sábado, 31 de marzo de 2007

EVERYBODY HURTS



When the day is long and the night, the night is yours alone,
When you're sure you've had enough of this life, well hang on.
Don't let yourself go, everybody cries and everybody hurts sometimes.

Sometimes everything is wrong. Now it's time to sing along.
When your day is night alone, (hold on, hold on)
If you feel like letting go, (hold on)
When you think you've had too much of this life, well hang on.

Everybody hurts. Take comfort in your friends.
Everybody hurts. Don't throw your hand. Oh, no. Don't throw your hand.
If you feel like you're alone, no, no, no, you are not alone

If you're on your own in this life, the days and nights are long,
When you think you've had too much of this life to hang on.

Well, everybody hurts sometimes,
Everybody cries. And everybody hurts sometimes.
And everybody hurts sometimes. So, hold on, hold on.
Hold on, hold on. Hold on, hold on. Hold on, hold on. (repeat & fade)
(Everybody hurts. You are not alone.)



* Hacía años que no veía el vídeo musical de esta preciosa canción (por cierto que viéndolo es fácil saber de dónde sacó Isabel Coixet la idea de una escena similar de su película "Cosas que nunca te dije").

R.E.M. es un grupo que me acompañó toda mi adolescencia, habré escuchado sus discos cientos de veces pero nunca he tenido la oportunidad de verles en directo (aún recuerdo la envidia que me dieron mis amigas cuando fueron a verles en el Gutierrez Festival en Madrid - que sólo se celebró ese año - y yo me tuve que quedar a estudiar un examen de la carrera, cosas de ser excesivamente responsable). Supongo que tarde o temprano acabaré viéndoles, aunque ya no sea lo mismo para mi...

Os dejo con otro de sus clásicos, "Man on the moon" (que coincide en su título con la película de Robert Mulligan de la que hablaba el otro día), tocada en directo junto con Bruce Springsteen en la gira que dieron junto con otros artistas por los Estados Unidos bajo el emblema "Vote for change", lástima que no les sirviera de mucho...

viernes, 30 de marzo de 2007

RÍO SIN RETORNO



There is a river called the River of no return
Sometimes it's peaceful and sometimes wild and free!
Love is a trav'ler on the River of no return
Swept on for ever to be lost in the stormy sea
Wail-a-ree I can hear the river call [ no return, no return ]
Where the roarin' waters fall wail-a-ree
I can hear my lover call come to me [ no return, no return ]
I lost my love on the River and for ever my heart will yearn
Gone gone for ever down the River of no return
Wail-a-ree wail-a-re-e-ee
He'll never return to me! Never[ no return, no return, no return ]


El miércoles me disponía a ver con muchas ganas "La ronda" de Max Ophüls (película basada en una novela de Arthur Schnitzler, autor de "Relato soñado" ) cuando nos dijeron que la copia había llegado dañada y habían sustituido en el último momento por "Río sin retorno" (1.954) de Otto Preminger.

Como no hay mal que por bien no venga, me alegré de encontrarme por sorpresa con esta película que hacía tiempo tenía ganas de ver. Se puede decir que es un western muy sencillo. A un campamento de buscadores de oro llega Matt Calder (Robert Mitchum) en busca de su hijo. Sólo sabemos de él que es un hombre de oscuro pasado que ha pagado dinero a otro hombre para que le lleve allí a su hijo tras el fallecimiento de la madre de éste. Encuentra al chico que está bajo la protección de Kay (Marilyn Monroe), una cantante de saloon. Ambos emprenden el camino de vuelta a la granja familiar, pero su destino volverá a cruzarse con Kay, cuando rescaten a ésta y a su marido Harry Weston de morir ahogados a bordo de una balsa con la que pretenden llegar a Council City para registrar una mina que Weston a ganado a las cartas. A pesar de la ayuda que le proporcionan, Weston decide que llegará antes a Council City si roba el caballo y el único rifle de Calder, y así, indefensos frente a los indios que acechan(hacía mucho que no veía unos indios más postizos en el cine, todos con sus plumas y sus pinturas idénticos los unos a los otros), abandona a Calder malherido y a su hijo. En el último momento Kay decide que no puede dejar al niño solo con su padre en este estado y se queda. En cuanto Weston se ha marchado los malvados indios atacan la granja, y, sin otro medio de transporte a mano con el que huir, los Calder, padre e hijo, y Kay deciden emprender el camino a Council City en la balsa.

