" Es cierto que la noche en que Miss Kenton entró allí no estaba ocupado en ningún asunto de trabajo. Fue de hecho durante una semana tranquila, al final del día, mientras disfrutaba de una de mis pocas horas de ocio. Como he dicho, no estoy seguro de que Miss Kenton entrara con un jarrón de flores, pero sí recuerdo que me dijo:
- Mister Stevens, de noche esta despensa parece aún más incómoda que de día. Tiene usted una bombilla muy lúgubre, sobre todo para estar leyendo.
- La luz es perfecta, Miss Kenton.
- Se lo digo en serio. Este cuarto parece una celda. Sólo falta un catre, ahí, en esa esquina, para que uno se imagine a un condenado en sus últimas horas de vida.
Ahora no sé si yo, a mi vez, repliqué algo. En cualquier caso, no aparté la mirada de mi libro y esperé a ver si Miss Kenton se disculpaba y se marchaba, pero entonces la oí decir:
- Me pregunto qué está usted leyendo.
- No es más que un libro, Miss Kenton.
- Eso ya lo veo. Lo que me intriga es qué libro.
Levanté la mirada cuando vi que miss Kenton se me acercaba. Cerré el libro y, apretándolo contra el pecho, me levanté.
- Miss Kenton - dije -, le ruego que me respete en mis momentos de intimidad.
- Pero...¿por qué le da tanta vergüenza enseñarme el libro? Empiezo a sospechar que se trata de un libro algo picante.
- Miss Kenton, me sorprende que sea capaz de pensar que en las estanterías de mi señor pueda haber libros "picantes", como usted dice.
- He oído decir que muchos libros de autores eruditos contienen pasajes de lo más picantes. Claro que yo, personalmente, nunca he tenido el valor de comprobarlo. Pero permítame, por favor, que vea lo que está leyendo.
- Miss Kenton, le ruego que me deje tranquilo. Es increíble que insista en acosarme de este modo durante los pocos ratos libres de que dispongo.
Miss Kenton, sin embargo, siguió acercándose, y debo reconocer que me costaba decidir cuál podía ser el mejor modo de proceder. Por un lado tuve la tentación de meter el libro en el cajón de mi escritorio y cerrarlo rápidamente con llave, pero me pareció que podía resultar absurdo yun tanto teatral. Retrocedí entonces unos pasos con el libro todavía pegado al pecho.
- Por favor, enséñeme el libro - dijo Miss Kenton acercándose más - y después le dejaré que siga disfrutando de su lectura. A saber qué libro será, que lo esconde usted tanto.
- Miss Kenton, no me importa lo más mínimo que sepa usted el título de este libro. Lo que sí me importa, por una cuestión de principios, es que se presente de este modo y me usurpe los ratos que tengo para estar solo.
- Lo que me pregunto es si se trata de un libro perfectamente respetable o si pretende usted impedir que me escandalice.
Y de pronto, con Miss Kenton allí delante, parada frente a mí, algo cambió entre nosotros, fue como si de repente nos encontrásemos en un mundo aparte. Creo que no es fácil describir exactamente lo que intento decir. Sólo sé que a nuestro alrededor todo pareció enmudecer, y tuve la impresión de que la actitud de Miss Kenton había sufrido una transformación. Su rostro reflejó una extraña seriedad, y una expresión que me pareció de una persona asustada.
- Déjeme que vea el libro, por favor.
Avanzó unos pasos y empezó a soltarme lentamente el libro de las manos. Consideré que lo mejor, mientras tanto, era que mirase al otro lado, pero al tener su cuerpo tan cerca sólo podía desviar la mirada doblando el cuello de forma muy poco natural. Miss Kenton siguió arrebatándome el libro, levantándome prácticamente un dedo tras otro. Durante todo el proceso, que me pareció larguísimo, conseguí mantener mi postura, y finalmente la oí decir:
- ¡Válgame Dios, Mister Stevens! Pero si no es más que un libro nada escandaloso. No es más que una simple historia de amor.
KAZUO ISHIGURO. "Lo que queda del día"
*Me maravilla la manera en que Anthony Hopkins interpreta esta escena en la adaptación de la novela que hizo JAMES IVORY en 1.993.
