HAPPY-GO-LUCKY

El pasado sábado fui a ver una película y por primera vez en mucho tiempo, salí de una sala de cine con buen humor y con sensación de haber pasado un muy buen rato. El responsable de todo esto es el director británico Mike Leigh, autor entre otras de la conocida "Secretos y mentiras".

"Happy-go-lucky" (titulada aquí tontamente: "Happy. Un cuento sobre la felicidad") cuenta la historia de Pauline, Poppy para sus amigos.

Poppy es fundamentalmente una mujer optimista, que encuentra el lado bueno a cualquier pequeña cosa de las que componen su vida: la vemos disfrutar de una noche con sus amigas, dar una clase a sus alumnos de preescolar, acudir a su clase semanal para saltar en camas elásticas, apuntarse con una compañera de trabajo a una clase de flamenco dirigida por una tremenda bailaora sevillana (que provocó en mi acompañante un ataque de risa incontrolable:), visitar a su hermana que va a tener un bebé...

- Quiero que seas feliz, Poppy.

- ¡Pero si soy feliz!

- Pues a mi no me lo parece.

- Pues lo soy, a veces me ves depre, forma parte de la vida, ¿no? Tengo un trabajo genial, amigos increíbles, amigos alucinantes. Soy una mujer afortunada, en serio.

- Vale, pero no me lo restriegues por las narices.

Su vida no es perfecta, se encuentra con distintos obstáculos, al principio de la película vemos cómo le roban la bicicleta (razón por la que decide tomar clases de conducir), también le acompañamos al fisioterapeuta por un problema en la espalda, tiene un profesor de autoescuela extraño y sombrío con el que no conecta y en su trabajo se enfrenta a la problemática de un niño maltratado, pero todas esas cosas no logran borrar la sonrisa de su cara. Al menos casi todas ellas, también hay un momento de la película en que se plantea brevemente si su actitud ante la vida es la correcta.



Es justo reconocer que el personaje interpretado por Sally Hawkins tiende a lo histriónico pero sin pasarse, algunos no conectarán en absoluto con él por considerarlo exagerado, pero a mi me resulta tierno y entrañable. Hay que decir que fue merecedor del Oso de Plata a la mejor interpretación femenina en el pasado Festival de Cine de Berlín. El propio Leigh ha explicado su propósito con la película:

"El mundo no es maravilloso, por eso es importante reaccionar ante lo miserable, ante la moda del pesimismo. Tal vez mi cine, incluso yo mismo, ha parecido contagiado por ese derrotismo, pero creo que siempre he dejado un resquicio para que entrara la luz. Y este es, sin duda, mi film más luminoso. Es un elogio a la felicidad, por mucho que las criaturas felices puedan enervar al resto del mundo.

Quería hablar sobre la felicidad, sin frivolizar. En la película, la felicidad no es un estado delirante de negación, sino un modo de abrirse a los sentimientos, de conectarse a la vida, de ser honesto, de tener sentido del humor. No digo que haya que abstraerse de los problemas, pero sí que hay que mantener un equilibrio entre tristeza y felicidad."




- No puedes tenr a todo el mundo contento.

- Por probar no se pierde nada.