El personaje de Robert Mitchum en esta película es sobrehumano, jajaja: lo mismo caza desde la balsa a lazo un ciervo que cruza el río(y suponemos que lo mata con su diminuto cuchillo, porque no tiene otro arma), como pasa los rápidos del río agarrado sólo con una mano a la balsa y luego se sube a ella sin signo alguno de agotamiento, o desarma con las manos a un hombre que le apunta con una pistola, se enfrenta a un puma también con las manos (en esta escena según mi amigo se notaba que el bicho estaba disecado, pero no hay que ser tan puntilloso, jaja), y aún le quedan fuerzas para darle un masaje completo a Marilyn Monroe para ayudarle a entrar en calor (ejem).


Es un western entretenido, aunque es considerada una de las películas más flojas de Preminger. La parte musical es de destacar, empezando por la primera canción (que no he encontrado para poneros aquí, "One silver dollar"), continuando por la que da título a la película, "River of no return" (recuerdo que en su album "Rose Kennedy", el francés Benjamin Biolay incluye un trozo de esta canción en "Les cerfs volants"), o ésta que pongo a continuación, "Down in the meadow":



* Intuyo que esta película le gustará a Red River, que hace poco confesó que se pierde por las películas en las que intervienen ríos y barcos que los recorren :)

jueves, 29 de marzo de 2007

PARA TI


También el último de todos los días,
cuando los perros rotos apasionados por las noches
frías, rotas, apasionadas por los venenos
escondidos en las habitaciones de los pequeños
hoteles amarillos,
atraviesen los hilos de plata del último atardecer
con odio,
para vomitar sus ladridos junto a los cristales
de mi ventana roja
de madera, para disparar canciones negras como
los líquidos malolientes y perdidos de estas calles,
para expulsar miradas que aplastarán tus recuerdos
y mi sonrisa,
que acuchillarán tus cartas;
también el último de todos los días
escribiré para ti.

Recogeré algunas palabras de entre los restos blancos
de las colillas,
de entre los restos verdes de las botellas de cerveza,
repetiré contra todos los perros rotos apasionados
por las noches frías apasionadas por
los venenos
todos los gritos dulces como Mi amor,
te necesito;
repetiré contra todas las cosas imposibles
todos tus nombres,
será la despedida,
será como la despedida de cualquier muchacho
cero
con dos o tres corazones cero
de papel;
repetiré :Tú el más gris de los mares,
repetiré: Tus ojos pequeños;
condenado a construir frases inconexas,
también el último de todos los días
escribiré para tí."

BERNARDO ATXAGA. Henry Bengoa, Inventarium (1986).


* Hace años que la intensidad de este poema me tiene atrapada.

