«Fue uno de los primeros muertos por Sida a raíz de la transfusión que recibió estando en el sur de Francia con su segunda esposa, Carol Dunlop —explicaba ayer a ABC—. Una noche Julio sufrió una hemorragia estomacal y fue trasladado a un hospital donde le renovaron toda la sangre. Julio me escribió: “Cristina, soy un hombre nuevo, ¡tengo dos litros y medio de sangre nueva!”. Dos años después, en 1982, Carol muere de una enfermedad desconocida a causa de un retrovirus que producía lo que se certificó como una pérdida de defensas inmunológicas. Al poco tiempo Julio empezó a sentir los mismos síntomas: diarreas, cansancio, infecciones y la última manifestación fue la mancha de sangre en la lengua, el sarcoma de Kaposi. Las pruebas de cáncer dieron negativas. ¿Qué padecía, pues, Julio? Una extraña enfermedad no diagnosticada: pérdida de defensas inmunológicas producida por un retro virus, el llamado Sida. Antes de que muriera, el ministro de Sanidad francés fue destituido por la falta de control que había en la sangre».
CRISTINA PERI ROSSI
* En el 25 aniversario de la muerte del Gran Cronopio (que fue ayer) no podía faltar un post dedicado a él. En esta ocasión, su gran amiga Peri Rossi, afirma lo que era un rumor a voces, que Cortázar no falleció a consecuencia de una leucemia, sino como consecuencia del virus del Sida, del que resultó infectado en una transfusión sanguínea, y que así mismo fue la causa del fallecimiento de su mujer, Carol Dunlop, quince meses antes.
10 comentarios:
Ostras! no tenía ni idea...
Gran Cortázar, cronopio imprescindible para la literatura. Y para la vida, en general.
Sida o no sida, Cortázar ya no está, siempre digo lo mismo cuando me acuerdo de un escritor muerto: menos mal que nos quedan sus letras, tan vivamente dispuestas unas detrás de otra. Un beso.
Si, en aquella época (1.984) aún se sabía poco de la enfermedad y de sus formas de transmisión, por lo que no había un control adecuado en el tema de las transfusiones, lo que ocasionó muchos contagios (en EEUU, y en Europa) por esta vía...
Y tanto, Capri, además ayer dijeron que en breve se publicarán textos inéditos suyos...
Siempre nos quedarán sus letras...
Yo tampoco tenía ni idea de que hubiera muerto por esa transfusión... Siempre se aprende algo nuevo leyéndote.
Gracias, Antonio... y bienvenido :)
¿Y qué me dices de esa extraña enfermedad que dicen que tenía el Gran Cronopio? Esa que le hacía crecer y crecer como un gigante.
Estos días leí algo sobre eso, lo decía García Márquez,hasta tiene un nombre científico, pero no soy capaz de volver a encontrarlo.
A cambio te dejo una descripción hecha por García Márquez también:
“Era el hombre más alto que se podía imaginar, con una cara de niño perverso dentro de un interminable abrigo negro que más bien parecía la sotana de un viudo, y tenía los ojos muy separados, como los de un novillo, y tan oblicuos y diáfanos que habrían podido ser los del diablo si no hubieran estado sometidos al dominio del corazón”.
Esté donde esté, nos ha quedado su palabra. Besos.
No puedo dejar de sentir un dolorcito en el pecho a pesar de que nos quedan sus maravillosas letras.
Magnifico tu blog.
Si reemprendí la lectura de "Rayuela", muchos años después, fue por tu causa. Ocurrió el primer día de este año y te aseguro, ahora que ha concluído, que me ha gustado mucho. Muchísimo, de hecho. Qué gran novela y que bonita historia la de Cortázar y Dunlop. Y qué triste final...
*axolotl, qué buena la descripción de García Márquez, la verdad es que lo más llamativo (físicamente hablando) de Cortázar era su altura, sus ojos y su potente voz...
* Muchas gracias, vagancias, y bienvenida!!
* Alex, me alegra haber sido la causante de que te acercaras a Rayuela, la verdad es que es una novela sorprendente...
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