martes, 9 de septiembre de 2008

LA TÍA TULA



"La preñez de Manuela fue, en tanto, molestísima. Su fragilísima fábrica de cuerpo la soportaba muy mal. Y Gertrudis, por su parte, le recomendaba que ocultase a los niños lo anormal de su estado.

Ramiro vivía sumido en una resignada desesperación y más entregado que nunca al albedrío de Gertrudis.

––Sí, sí, bien lo comprendo ahora ––decía––, no ha habido más remedio, pero...
––¿Te pesa? ––le preguntaba Gertrudis.
––De haberme casado, ¡no! De haber tenido que volverme a casar, ¡sí!
––Ahora no es ya tiempo de pensar en eso; ¡pecho a la vida!
––¡Ah, si tú hubieras querido, Tula!
––Te di un año de plazo; ¿has sabido guardarlo?
––¿Y si lo hubiese guardado como tú querías, al fin de él qué, dime? Porque no me prometiste nada.
––Aunque te hubiese prometido algo habría sido igual. No, habría sido peor aún. En nuestras circunstancias, el haberte hecho una promesa, el haberte sólo pedido una dilación para nuestro enlace, habría sido peor.
––Pero si hubiese guardado la tregua, como tú querías que la guardase, dime: ¿qué habrías hecho?
––No lo sé.
––Que no lo sabes..., Tula..., que no lo sabes...
––No, no lo sé; te digo que no lo sé.
––Pero tus sentimientos...
––Piensa ahora en tu mujer, que no sé si podrá soportar el trance en que la pusiste. ¡Es tan endeble la pobrecilla! Y está tan llena de miedo... Sigue asustada de ser tu mujer y ama de su casa.

Y cuando llegó el peligroso parto repitió Gertrudis las abnegaciones que en los partos de su hermana tuviera, y recogió al niño, una criatura menguada y debilísima, y fue quien lo enmantilló y quien se lo presentó a su padre.

––Aquí le tienes, hombre, aquí le tienes.
––¡Pobre criatura! ––exclamó Ramiro, sintiendo que se le derretían de lástima las entrañas a la vista de aquel mezquino rollo de carne viviente y sufriente.
––Pues es tu hijo, un hijo más... Es un hijo más que nos llega.
––¿Nos llega? ¿También a ti?
––Sí, también a mí; no he de ser madrastra para él, yo que hago que no la tengan los otros.

Y así fue que no hizo distinción entre uno y otros.

––Eres una santa, Gertrudis ––le decía Ramiro––, pero una santa que ha hecho pecadores."

MIGUEL DE UNAMUNO "La tía Tula"

* En 1.964, Miguel Picazo realizó una estupenda adaptación cinematográfica de la novela de Unamuno. Aurora Bautista encarna al personaje principal, la tía Tula, y sólo una gran actriz como ella podía llevar a cabo con tanta maestría un papel tan complejo y contradictorio, de virgen y de madre adoptiva, de mujer que antepone sus necesidades y sus instintos a lo que ella considera que es mejor para sus sobrinos. Os dejo con una escena que a mi me parece de las mejores de la película. No la puedo enlazar directamente pero la podéis ver aquí.

10 comentarios:

dvd dijo...

Una oscurísima y atípica obra maestra de nuestro cine. Y Aurora Bautista da una lección de interpretación que se debería ver "al salir de clase"... Y Miguel Picazo haciendo honor y triunfo a don Miguel de Unamuno. Y no hablo de la novela que me enervo y es hora de siesta...

desconvencida dijo...

Te entiendo, dvd, yo descubrí la novela antes que la película y la verdad es que es bastante dura también, quizás más porque se comprende mucho mejor al personaje de Tula, y se hace duro ver cómo no se revela frente a lo que se espera de ella y no se permite a sí misma ser feliz por una vez en la vida...

Anónimo dijo...

Unamuno es un gran gran autor por descubrir, poseedor de una lucidez y una agilidad narrativa envidiable. Y salvajemente contemporáneo.

Además el muy cabrito tardaba entre dos semanas y un mes en escribir sus novelas. Que tío...

desconvencida dijo...

Vaya, no sabía ese dato, alberto, es sorpredente (y envidiable)... de él sólo recuerdo haber leído, además de "La tía Tula", "San Manuel Bueno Mártir" y "Niebla"... todos novelones...

desconvencida dijo...

Por cierto, que no me extraña que en su momento fuera la "bestia negra" de los nacionalistas de este país, ya que afirmó cosas como:

"El nacionalismo es la chifladura de exaltados echados a perder por indigestiones de mala historia."

Emily dijo...

Uf, me gustaría leer la novela. Me encanta don Miguel y su semblante.
La peli sí que la he visto, y siempre me ha parecido un poco fuerte. Él siempre con sus impulsos, la relación no resuelta de Tula con el cuñado..no sé..Aurora Bautista bordaba el papel de mujer de la época, sus misas diarias y aquel ambiente opresivo...

desconvencida dijo...

Emily, si puedes lee la novela,es bastante corta y te ayudará a entender mejor a sus personajes...

Anónimo dijo...

Lo que me ha dejado impactada ha sido el lema que has plantado en la foto de perfil: " to win in love you must surrender"....
Yo que me estoy volviendo a estas alturas una cínica de cuidado (no hay más que ver lo último que he posteado), que deseo no creer en que existe realmente y que no hago más que meter la pata, me he encontrado con la frase y ha removido un poco mis cimientos. Gracias ;)

desconvencida dijo...

Es una frase de una canción de Jonathan Richman, B, si no la has escuchado te la recomiendo!

En cuanto a lo de ser cínica qué me vas a contar a mi, que era una desconvencida total en estos temas (sólo tienes que leer el pie de este blog, mi antiguo lema "Una vez dijo amor, se poblaron sus labios de ceniza", de un poema de García Montero), pero ya ves, al final me han acabado convenciendo de lo contrario :)

Capri c'est fini dijo...

La historia de La tía Tula es impresionante, está narrada con muy pequeños trazos pero te das perfectamente cuenta de lo que siente e incluso la llegas a compadecer. Unamuno volcó un sentimiento puramente femenino como es el deseo de ser madre con singular exactitud. No he visto la película, pero me encantaría.

 
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