miércoles, 28 de marzo de 2007

EL FIN DEL ROMANCE


"Durante varios días, después de esto, tuve esperanzas. No era sólo una coincidencia que no contestara el teléfono, y cuando una semana más tarde me encontré con la criada de Sarah y al preguntarle por los señores me contestó que Sarah estaba en el campo, me dije que en un tiempo de guerra no tenía nada extraordinario que las cartas se perdieran. Mañana tras mañana oía el ruido en el buzón, y, haciendo un esfuerzo, aguardaba a que la patrona me subiese el correo. No miraba carta por carta, sino que las leía por turno, tal y como me eran entregadas, a fin de diferir la decepción y conservar la esperanza el mayor tiempo posible, y sólo cuando llegaba a la última, y comprobaba que no había ninguna de Sarah, acccedía a darme por vencido. Enseguida la vida se marchitaba hasta el correo de las cuatro, para luego pasar de nuevo la noche en espera. Dejé pasar casi una semana sin escribirle:el orgullo me lo impedía, hasta que lo dejé por entero a un lado y le escribí ansiosa y amargamente poniendo en el sobre "Urgente" y "Reexpídase". Como no obtuve respuesta, abandoné al fin toda esperanza y recordé palabra por palabra lo que me había dicho, que la gente continúa amando a Dios toda su vida aunque no lo ve. Pensé con odio: el caso es verse hermosa en el espejo, mezcla la religión con el abandono para hacerlo sonar bien."

GRAHAM GREENE "El fin del romance".


Maurice Bendrix (Ralph Fiennes), alter ego de Greene en la adaptación de esta novela al cine (dirigida por Neil Jordan en 1.999) no se puede explicar el silencio de su amante Sarah (Julianne Moore), que un día desaparece de su vida sin mayor explicación. Esa misma tarde, la casa en la que ambos se encuentran a escondidas ha sufrido un bombardeo en el que él resulta malherido(estamos en Londres en la Segunda Guerra Mundial), después del cual se despide como siempre de Sarah sin saber que es un adiós definitivo. Maurice, desesperado y cegado por sus celos, intentará averiguar la razón de la ruptura, pero a veces las apariencias engañan, y en este caso especialmente, ya que Maurice no sospecha ni remotamente la verdadera razón de la ruptura... Y hasta aquí puedo leer...

Esta curiosa película, supuestamente basada en la vida del propio Greene, fue adaptada previamente al cine en 1955, con Deborah Kerr como protagonista, aunque no he visto esta última versión. Hay que mencionar que en la versión de Neil Jordan, el papel de Henry Miles, el marido cornudo de Sarah está interpretado por su actor fetiche, el genial Stephen Rea (que saltó a la fama como protagonista de su "Juego de lágrimas").

(Aviso: la contemplación de la siguiente imagen móvil durante varios segundos puede marearos, jajaja)



- Sarah..
- ¡Dios mío, estás vivo!
- Pareces decepcionada.
- Estás herido.
- No sólo es un corte, eso es todo. ¿Qué hacías en el suelo?
- Rezaba
- ¿A qué?
- A cualquier cosa que pudiera existir.
- Bueno, habría sido más práctico bajar las escaleras.
- Lo hice.
- ¿Y por qué no me despertaste?
- Lo intenté. No te moviste. No lo entiendo. Sabía con certeza que estabas muerto.
- Entonces no había mucho por lo que rezar, ¿no?
- Un milagro.
- Y nosotros no creemos en eso.
- No.
- Y esa sirena significa que te vas.
- Sí.
- Por favor, no.
- Tengo que irme, Henry me va a...
- Olvida a Henry.
- No lo entiendo, estabas muerto.
- He vuelto, siento decepcionarte, Sarah.
- El amor no se acaba sólo porque dejemos de vernos.
- Ah, ¿no?
- La gente sigue amando a Dios,¿no? Toda la vida, sin verle.
- Esa no es mi clase de amor.
- Puede que no haya otra.

martes, 27 de marzo de 2007

QUÉ HACE UNA CHICA COMO TÚ...


Dicen que siempre que era preguntado, Robert Doisneau elegía como su fotografía favorita, la llamada "Mademoiselle Anita. La Boule Rouge" 1.951. A mi también me parece una fotografía preciosa, es inevitable pensar en esa chica, en qué estaría pasando por su cabeza en esos momentos, triste y pensativa en un salón de baile, mientras que a su alrededor la gente se divierte... Por cierto que se puede ver al propio Doisneau en los dos ángulos del espejo, captando ese preciso instante.

