martes, 27 de febrero de 2007

LOS GRITOS DEL SILENCIO


Hace poco hablábamos de reencuentros entre antiguos amores, en el caso de esta escena final de "Los gritos del silencio" (The killing fields) (1.984) de Roland Joffé, nos encontramos ante el emocionante reencuentro de dos grandes amigos que llevan años sin verse.

Esta película está basada en la novela "The death and life of Dith Pran" que el periodista norteamericano Sydney Schanberg, escribió en 1.980. Como corresponsal de The New York Times, conoció de primera mano el comienzo del terror en Camboya, la subida al poder de los Jemeres Rojos (cuya cabeza visible era Pol Pot), que daría lugar a un brutal genocidio en el que, en apenas cuatro años, fallecieron aproximadamente dos millones de personas de una población total de 8 millones de habitantes.

En sus crónicas periodísticas, por las que ganaría el Premio Pulitzer en 1976, Sidney Schanberg contó con la ayuda inestimable de Dith Pran, fotógrafo camboyano. Una vez que los Jemeres Rojos entraron en la capital, Phonm Penh, Schanberg facilitó la huida de la familia de Pran a los Estados Unidos, pero éste decidió quedarse a su lado para cubrir la noticia. En su huída en busca de refugio en la embajada francesa, Pran salva la vida de Schanberg y otros dos periodistas, a punto de ser asesinados por unos jemeres descontrolados. Finalmente Schanberg no le puede devolver el favor, ya que cuando los Jemeres exigen que todos los camboyanos abandonen la embajada francesa, tiene que despedirse de su amigo sin la certeza de volverle a ver.

Los próximos años transcurren lentos, enviando cientos de cartas a todos los puestos de las distintas fronteras con Camboya, en busca de noticias de Pran. Éste es enviado a uno de los famosos campos de exterminio o de "reeducación proletaria", donde la población camboyana de las ciudades era enviada al campo para realizar tareas inhumanas de sol a sol, bajo la atenta mirada de sus líderes jemeres, que no son sino niños que eran considerados "puros" por no haber conocido la Camboya anterior al Año Cero. El simple hecho de hablar francés o llevar gafas eran considerados como un signo de modernidad y corrupción inaceptable, un defecto burgués que podía ser causa de ejecución inmediata. Después de cuatro años de sufrimiento, Dith Pran pudo escapar a la vecina Tailandia, y es allí donde se produjo el el reencuentro con su gran amigo, cuyas primeras palabras fueron: "¿Me perdonas?", como él le contestó, no había nada que perdonar. En la actualidad, Dith Pran es fotógrafo para The New York Times y preside una fundación que tiene por objeto que el genocidio camboyano no caiga en el olvido.


FOTOGRAFÍA DE DITH PRAN Y SYDNEY SCHANBERG


Precisamente, Drith Pran fue interpretado por un actor no profesional, Haing S. Ngor, que sabía muy bien lo que era sobrevivir a los campos de exterminio de los Jemeres Rojos. Doctor en ginecología y obstetricia, tuvo que ocultar su condición de médico, ya que los Jemeres Rojos consideraban que los licenciados universitarios tenían que "pagar" por la opresión ejercida sobre los campesinos, lo que implicaba que no podía demostrar tener ningún tipo de instrucción médica . Por eso cuando My-Huoy, su mujer, tuvo complicaciones en el parto del hijo de ambos, no pudo practicarle la cesárea que ella necesitaba y tanto la madre como el hijo fallecieron .

En 1980 Ngor llegó a Estados Unidos desde Tailandia, donde había sido médico en un campo de refugiados camboyanos al que él había llegado como uno más. Realizó diversos trabajos de mera supervivencia y un día escuchó hablar sobre un casting (el de la película mencionada) que buscaba camboyanos para interpretarla. Se apuntó sin mucha convicción, según dicen guiado por la promesa que en su día hizo a My-Huoy de contar al mundo el sufrimiento acaecido en su país, y finalmente fue elegido para el papel coprotagonista, que le valdría ganar (entre otros muchos premios) el Oscar al Mejor Actor Secundario en 1.984.

