Yo, para todo viaje
-siempre sobre la madera
de mi vagón de tercera-,
voy ligero de equipaje.
Si es de noche, porque no
acostumbro a dormir yo,
y de día, por mirar
los arbolitos pasar,
yo nunca duermo en el tren,
y, sin embargo, voy bien.
¡Este placer de alejarse!
Londres, Madrid, Ponferrada,
tan lindos… para marcharse.
Lo molesto es la llegada.
Luego, el tren, al caminar,
siempre nos hace soñar;
y casi, casi olvidamos
el jamelgo que montamos.
¡Oh, el pollino
que sabe bien el camino!
¿Dónde estamos?
¿Dónde todos nos bajamos?
¡Frente a mí va una monjita
tan bonita!
Tiene esa expresión serena
que a la pena
da una esperanza infinita.
Y yo pienso: Tú eres buena;
porque diste tus amores
a Jesús; porque no quieres
ser madre de pecadores.
Mas tú eres
maternal,
bendita entre las mujeres,
madrecita virginal.
Algo en tu rostro es divino
bajo tus cofias de lino.
Tus mejillas
-esas rosas amarillas-
fueron rosadas, y, luego,
ardió en tus entrañas fuego;
y hoy, esposa de la Cruz,
ya eres luz, y sólo luz…
¡Todas las mujeres bellas
fueran, como tú, doncellas
en un convento a encerrarse!…
¡Y la niña que yo quiero,
ay, preferirá casarse
con un mocito barbero!
El tren camina y camina,
y la máquina resuella,
y tose con tos ferina.
¡Vamos en una centella!
ANTONIO MACHADO
* RENÉ MAGRITTE "La durée poignardé" 1.938.
8 comentarios:
para estaciones de tren, la de p. tinto, esa sí que mola!!!
De nuevo trenes... me encanta. ¿Sabes? Yo le tengo un cariño especial a este poema, porque quizá fue el primero que leí (conscientemente). Recuerdo que me gustó tanto que incluso lo memoricé. Cada vez que lo leo ahora, me entra un escalofrío por el cuerpo... ah que bonita es la infancia. Besos.
*Bienvenido Yago... Las estaciones abandonadas me gustan mucho también :), yo y mi obsesión por los trenes, si hasta les he dedicado una etiqueta aquí!!
* jaja, alain, el Expreso Pendular del Norte que pasa cada 25 años!!
* Capri, me alegro de haberte traído ese bonito recuerdo :)
Uf, los trenes. Recuerdo en mi época de estudiante, fumando, jeje.
No me gustan demasiado, la verdad.
Me gusta viajar en coche, es más "elitista" jeje, pero el hecho de observar a la gente que viaja en tren...no tiene precio.
... y esos trenes de cine,
Recuerdo "Breve Encuentro" cada vez que leo sobre el tema, y alguna más como "Casblanca". La magia del cine también ha sido capaz de llevar hasta el mito el Tren.
También me viene a la cabeza Garci... y alguno más.
Vaya, el otro día, tras leer el poema de Alberti acerca de un billete de tranvía con el que nos obsequiaste, me dió por pensar en otro de Machado dedicado a las moscas, que justamente he puesto hoy en mi blog, cuando tú has colgado esta preciosidad. Por cierto, es curioso la de gente (sobre todo en otra época) que ha recorrido España fundamentalmente por medio del tren (algo que es muy diferente a hacerlo en automóvil).
Publicar un comentario