A los que os gustó la película en su día, os recomiendo que leáis el libro, es curioso como Ishiguro retrata con total precisión los sentimientos y la forma de pensar de un mayordomo inglés que es plenamente consciente y orgulloso de su posición de total servilismo y discrección, hasta el punto de anteponer los servicios que presta a su dueño y señor a sus propias necesidades.
25 comentarios:
En efecto, hay gente que tiene una curiosidad insaciable, y que además siempre piensa mal :-)
Ya sabes lo que se dice, memento, "piensa mal y acertarás" :)
Está claro que Miss Kenton tiene en esta escena una curiosidad que raya en lo indiscreto...
Por cierto, por lo que dices abajo, yo creo que tengo bastante de mayordomo inglés :-)
Suscribo la recomendación del libro (la película no la he visto), creo recordar que el libro, a diferencia de la peli, se tradujo como "Los restos del día".
jajaja, memento, espero que no llegues a los extremos de Mr. Stevens!
Balki, es cierto lo que dices, el título original es "The remains of the day", creo, y la película y el libro han recibido en su título distinta traducción, no lo he dicho aquí para simplificar, pero el libro de Anagrama que tengo se titula "Los restos del día".
Por cierto, si hablamos de mayordomos ingleses, la palma se la lleva Jeeves... es otro estilo completamente distinto, pero magistral, creo yo.
Precisamente a mi no me sorprende que Ishiguro sepa captar la postura del mayordomo. Aunque criado en Inglaterra, nacio en Japon. Asi que no es extraño que tenga presente los pincipios del bushido. ¿Que diferencia hay entre el mayordomo retratado y un buen samurai? Ambos son orgullosos de su posicion servil. Y se rigen por codigos ferreos. Hay una maxima que es aplicable a la postura del mayordomo:
"¿Quien es mejor samurai, el que sirve a un buen señor o el que sirve a un señor que lo maltrata?
Sin duda el que sirve al que le maltrata y no duda un momento en hacerlo".
Esta "resignacion" en el cumplimiento del deber es lo que acerca un personaje a otro.
PD: Tampoco la postura es muy distante del "Que buen vasallo si tuviera buen señor" del cantar del mio Cid. Pero sin duda la influencia de Ishiguro es mas japonesa.
Narrador, muy aguda tu comparación entre el mayordomo y un samurai, los principios del bushido siempre me han llamado la atención:
http://desconvencida.blogspot.com/2006/05/bushido.html
Leyendo el libro me llamó la atención que un escritor de origen japonés captara tan bien la esencia de un mayordomo inglés, pero he caído en la cuenta de que en lo que dices está la clave ;)
Balki, no he leído ningún libro de la saga de Jeeves de Wodehouse, pero me han dicho que están muy bien, ¿por dónde empiezo?
un poco pesadita miss Kenton...amaya me han entrado ganas de volver a verla, me gustó mucho,
un beso
Cualquiera de las novelas largas es buena para empezar, quizá "De acuerdo, Jeeves".
Salud
maite, la pobre miss Kenton creo que no sabe cómo romper la barrera de hielo que le separa del envarado Mister Stevens!
Gracias por la informacion, Balki...
si desde luego, pero el mal rato que pasa él...y qué buena interpretación!!!
Recuerdo la escena , y no és más que otro intento de Miss Kenton ,espléndida Emma Thompson ,por acercarse ,y por lograr una complicidad con ese hombre. Complicidad y calor imposibles . La película és preciosa , con ese don de medios , escenografias , actorazos y estilo que tienen esas películas inglesas. No como aquí que a la que te descuidas te cuelan un vaso de Duralex y una vajilla de Vereco decorando una mesa castellana con Juana la Loca y Felipe el Hermoso sentados en élla. El libro és también magistral , y considero que és uno de los más fielmente adaptados al cine.Después , pero leí del mismo autor "Cuando fuimos huerfanos " y me decepcionó bastante. Alguien ha leido "Nunca me abandones" ? Lo presté sin haberlo leido ...y supongo que puedo darlo por perdido ...
maite, normal que lo pase mal, seguro que le pilla leyendo alguna novela de Barbara Cartland, la Corín Tellado inglesa :)
http://en.wikipedia.org/wiki/Barbara_Cartland
Mary Kate, no he leído ninguna más de Ishiguro pero creo que me han hablado bien de la última...
