesús miguel, yo tampoco he visto "Amanecer", pero espero verla en breve... qué gozada ver "El último" con orquesta... Yo pude ver "Fausto", también de Murnau hace unos años con un sexteto de cuerda y es una gozada... le da un toque distinto del piano.
Alex, no tiene excusa, nonono... Te digo lo mismo que a atikus, te gustará... Jannings hace un papel genial, para variar, interpretando a sus treinta y pico años a un portero sexagenario...
otto, si te gustan los finales felices éste es el tuyo, yo también los prefiero. Curioso, el otro día vi "El buen nombre" de Mira Nair, y se pasaban toda la película hablando de "El capote" de Gogol...
mondo, gracias por el cumplido! un beso
jaja, conde-duque, se puede decir que es verdad, Jannings no es el típico actor mudo gesticulante, con su cara lo dice todo...
Me has dado tanta envidia que la he puesto a bajar inmediatamente con el e-mule. De Murnau solo he visto "Amanecer", y es soberbia. Si, como dices, no la has visto todavía, procura hcerlo en cuanto te sea posible. Seguro que te gustará mucho. Solo por "Amanecer" considero a Murnau un genio indiscutible, uno de los grandes pioneros del cine.
Koolau, pues ya me dirás que te parece, confío en tu opinión. Yo me estoy bajando "Amanecer" :).
Por cierto, ayer vi "Piratas del Caribe 3" y curiosamente en una escena hablaban del Rayo Verde... Era lo mejor de la película.
Pues ya he consegido bajarla, y verla, y me he quedado sin palabras (Como la película, por ciert) ¡Qué obra maestra!. Lo mejor que he visto en mucho tiempo. ¡Qué gran pérdida para el cine la prematura muerte de este genio!. Maravillosa película en la que Murnau plasma su ambición de un cine de narar solo con imágenes una historia conmovedora y sutimente durísima. Por cierto, ¿Has conseguido ver ya "Amanecer"?. Me reafirmo en que es una gran película, pero esta es muho mejor todavía.
O, a lo mejor, es que como la acabo de ver estoy tan impresionado que me ha dejado sin juicio. En fin, una maravilla. Gracias por la recomendación, Desconvencida
Eso pensaba un amigo mío que es muy fan de Murnau cuando la veíamos, que es una pena que falleciera tan joven... me alegro mucho de que te haya gustado... aún no he visto Amanecer, como uso el ordenador también para trabajar intento no poner el e-mule en horas de trabajo, porque me ralentiza todo, así que las películas tardan lo suyo en bajarse, pero en cuanto pueda la veré...
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