lunes, 23 de febrero de 2009

MARCEL PROUST


— A veces desearía poder dormir hasta los dieciocho años, saltarme toda esta mierda, el instituto y todo lo demás. Saltármelo todo.

— ¿Sabes quien es Marcel Proust?

— ¿Es ese del que enseñas?

— Sí, un escritor francés. Un auténtico fracasado. Nunca tuvo un trabajo, sus amores fueron un desastre, gay... Estuvo veinte años escribiendo un libro que ya casi nadie lee, pero quizá sea el mejor escritor desde Shakespeare… En fin, él llego al final de su vida, echó la vista atrás y decidió que todos esos años en los que sufrió fueron los mejores de su vida, porque le moldearon. Los años de felicidad… perdidos, no aprendió nada. Así que, si durmieras hasta los dieciocho... Piensa en todo el sufrimiento que te ibas a perder. ¿El instituto? Son los primeros años de sufrimiento. No vas a encontrar más sufrimiento que ese.

JONATHAN DAYTON & VALERIE FARIS "Pequeña Miss Sunshine" (2.006)

15 comentarios:

francisco aranguren dijo...

De verdad se pasa muy mal en la adolescencia, uno vive contra sí mismo, no se soporta, hace lo que no quisiera y es incapaz de hacer lo que desea ardientemente. Se sufre muchísimo en esa especie de prisión en que uno vive. Eso quedó atrás ya para mí, tanta vergüenza, tanta timidez, tanta impotencia, tanta torpeza...Si sirve de algo...a lo mejor. Pero es -volviendo atrás- la peor de las épocas de la vida.Yo la viví en Pamplona, y Pamplona, para mí, era horrible (porque yo era horrible).

pony dijo...

hey! hace poco he vuelto a ver Little Miss Sunshine... qué risa... Cómo se quieren... Muchísimo. Cómo cuidan los unos de los otros... :)

El adolescente me encanta. Con su cartel gigante de Nietszche. jajajaj. Es lo más.

Vicky Wolf dijo...

Grandísima película y grandísimo diálogo. Sí que se sufre, sí... Yo todavía estoy intentando aprender de ese sufrimiento.

desconvencida dijo...

* Uff, Francisco, la adolescencia... yo precisamente cuando comenzaba a ser adolescente me trasladé a vivir a Pamplona con mi familia (desde Madrid) y créeme que te entiendo....

* Pony, cierto, cómo se quieren, sin decírselo... qué tierna es la peli, yo la volví a ver también hace bien poco...

* Anokha, supongo que la adolescencia, igual que la infancia, nos marca y hace de nosotros lo que somos ahora...

el marido de la portera dijo...

¿Es necesario ese sufrimiento para convertirnos en buenos adultos o simplemente es el consuelo que nos hemos fabricado todos aquell@s que no conseguimos entrar en el equipo, ser jefa de animadoras o rey/reina de la fiesta?

Sigo investigando, hasta ahora sólo he encontrado manadas imbéciles que no sufrieron nada y rebaños de estúpidos que lo pasaron fatal. En definitiva, hombres y mujeres como tú y como yo.

Volveré a visitarte, me han encantado las reflexiones que propones en cada post. Un saludo.

Mad Hatter dijo...

Me pareció una gran película que ya comenté brevemente en su día. Trata con mucho humor algunas de las grandes contradicciones de nuestro tiempo, así como sobre la rebeldía que, pese a todo, parece que se resiste a desaparecer.

Anónimo dijo...

Yo tengo un hijo de catorce, se llama Ciro
Y es ,Maravilloso

Como la que aquí escribe.


Ciro

Mar dijo...

Es una preciosa película, con personajes y guión redondos. Qué triste es la mirada del adolescente y cuánto me gusta Steve Carell.

El instituto marca y marcan todas esas cosas que hacemos por primera vez de adolescentes -algunas insignificantes-. Es una época de grandes tristezas y grandes logros (besos, amigas del alma, fiestas de verano...).

Besos.

Capri c'est fini dijo...

Es que el instituto es un lugar infame, no sé si es por la edad o por qué, pero deja tocado a muchos. Así que no me extraña nada que el chaval de Pequeña Miss Sunshine quisiera dormir hasta pasarlo. Aunque el consejo de su tío es tremendamente sabio. Sin sufrimientos no aprenderíamos en la vida... pero ¿a quién le gusta sufrir? Un beso.

Paco Becerro dijo...

Yo no he leido a Proust, se lo decía a Koolau en lo suyo, y es una asignatura pendiente, que cada vez me atrae más.

Por otra parte, esperaba encontrarme a Antonio Machado en tu blog, con lo de su aniversario...

Besos

Anónimo dijo...

Beso las heridas que le causó mi adolescencia... expiación con amor y no con sangre....

Anónimo dijo...

qué grande esa peli "pequeña Miss Sunshine", y qué sabio el consejo del tio al adolescente,el problema es que cuesta ver la utilidad del sufrimiento,pero yo creo que sí que la tiene,sólo que a veces necesitamos tiempo y perspectiva para descubirlo.

Anónimo dijo...

Te pedí amor
gracias por la tecnología.
busque tus caricias
llego el dinero
Ahora tengo 43
solo soy un niño

Ciro

koolauleproso dijo...

Caramba, parece haberse instalado una "fiebre Proust" en la bloggosfera. La cosa empezó con un post de Horrach, titulado "Descorchando a Proust", que me incitó a realizar mi propia versión "Proust, el grande", y ahora reparo en que tu recoges eate diálogo de la deliciosa "Pequeña Miss Sunshine" que, a mi, Proustiano declarado y fervoroso,me había llamado poderosamente la atención cuando vi la película.

Anónimo dijo...

Este diálogo fue mi último posteo en mi viejo blog. Un 12 de febrero del año pasado. Cuando lo leí, la madrugada del lunes pasado, recordé todo cuanto me ha ocurrido este año y no fue un trago fácil de digerir. Todo, incluso lo bueno (que no fue poco), desapareció de mi vida.

El diálogo es precioso. De lo mejor que he escuchado en años. Una manera adecuada de recordar a la pequeña Miss Sunshine...

 
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