Inevitablemente Mademoiselle Anita me recuerda a la canción de Burning "¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?" (aunque la pobre Anita no tiene exactamente imagen de mujer fatal...) Este vídeo es del programa "Aplauso", 1.979 (a mitad del vídeo se desincroniza música e imagen, quien sabe por qué):

Qué hace una chica como tú en un sitio como este?
¿qué clase de aventura has venido a buscar?
Los años te delatan, nena, estás fuera de sitio.
Vas de caza ¿a quién vas a cazar?
No utilices tus juegos conmigo.

Mujer fatal, siempre con problemas.
Mujer fatal, siempre con problemas.

¿Qué tienes en los ojos, nena, o es que vas a llorar?
Ya sé que alguien pisó tu orgullo en un oscuro portal.
No intentes atraparme, he aprendido a volar.

Mujer fatal, siempre con problemas.
Mujer fatal, siempre con problemas.

¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?
¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?
¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?

Mujer fatal, siempre con problemas.
Mujer fatal, siempre con problemas.
Mujer fatal, este no es tu sitio.
Mujer fatal, siempre con problemas.

Tú eres fatal
Mujer fatal, este no es tu sitio…


lunes, 26 de marzo de 2007

BATALLA DE INGENIO




Vizzini: Ahora quedáis vos y yo... si deseáis su muerte, os ruego que sigáis avanzando.

Pirata Roberts: Permitid que os explique...

Vizzini: No hay nada que explicar. Vos queréis raptar lo que he robado legítimamente.

Pirata Roberts: ¿Quizás podamos llegar a un acuerdo?

Vizzini: No habrá ningún acuerdo... y vos la mataréis.

Pirata Roberts: Pero si no puede haber ningún acuerdo nos encontramos en un callejón sin salida...

Vizzini: Eso me temo. No puedo competir físicamente con vos, y vos no estáis a la altura de mi ingenio.

Pirata Roberts: ¿Tan inteligente sois?

Vizzini: Dejadme que os lo explique: ¿Habéis oído hablar alguna vez de Platón, Aristóteles, Sócrates...?

Pirata Roberts: Sí.

Vizzini: ¡Idiotas!

Pirata Roberts: ¿De veras? En tal caso os desafío a una batalla de ingenio.

Vizzini: ¿Por la princesa? ¿A muerte? ¡Acepto!

Pirata Roberts: Bien, servid el vino entonces. Inhalad esto pero sin tocar.

Vizzini: No huele a nada.

Pirata Roberts: Lo que no lográis oler se llama polvo de iocaína. Es inodoro e insípido y se disuelve intantáneamente en cualquier líquido. Da la casualidad que es el veneno más mortífero conocido por el hombre.

Vizzini: Hmmm.

Pirata Roberts: Bien. ¿Dónde está el veneno? La batalla de ingenio ha comenzado. Acabará cuando vos decidáis y después de que nos bebamos el vino y descubramos quien estaba en lo cierto y... quien muerto.

Vizzini: Pero es todo tan simple. Lo único que debo hacer es deducir, por lo que conozco de vos, cómo funciona vuestra mente. ¿Sois de la clase de hombre que pondría el veneno en su propia copa o en la del enemigo? Bien, un hombre inteligente pondría el veneno en su propia copa, porque sabría que sólo un perfecto tonto escogería la copa que le fue asignada. Está claro que no soy un perfecto tonto, de manera que no escogeré vuestro vino. Vos sabíais que no soy un perfecto tonto, de modo que también sabíais que yo jamás me tragaría semejante treta. Habríais contado con ello. De manera que también está claro que tampoco voy a escoger mi copa.

Pirata Roberts: ¿Entonces habéis decidido?

Vizzini: En absoluto. La iocaína es un veneno que viene de Australia, y ese país, como todo el mundo sabe, está poblado de criminales, y los criminales están acostumbrados a que nadie se fíe de ellos, igual que yo no me fío de vos, lo cual indica claramente que no puedo escoger el vino que tenéis delante.

