viernes, 25 de agosto de 2006

LADY SING THE BLUES


Me han dicho que nadie canta la palabra "hambre" como yo. Ni la palabra "amor". BILLIE HOLIDAY

Mi pasión por Billie Holiday ya ha sido reflejada antes aquí, viene de lejos, desde la primera vez que la escuché cuando era pequeña. Aquella voz desgarradora se metió dentro de mi y ya nunca me ha abandonado. Nadie como ella ha sabido cantarle al amor, al dolor, a la soledad... Junto con sus canciones, lo mejor para acercarse a ella es su autobiografía, "Lady sing the blues" (editada por Tusquets), escrita junto con William F. Dufty . No os voy a engañar, no es una biografía que tenga una calidad literaria excepcional y si tenemos en cuenta que fue autorizada y coescrita por ella, es fácil llegar a la conclusión de que inevitablemente es autocomplaciente y no ahonda en los episodios más oscuros de su vida, pero me gusta porque sirve para acercarnos más a esa mujer que supo vivir la vida intensamente.

Desde luego no es fácil darse cuenta de que ser mujer y además negra en esa época no era fácil, la propia Billie relata como en sus comienzos tenía muchos problemas para entrar en muchos sitios a diferencia de sus compañeros de orquesta, y cómo no le dejaban pernoctar en muchos hoteles y tenía que conformarse con dormir en la furgoneta. Por otro lado, paradójicamente disfrutó de mucha libertad y siempre fue bien tratada por sus colegas músicos.

" No me vengas a hablar de pioneras que recorrieron los caminos en esos carromatos entoldados, entre montañas plagadas de pieles rojas. Yo soy la chica que fue al Oeste en 1.937 con dieciseis tíos blancos, Artie Shaw y su Rolls Royce... y las montañas estaban ahora plagadas de blancos chalados.(...) En un local de Boston no quisieron dejarme entrar por la puerta principal y querían obligarme a hacerlo por la entrada trasera. Los chicos de la banda no lo podían creer y dijeron:
- Si Lady no entra por la puerta principal la banda no entrará por ninguna de las dos.
Entramos todos.
Comer era un engorro y dormir un problema, pero lo peor era algo tan sencillo como encontrar un sitio para ir al lavabo. A veces recorríamos mil kilómetros con una sola parada... donde no querían servirme, para no hablar de entrar al lavabo sin que se armara jaleo."

Mujer generosa, en múltiples ocasiones volvió sin un duro a su casa, chuleada por sus interesados amantes, se puede decir que fue una mujer con mala suerte en el amor. El libro pasa por encima el espinoso tema de su adicción a la heroina, pero sí que cuenta como los policías tenían siempre a Lady Day en su punto de mira:

" Pasé el resto de la guerra en la 52 y en algunas calles más. Tenía vestidos blancos y zapatos blancos. Y todas las noches me llevaban gardenias blancas y polvo blanco. Cuando estaba enganchada, estaba enganchada y nadie se metió conmigo. Ni la poli,ni los agentes del Tesoro, ni nadie. Los problemas surgieron cuando intenté descolgarme."


También habla de su cruda experiencia de un año en una cárcel de mujeres:

"No entoné una sola nota mientras estuve en Alderson. No tenía ganas de cantar y no lo hice. Algunas presidiarias eran muy amables y solían rogarme que interpretara algo. Se ofendían porque me negaba. No me importaba. No podía haber cantado aunque lo hubiese deseado. Si hubiesen comprendido mi manera de cantar, habrían sabido que yo no podía hacerlo en ese lugar. Mi canto se basa exclusivamente en los sentimientos. No puedo cantar nada que no sienta. Y en todo el tiempo que estuve allí no sentí absolutamente nada."


En conclusión, es un libro fácil de leer y que sirve para acercarte a esta gloriosa figura del jazz. Os dejo con el comienzo y con una de sus últimas actuaciones en directo, el 8 de Diciembre de 1.957, interpretando "Sweet and Mellow" año y medio antes de su muerte (prometo no abusar del YouTube pero me es imposible hablar de ella sin poner una muestra de su música):

"Fue un milagro que mamá, Sadie Fagan, no fuera a parar al correccional y yo al reformatorio. Pero ella me quiso desde el mismo instante en que notó en su vientre un suave puntapié mientras fregaba suelos. Se presentó en el hospital e hizo un trato con la directora: para pagar su estancia y la mía se ofreció a fregar los suelos y atender a las demás mujeres que esperaban tener a sus hijos. Trato hecho: mamá tenía 13 años ese miércoles 7 de abril de 1915 cuando yo nací en Baltimore"

17 comentarios:

ana dijo...

pfff.....

gracias por la historia, y por el vídeo (lester young, gerry mulligan...emoción:))

desconvencida dijo...

Me alegro mucho de leerte por aquí de nuevo, mirtamirta :)

Veo que compartes mi pasión por Billie, justo acabo de editar el post para poner a pie de foto mi cita favorita del libro, casi me la dejo sin poner,¡qué despiste!

El detective amaestrado dijo...

Vidas al filo, terribles, pero tienen tanto de apasionantes como el arte que producían...

desconvencida dijo...

Así es, detective, de hecho, hace años, cuando leí este libro me recordó a otro que leí a los 17 años en un verano que pasé en Estados Unidos, se llamaba "Buried alive in blues" y era una biografía (no eran memorias como en este caso) de Janis Joplin, otra grande. Es fácil encontrar un paralelismo en la vida de ambas, espíritus libres y a la vez enganchadas a tantas cosas (y personas), recorriendo su país en grupos formados solo por hombres, ambas con voz peculiar y cautivadora...