Por esas extrañas conexiones cerebrales he recordado haber leido hace años un recopilatorio de cuentos de autores ingleses , entre ellos Wodehouse y recuerdo un hilarante "Adiós a todos los gatos" y luego he intentado recordar a otra autora , esta vez mujer que completaba eso llamado "humor inglés", pero no sé quién era. Tom Sharpe , bebió generosamente de esas fuentes para su saga de Wilt. Son libros que invariablemente te cambian el humor para mejor...se agradecen.Balki , Descon , lo del bushido me ha parecido muy interesante y os ruego os extendais más en el tema cuando podais.
No se me ocurre qué recopilación puede ser, Mary Kate, he buscado en Google pero ni idea... ni he leído nada más del tal Ishiguro.
Los libros que te hacen reir son para mí doblemente valiosos.
¡Salud!
PD: La "verificación de la palabra" es crecientemente complicada, cada vez pide más (gfdsgdlhjfsgfsfdogiuy)
Que peliculón!!...ese ambientillo de rectitud inglesa y servicial le pega todo al sr. Anthony Hopkins que esta espectacular y el decorado es el que hubiera soñado Mr.Buñuel para su Angel exterminador ;)
ah y estoy deacuerdo con Balki, aunque yo sólo he leido un libro sobre el mayordomo pero me pareció estupendo : "El inimitable Jeeves" (1924).
También hay tipicos mayordomos en novelas de Agatha Christie :)
Mary Kate, yo tampoco caigo de qué autora inglesa hablas...
Balki, a mi también de vez en cuando me gusta leer libros de humor, como los de Groucho Marx, siempre me despiertan una sonrisa...
atikus, desde luego la película de Buñuel ambientada en esa mansión inglesa habría estado muy bien :).
¡Gran libro y grandísima película, Descon! El moqueo del padre de Hopkins es antológico (aunque da bastante asquillo).
Me encante el personaje de Christopher Reeve.
Una lección magistral sobre los complejos de la gente, los sentimientos de una época, las actitudes serviles, las diferencias sociales, etc. Genial.
Cuando llegue esta noche a casa lo miro. Tengo un libro de Llatzer Moix que és todo él una larga entrevista a Tom Sharpe , que la cita. La verdad és que cuando lo leí , lo recordé y pensé en buscar algo de ella...pero, han pasado por lo menos tres años... Hoy he vuelto a acordarme.Nunca se sabe como te van viniendo las cosas...Aunque cuando quiero recuperar la jovialidad y el buen humor siempre acabo releyendome a mi querida Jane Austen.Nunca me falla.
Atikus, no sé a qué esperas para leerte el resto.
Desconvencida, también están muy bien los de Woody Allen (¿una ardilla capaz de adivinar cualquier carta en la que estés pensando?), y ahora estoy descubriendo a Terry Pratchett (la trilogía del éxodo de los gnomos o la saga del mundodisco).
Mary, espero el nombre de la susodicha.
La mejor película de Ivory. Sin duda. Imprescindible.
Muy bien elegido el fragmento que citas. La película, de hecho, lo recoge de un modo literal, incluido el poco natural giro de cuello de Anthony Hopkins.
Como el Mr. Belvedere que inmortalizó Clifton Webb no hubo otro mayordomo. El premio para él.
Y sí. Las mujeres no lo entendereis jamás que aseguremos estar leyendo el Penthouse cuando en realidad escondemos un libro de Jane Austen en los bolsillos. Lecturas gozosas ambas, en cualquier caso.
He tenido problemas para entrar en el blog toda la tarde, no sé si será cosa del blogger o de mi otro ordenador, a ver...
Conde-Duque, tengo entendido que éste fue uno de los últimos papeles de Reeve para la gran pantalla antes de su terribe accidente.
Mary Kate, Jane Austen siempre me sorprende...
Balki, los libros de Woody Allen también me alegran el día :), "Sin plumas", "Como acabar de una vez por todas con la cultura", etc...
jajaja, Alex, me ha encantado lo del Penthouse, ahora va a resultar que todos los adolescentes (y no tan adolescentes) esconden las obras completas de Jane Austen bajo su cama :D
No he leído el libro, la peli me pareció una auténtica delicatessen. Creo que debería exhibirse para manuales de futuros actores. Hopkins está inmensurable
detective, el libro merece la pena, es realmente interesante :)
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