Pirata Roberts: A decir verdad, poseéis un intelecto mareante.

Vizzini: ¡Espera que lo adivine! ¿Dónde estaba?

Pirata Roberts: Australia.

Vizzini: Sí, Australia. Aunque, una vez más, debéis haber sospechado que yo conocía los orígenes de la iocaína, de manera que sabíais que también conocía a los criminales y su comportamiento; por lo tanto, está claro que no puedo escoger el vino que tengo delante de mi.

Pirata Roberts: Estáis bloqueado.

Vizzini: ¿Eso os gustaría, no? Habéis derrotado a mi gigante, lo cual significa que sois excepcionalmente fuerte, de manera que es posible que hayáis puesto el veneno en vuestra copa, en la confianza de que vuestra fortaleza os salvará de la muerte; por lo tanto está claro que no puedo escoger el vino que tenéis delante. Pero además habéis vencido a mi español, lo cual significa que debéis haber estudiado,y estudiando debéis haber aprendido que el Hombre es mortal, de manera que habríais mantenido el veneno lo más alejado posible de vos; por lo que está claro que no puedo escoger el vino que tengo delante de mi.

Pirata Roberts: Lo único que pretendéis con tanta charla es que me delate, pero no os dará resultado.

Vizzini: ¡Ha funcionado! ¡Ya lo sé todo de vos! ¡Ya sé dónde está el veneno!

Pirata Roberts: Escojed entonces.

Vizzini: Lo haré, voy a escoger... ¿Qué demonios es eso? (señala con el dedo, el Pirata Roberts se gira y entonces Vizzini cambia las copas)

Pirata Roberts: ¿Qué? ¿Dónde? Yo no veo nada.

Vizzini:Bueno, juraría que he visto algo. Da igual. Jajaja

Pirata Roberts: ¿Qué es tan gracioso?

Vizzini: Os lo contaré en un minuto. Primero, bebamos. Yo de mi copa, y vos de la vuestra.

Pirata Roberts: Habéis escogido mal.

Vizzini: Ja ja ja. Vos pensáis que he elegido mal. Eso es lo que me hace gracia. He cambiado las copas cuando os habéis girado. Ja ja ja ¡Idiota! Habéis sido víctima de un error muy clásico. El más famoso es: "No te mezcles en una guerra de terrestre en Asia", aunque sólo ligeramente menos conocido es este otro: "Nunca luches contra un siciliano cuando la muerte está al acecho". Ja ja ja ja ja....(muere)

Buttercup: ¿Quien sois?

Pirata Roberts: No soy alguien con quien se pueda jugar. Eso es todo lo que os hace falta saber.

Buttercup: Y pensar que durante todo el rato era vuestra copa la que contenía el veneno.

Pirata Roberts: Ambas estaban envenenadas. Durante los últimos años he tomado pequeñas dosis del veneno para hacerme inmune a él.

"La princesa prometida" (1987) de ROB REINER

* Este año se cumplen 20 años del estreno de esta maravillosa película.

** Yo también me declaro fan fatal de Wallace Shawn (Vizzini) , porque sin secundarios como él el cine sería mucho más aburrido. Su primera aparición importante fue en "Manhattan"(1.979) de Woody Allen, en un papel breve pero divertido. Es el ex-marido de Diane Keaton, Allen está harto de oir hablar de él como un gran amante, un hombre con mucho éxito con las mujeres, etc... y cuando coinciden con él en una tienda de ropa, y se encuentra con un hombre feo, bajito y con unos kilos de más no sale de su asombro, aunque él no sea un Adonis precisamente:


WOODY ALLEN: ¡Cómo me habías engañado! Me he quedado impresionado porque no era lo que me esperaba.

DIANE KEATON: ¿Y qué esperabas?

W.A.: No sé, tú decías... siempre me hiciste creer que tenía un gran éxito con las mujeres y que te inició en el sexo... no?

D.K.: Sí, y es cierto, ¿y qué?

