"Persiste, con todo, la sensación de oportunidad perdida. Tal vez no exista nada equiparable al recuerdo de haber sido jóvenes juntos. Tal vez sea tan sencillo como esto. Richard era la persona a quien Clarissa amaba en el momento más optimista de su vida. Richard había estado a su lado al anochecer en la orilla del estanque, con pantalones vaqueros y sandalias de goma. Richard la había llamado "Señora Dalloway" y se habían besado. Él había abierto la boca dentro de la suya; la lengua de Richard (excitante y absolutamente familiar, Clarissa nunca lo olvidaría) se había abierto camino nítidamente hasta encontrarse con la lengua de ella). Se habían besado, y habían rodeado juntos el estanque. Una hora después irían a cenar y beberían una considerable cantidad de vino. El ejemplar de Clarissa de El cuaderno dorado descansaba en la blanca mesilla despotrillada del dormitorio del ático donde ella todavía dormía sola; Richard no había empezado a pasar allí alguna que otra noche.
Había parecido que era el principio de la felicidad, y a Clarissa la conmociona todavía, más de treinta años después, comprender que era la felicidad; que la experiencia completa residía en un beso y un paseo; la previsión de una cena y un libro. La cena está ahora ya olvidada; hace mucho tiempo que Lessing ha sido eclipsada por otros escritores; y hasta el sexo, una vez que Richard y ella alcanzaron ese punto, fue ardiente pero desmañado, insatisfactorio, más afable que apasionado.
Lo que sobrevive intacto en la mente de Clarissa, más de tres decenios después, es un beso al atardecer sobre un espacio de hierba muerta, y un paseo alrededor de un estanque mientras los mosquitos zumbaban en la creciente oscuridad del aire. Perdura aquella perfección singular, y es perfecto en parte porque en aquel tiempo parecía claramente prometer algo más. Ahora lo sabe: aquel fue el momento, justo entonces. No ha habido ningún otro."
MICHAEL CUNNINGHAM "Las horas" Premio Pulitzer 1.999.
10 comentarios:
Para mí, que he dado varios años una asignatura de bachillerato de cine y literatura, uno de los pocos ejemplos de peli superior al libro, más sugerente, menos plana. Otro que siempre cito es "Los santos inocentes".
Saludos.
A mi también me justa en este caso el libro más que la película... en cuanto a "Los santos inocentes" no puedo opinar porque no he leído el libro, pero su adaptación es todo un peliculón..
Este párrafo que has recortado es espléndido. La película no he podido volver a verla , habré tenido el dvd en las manos cientos de veces y al final acabo devolviéndolo al estante de la tienda...no sé si la volveré a ver...Había en ella demasiadas cosas de esas que se te cuelan dentro.
Es curioso, Mary Kate, yo tampoco he vuelto a verla... recuerdo que la vi sola en el cine, en Callao, estaba pasando unos días en Madrid después de uno de mis últimos exámenes de oposición... como bien dices pertenece a esa categoría de películas que, siendo muy buenas, uno escoge no volver a ver por lo dolorosas e intensas que pueden resultar...
Esta parte se me quedó especialmente grabada cuando vi la película, y al tener el libro en mis manos se llevó la correspondiente marca en la página, hasta el día de hoy :)
Pero qué peliculón es Las horas!!!! Aún no me he leído el libro pero me han entrado unas ganas tremendas de hacerlo. Muy buena recomendación, sí señora...
Me alegro, anónimo de nicks originales ;)
(a ver si me revelas un día de estos tu identidad)
Jajajaja, podría ser malo y no revelarlo nunca, pero me has pillado en un día tonto. Te paso mi MySpace (que también tiene blog y así cotilleas) y seguro que adivinas quien soy (en caso contrario, avisa). Desde que me he hecho fan de tu blog, el pelo me luce mejor y tengo una sonrisa de anuncio. Un beso, Amaya.
jajaja, ¡eres Moisés! Mira que lo sospeché cuando empezaste a aparecer por aquí después de que añadiera en Facebook a Rafi ;) pero tenía mis dudas... Espero que te vaya todo muy bien, mándame un mail y me pones al tanto de todo...
Este es uno de los casos en los que la película me ha llevado al libro...y me he quedado con el segundo.A pesar de que no tengo mal recuerdo de la peli, y eso que también la vi hace tiempo. Pero me pasa como a vosotras, no me apetece volver a verla.
Besos ricos, ricos.
Ya veo, Lula, que a unos nos gusta más el libro que la película y viceversa, en cualquier caso todos coincidimos en que la historia es bastante intensa...
Publicar un comentario