Ngor aprovechó su popularidad para ayudar a la gente de su país de origen con distintos proyectos humanitarios, aunque siempre fue un hombre rodeado de melancolía. En una entrevista concedida a la CNN en 1.993 confesó: "Tengo una casa, tengo de todo, pero no tengo una familia... Puedes ser todo lo rico que quieras, pero no puedes comprar una familia feliz".

Ahora viene la parte triste de la historia, el 25 de Febrero de 1996, Haing S. Ngor falleció después de haber sido tiroteado en el garage de su casa en Los Ángeles. Al parecer, los miembros de una banda callejera le abordaron y le pidieron el colgante que llevaba. Al negarse a darlo, fue abatido a tiros. El colgante albergaba su tesoro más valioso, una fotografía de su mujer, My-Huoy. Un triste final sin duda para un superviviente de un campo de exterminio. Quizás debamos recordarle, con su eterna sonrisa, recogiendo su Oscar , con las gafas puestas, y pensar en las palabras que dijo a la prensa entonces:

"Si muero a partir de ahora no me importa, esta película durará para siempre".

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Enorme!!

Corresponsales como Schanberg dignifican el periodismo. Historias como la Dith Pran y Ngor merecen ser contadas, y no olvidadas.

Gracias!

k dijo...

Lo que son los símbolos. No pudo salvarle la vida y se dejó matar por una fotografía. Y eso, de alguna manera, es redención. Tal vez todo ese tiempo vivió con sus muertes en la conciencia.

Escalofriante, desconvencida. Yo también te doy las gracias.

Anónimo dijo...

HOLA MUY BUENOS DIAS MI QUERIDA AMIGA AMAYA¡¡¡
HAY SEÑOR QUE HE LLORADO Y TODO AL LEER ESTE RELATO DE REENCUENTROS EN DOS AMIGOS Y LA HISTORIA DE GENOCIDIOS, Y ESA FRASE¡¡¡ PODRÉ TENER MUCHO DINERO QUE SI NO TENGO FAMILIA NO TENGO LO REALMENTE IMPORTANTE, Y QUE VERDAD, Y SI FUE UN SUPERVIVIENTE DE LA VIDA, DE ATROCIDADES EXTREMAS DEL SER HUMANO Y ACABA MATADO POR BANDAS RIVALES, QUE VIDA MAS INJUSTA EN LAS ETAPAS DE LA VIDA, .AMAYA QUIERO DEJAR MI MAS SENCILLO PERO SENTIDO ORGULLO POR ESTAS PERSONAS QUE DEDICARON SU VIDA EN ALMA Y CUERPO PARA DARNOS A CONOCER A TODO EL MUNDO LAS ATROCIDADES CMETIDAS AUN A COSTA DE SU VIDA Y SU FELICIDAD,
SILENCIO Y RESPETO POR TANTAS MUERTES Y EL FINALTRISTE, PERO COMO ACABA, NUNCA MORIRÉ¡¡¡¡ SIEMPRE VA A ESTAR VIVO EN LA HISTORIA DE SUPERVIVIR ¡¡¡

ABRAZOS Y BESOS,

QUE TENGAS MUY BUEN DIA AMAYA.
BESOS
PEPE

desconvencida dijo...

Billywild, me gusta recordar este tipo de historias, tanto las individuales de Schanberg, Pran y Ngor como las colectivas, antes de ayer mismo por fin se consideró que la matanza de Srebenica fue un genocidio, aunque no se condenó a Serbia por ello...

K. nunca lo hubiera pensado así. Ngor llegó a declarar en vida que no le costaba ser actor porque durante esos oscuros años tuvo que fingir mucho para salvar la vida, imagino que en su caso pagó un duro precio ocultando sus habilidades médicas, en la confianza de que su mujer y su hijo se salvarían...

BUENOS DÍAS, PEPE, A MI TAMBIÉN ME ENTRARON GANAS DE LLORAR CUANDO ME ENTERÉ DEL FINAL DE NGOR, ES REALMENTE TRISTE, PERO TENEMOS QUE APRENDER DE LO QUE FUE SU VIDA...