W.A.: Y luego me encuentro con este hombre pequeño y calvo, en fin, no, no...

D.K.: Pues es bastante irresistible...

W.A.: ¿De veras? Tal vez lo sea, resulta increíble lo subjetivas que son estas cosas...


sábado, 24 de marzo de 2007

I´M A ROCK



A winter's day
In a deep and dark December
I am alone
Gazing from my window
To the streets below
On a freshly fallen silent shroud of snow

I am a rock
I am an island

I've built walls
A fortress deep and mighty
That none may penetrate
I have no need of friendship
Friendship causes pain
It's laughter and it's loving I disdain

I am a rock
I am an island

Don't talk of love
Well I've heard the word before
It's sleeping in my memory
I won't disturb the slumber
Of feelings that have died
If I never loved I never would have cried

I am a rock
I am an island

I have my books
And my poetry to protect me
I am shielded in my armor
Hiding in my room
Safe within my womb
I touch no one and no one touches me

I am a rock
I am an island

And a rock feels no pain
And an island never cries

SIMON & GARFUNKEL



* El propio Paul Simon dice en la presentación de esta canción que Art Garfunkel consideraba por entonces "I´m a rock"(de su album "Sounds of Silence") una de sus canciones más neuróticas, y leyendo su letra no me extraña. Es una canción que me parece preciosa pero al escucharla hoy en día me sorprende que fuera capaz de oírla tantas y tantas veces (en un viejo vinilo) en mis años de adolescencia, su letra puede ser realmente deprimente, aunque supongo que hacía juego con el típico desencanto adolescente (o no tan adolescente, depende de la época por la que uno pase). Como dice Simon, es una canción sobre la soledad.

** Ver este vídeo me ha recordado un verano ya lejano en Londres, paseaba con una amiga por Covent Garden y encontré una pareja de imitadores de Simon & Garfunkel símplemente geniales, el parecido a Simon hasta llevaba la camiseta a rayas del vídeo, el otro era alto y espigado, con el mismo pelo que Garfunkel. Recuerdo asistir a su concierto en plena calle, y escuchar todos los clásicos de esta pareja, que interpretaron muy bien por cierto. Fue una tarde genial.



viernes, 23 de marzo de 2007

CARTIER-BRESSON


“El aparato fotográfico es para mi un cuaderno de croquis, el instrumento de la intuición y de la espontaneidad, el maestro del instante que, en términos visuales, cuestiona y decide al mismo tiempo. Para significar el mundo, es preciso sentirse implicado con lo que se recorta a través del visor. Esta actitud exige concentración, sensibilidad, un sentido de la geometría. Es a través de una economía de medios y sobre todo el olvido de uno mismo como se llega a la simplicidad de la expresión”

HENRI CARTIER-BRESSON

* Aquí tenéis una muestra de las fotografías de Cartier-Bresson en la agencia Magnum que fundó junto con Robert Capa, David Seymour, William Vandivert y George Rodger en 1.947.


jueves, 22 de marzo de 2007

OLVIDO

¿Has olvidado que el bosque es tu hogar?
¿Que el bosque grande, profundo y sereno
te espera como a un amigo?
Vuelve al bosque.

Allí aprenderás a ser de nuevo un niño.

¿Por qué te olvidaste que el bosque es tu amigo?

Los caminos de las hormigas bajo el cielo,
el estero que te daba palabras luminosas,
el atardecer con el que juegas con la lluvia.

¿Por qué lo has olvidado?

¿Por qué no recuerdas nada?