Anónimo dijo...

Esto es luchar y no rendirse ante nada, desde luego apasionante esta historia, gracias por ponerla.

Anónimo dijo...

¡¡¡Amaya!!! Mil gracias de nuevo por tus ánimos. Por lo pronto, y como recomensa, te he preparado una sorpresita (espero que grata...)

Anónimo dijo...

Por cierto, tengo ante mis ojos una veintena de cd's de Billie Holliday, así que si necesitas algo, ya sabes...

desconvencida dijo...

De nada Maite, desde hace años me gusta leer biografías (sobre todo de mujeres), se puede aprender mucho leyendo la vida de los demás...

Dani, ¡me encantan las sorpresas! Qué será será?

Vaya colección de Billie tienes, me ganas ;)

desconvencida dijo...

Por cierto, Maite, ahora mismo me paso por tu blog, el otro día no se me abría la página, no sé qué pasaba...

Anónimo dijo...

La verdad es que tiene mucha miga y muchas cosas que comentar esta entrada del 25 de agosto. En primer lugar, llama poderosamente la atención, por ser lo primero que uno ve, la preciosa fotografía en blanco y negro que has escogido para mostrarnos el rostro de Billie Holliday. En ella la veo radiante, con una amplia sonrisa en la que los dientes contrastan con los labios del mismo modo que lo hacen las blancas floripondias con su oscuro cabello. La frente despejada, las cejas muy marcadas, la nariz y los pómulos resaltados. Me transmite felicidad, pero no duradera, sino más bien pasajera: el brillo de sus ojos delata cierta amargura y o tal vez melancolía.
En segundo lugar, la música y los músicos que, sin ser infantiles, nos marcan desde muy pequeños, generalmente por "culpa" de un familiar, y que seguimos admirando conforme pasan los años.
En tercer lugar, es cierto, sin ser idílica, cuánto ha cambiado el mundo (o al menos algunas de sus partes) en poco tiempo; que se lo pregunten si no a mujeres como ella, y además negras.
En cuarto lugar, supongo que en mayor o menos medida todas las vidas (incluidas, claro está, las nuestras) tienen sus puntos oscuros, y las biografías, prescindan o no de ellos, son forzosamente incompletas además de una construcción irreal.
En quinto lugar, es llamativo cómo gente que murió joven, como Billie (a los 44), sin embargo vivió tan intensamente que se podría decir que vivió una vida entera, si no más.
En sexto lugar, es llamativo el hecho de que no se refugiara en la música mientras estuvo en la carcel, aunque por otro lado lo que explica acerca de los sentimientos lo aclara todo.
En fin, no me alargo más.

Anónimo dijo...

Se me olvidaba: la sorpresita es la última entrada de mi blog, que poco a poco voy tratando de mejorar.
Por cierto, no sé si a alguien más le pasa, pero a veces al entrar en tu blog el encabezamiento de cada comentario no se ve correctamente, o solo la mitad.

Anónimo dijo...

¡Ah! ¡Y abusa de Youtube, please!

desconvencida dijo...

Bueno, Dani, a eso lo llamo yo un análisis en toda regla, vamos, se nota que te gusta Lady Day, muy bien...

Acabo de entrar en tu blog, suena muy bien el último de Dylan, ¡no lo había escuchado! Te veo más puesto en temas técnicos que yo, aunque eso no es difícil,...

Jajaja, lo de no abusar del YouTube lo digo porque no quiero que esto se convierta en un blog exclusivamente visual, me gusta poner textos y comentarios de libros y películas, pero de vez en cuando caerá una de vídeos, de hecho esta tarde he estado preparando un post que relaciona tres vídeos y que colgaré esta semana, ya veréis, ya, espero que os guste...

Ah, en cuanto a eso de que a veces no se ven los títulos o partes del post, a mi también me pasa, lo que hago es darle al botón de actualizar o subrayar el texto y este aparece como por arte de magia ;)

atikus dijo...

Desde luego que fascinante la vida de esta mujer y que gran artista!
Me encantan este tipo de historias, gracias intentaré pillarla. Estaría bien una adaptación al cine.

Porsela dijo...

Bob Dylan cuenta en NO DIRECTION HOME la historia sobre la primera vez que cantó Strange Fruit; nadie aplaudió de lo embelesados que se quedaron todos... parece que a ti te pasó algo parecido la primera vez que la escuchaste. A mi siempre me ha parecido maravillosa esa sensación de descubrimiento. Y es una pena que según vayan pasando los años cada vez cueste más sorprenderse de esa manera. Por suerte siempre tendremos la música de Billie Holliday y Bob Dylan ;)

desconvencida dijo...

atikus, el libro es fácil de conseguir, ¡además está en edición de bolsillo!

Porsela, Strange Fruit es una canción especial, tengo pensabdo hablar de ella un día de estos...Tienes razón en que cada vez cuesta más sorprenderse, pero también se valoran más los descubrimientos ;)
¿qué tal van las vacaciones?

Anónimo dijo...

Vaya, me alegro mucho, al menos una persona ha logrado lo que pretendia: disfrutar escuchando un poco de música. En cuanto a lo de hacer magia... ¡me encanta! Mejor, pues, que no cambies nada.
Por cierto, Porsela: es difícil llegar a alcanzar el encanto y el misterio del rostro de Amaya, pero el tuyo me ha parecido de lo mejorcito que he visto por la red.

 
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