Anónimo dijo...

SI AMIGA DEBEMOS APRENDER MUCHO Y VER QUE SOMOS PERSONAS Y TODOS TENEMOS DERECHO A LA VIDA, Y NO POR IDEAS, POLITICAS, O GUERRAS ESTAR MANTADO SIN MAS, O LO PEOR CREERSE SUPERIOR UNOS A OTROS, ESO DERIVA EN HORROR Y DEMAGOGIAS Y GUERRAS SIN SENTIDO, PORQUE ESTO ES SIN SENTIDO, PERO POR ESO DEL PASADO HAY QUE SACAR ESTO AMAYA Y VER QUE NUNCA MS SE REPITA,,PERO POR DESGRACIA SE VE CADA DIA,,ACABARÁ TODO ESTO??
AMAYA TENGO CONFIANZA DE QUE SI, OJALA Y LO DESEO MUY FUERTE, DEBEMOS SER FUERTES Y LUCHAR POR LA TOLERANCIA Y NO TENER SIEMRPE LA RAZON, Y MATAR POR ESO,

AMAYA BUEN DIA SIGAS TENIENDO,

MILLONES DE ABRAZOS Y BESOS EL DIA MARAVILLOSO, DAN GANAS DE PASEAR, TIENES UN RATO?
PASO A POR TI?
ANDA UN CAFE NITO, QUE ME APETECE,
BESOS.

PEPE

NoSurrender dijo...

Vaya, desconvencida. Es un post emocionante, lleno de intención y de humanidad. Gracias por escribirlo.

Joffe es un tipo muy emotivo. También hizo La misión, que tiene secuencias que ponen los pelos de punta.

desconvencida dijo...

ME APUNTARÍA A ESE PASEO ENCANTADA, PEPE, AUNQUE POR AQUÍ AMENAZA LLUVIA... EN BREVE TENGO QUE SALIR A HACER RECADOS DEL DESPACHO.

No Surrender, me alegra que te haya gustado :). "La misión" es otra gran película, y suya es también "La ciudad de la alegría", basada en la conocida novela de Dominique Lapierre...

Anónimo dijo...

NADA¡¡¡¡¡ TE ESPERO CON UN PARAGUAS DOBLE Y NOS VAMOS A HACER RECADOS NO TENGO NADA QEU HACER¡¡ VAMOS CON GABARDINAS Y PUNTO, UBENO CON MI GORRA Y BUFANDA, JAJA YA SABES LOS VIRUS , JAJA, ASI QUE LISTOS, CUANDO NOS VAMOS?
ESTOY YA EMPERIFOLLADO,MI COLONIA DE ARMANI Y LISTO,

EL CAFE DE CAPUCHINO CON MUCHA ESPUMA¡¡¡ UMMM ADLEANTE SEÑORITA¡¡

BESOS ,

TU AMIGO PEPE

atikus dijo...

La película es fascinante pero la historia de Ngor no lo es menos, la verdad es no conocía este triste final.

desconvencida dijo...

Si que es triste, atikus, me preguntaba qué habría sido de este hombre sonriente y me encontré con esto... :(

Anónimo dijo...

exquisito post para una maravillosa historia.
tienes duende...

Pedro M. Martínez dijo...

Me impresionó mucho cuando la vi.

desconvencida dijo...

Gracias inuk! Nunca me habían dicho antes que tengo duende :D.

Pedro, es que es una película que impresiona, sobre todo las escenas de los campos de exterminio...

Enrique Jaramillo dijo...

Hola Desconvencida.
Es una de mis peliculas favoritas desde que la vi hace 7 años.
Es un relato de humanidad que se sobrepone a las adversidades mas infames de una forma inconmesurable.
Gracias por este post!
P.D./Me deja frio, anonadado y muy triste el final de S. Ngor. Hasta hpy me entero de lo que pasò

desconvencida dijo...

Gracias a ti por apreciar esta historia, Enrique, es una de las que más me ha emocionado contar en este blog. Un saludo y bienvenido...

 
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