BREVE ENCUENTRO (2)

Me gustaría poder confíar en ti, me gustaría que fueras una amiga sensata y juiciosa en lugar de una vulgar chismosa que conozco desde hace muchos años por la que nunca he sentido un gran aprecio… me gustaría… me gustaría…

Me gustaría que dejaras de hablar, me gustaria que dejaras de fisgar y chismorrear, me gustaría verte muerta. No, no he querido decir eso, ha sido una tontería. Pero me gustaría que te callaras.



Esto no puede durar. Esta tristeza no puede durar. Tengo que tenerlo presente e intentar controlarme. No hay nada que dure siempre, ni la felicidad ni la tristeza, ni siquiera la vida dura mucho tiempo. Llegará un momento en que todo esto no me importara en absoluto, en el que podré mirar atrás y decir con toda tranquilidad, que tonta fui. Oh no¡¡ No quiero que llegue ese momento, quiero recordar cada instante por siempre… Por siempre … Hasta el fin de mis días.



Fred, Fred, querido Fred, me gustaría contarte tantas cosas, eres el único ser en el mundo capaz de escucharme y entenderme con cariño si fuera la historia de otra, no la mía. Eres el único a quien que no podré nunca contárselo, nunca. Porque aunque yo esperara que fueramos muy viejos y entonces te la contara no podrías dejar de mirar atrás y te dolería mucho. Cariño, no quiero hacerte daño, verás, somos una pareja feliz, no debemos olvidarlo, este es mi hogar, tu eres mi marido y mis hijos están arriba en la cama, yo soy una esposa feliz, o lo era hasta hace unas semanas, te doy mi palabra de que lo era hasta hace unas semanas, pero Fred he sido tan loca, me he enamorado, soy una persona corriente, y nunca pensé que a las personas corrientes les sucedieran estas cosas. Todo empezó un día cualquiera en el lugar más corriente que existe en el mundo, en el bar de la estación de Milford. Estaba tomando una taza de té y leyendo un libro que compré en Wood's. Aquella mañana mi tren no salía hasta el cabo de 10 minutos levanté la vista y vi a un hombre que venía del andén, vestía un impermeable corriente y llevaba el ala de su sombrero vuelta hacía abajo, de manera que ni siquiera podía ver su cara. Pasó junto a mi mesa al dirigirse a la suya …

* Estos son los pensamientos de una mujer "corriente", que un día se enamora de un hombre "corriente" en una estación de tren, cuando él le ayuda sacándole una pequeña piedra que se le ha metido en el ojo. En fin, ya os he hablado otras veces de una de mis películas favoritas "Breve encuentro" de David Lean, pero es que tiene una combinación perfecta: una historia de amor emocionante, una música (el Concierto para piano nº 2 de Rachmaninov) y ambientación perfectas y además está ambientada en una estación de tren :), ¿qué más se puede pedir?