JORGE TEILLIER



A FOREST

come closer and see
see into the trees
find the girl
while you can
come closer and see
see into the dark
just follow your eyes
just follow your eyes

i hear her voice
calling my name
the sound is deep
in the dark
i hear her voice
and start to run
into the trees
into the trees

into the trees

suddenly i stop
but i know it's too late
i'm lost in a forest
all alone
the girl was never there
it's always the same
i'm running towards nothing
again and again and again

THE CURE

* Esta canción de The Cure pertenece a su álbum "Seventeen Seconds" (1.980) y en el vídeo sorprende ver a su cantante, Robert Smith, con pinta de niño bueno (camisa abotonada hasta arriba), sin el rímmel, carmín y laca característicos. Lo que puede hacer un cambio de imagen...

miércoles, 21 de marzo de 2007

DIAS DEL CIELO


"Días del cielo" (1.978) de Terrence Malick es la segunda película de este misterioso director, que como ocurre con el escritor J.D. Salinger (el autor de "El guardián entre el centeno") apenas concede entrevistas ni se deja ver o fotografiar en público, por no hablar de lo meticuloso y perfeccionista que es, lo que le ha llevado a rodar únicamente cuatro películas en 33 años de carrera.

La vida para Bill (Richard Gere), su hermana pequeña Linda y su pareja Abby (Brooke Adams) no es fácil en el Chicago de 1.916. Toman la decisión de huir al campo en busca de trabajo y así es como llegan a la hacienda de un rico tejano (interpretado por Sam Shepard, del ya os tengo aburridos de contaros lo mucho que me gusta , en todos los sentidos posibles ;). El patrón es un hombre retraído y aquejado de una enfermedad terminal, que pronto se interesa por Abby. Como piensa Linda (una característica del cine de Malick es que le encanta mostrar los pensamientos de sus personajes): "El granjero no sabe la primera vez que se fijó en ella o qué fue aquello que había en ella y que le llamó la atención. Quizás fue la forma en que el viento soplaba a través de su pelo" .


Bill le propone a Abby fingir que son los tres hermanos, dejando así vía libre al patrón para que se case con ella, pensando que después de un par de años de sacrificio morirá y los tres heredarán la hacienda. Como los planes no siempre salen como uno ha planeado, el fallecimiento del granjero no llega nunca, y los celos de Bill provocarán un drama de consecuencias imprevisibles...


El perfeccionismo típico de Malick del que os hablaba antes se ve reflejado en una fotografía espectacular del gran Néstor Almendros (que le sirvió para ganar el Oscar) y una preciosa música de Enio Morricone, que es el reciente galardonado con el Oscar Honorífico a toda su carrera.

martes, 20 de marzo de 2007

EL DESTELLO


"Pero de repente se apaga la luz.

Las luces se encienden, vuelven a la normalidad, luego se oscurecen, se apagan otra vez. Lo siguiente que desaparece es la música ambiental, y después se oye el murmullo creciente de las conversaciones enojadas, como en un cine cuando se corta la película. La gente se dirige al pasillo nueve a coger velas.

Junto a la salida, una compradora anciana intenta de muy mal humor salir con el carrito por unas puertas eléctricas que no se abren. Un empleado trata de explicar que se ha ido la luz. Por la otra puerta, que se mantiene abierta gracias a un carrito de la compra, ves que tu mejor amigo entra en la tienda.

- La radio no suena - anuncia tu amigo -, y mira... - Por las ventanas de delante ves señales de estelas de vapor que salen de la base de marines de Twentynine Palms del valle - Pasa algo importante.

Entonces es cuando empiezan a sonar las sirenas, el sonido más desagradable del mundo, y el sonido que llevas temiendo toda la vida. Ya está aquí: la banda sonora del infierno; gimiendo, resplandeciendo, espantosa e irreal, que colapsa y confunde tiempo y espacio del modo que un ex fumador confunde tiempo y espacio de noche cuando sueña horrorizado que fuma. Pero ahora el fumador se despierta y encuentra que tiene un pitillo encendido en la mano y el horror es total.

Se oye al encargado hablar por un megáfono. Pide a los clientes que desalojen el local con calma, pero nadie le presta mucha atención. Los carritos quedan abandonados en los pasillos y los cuerpos se escapan, llevándose trozos de carne y botellas de Evian que se les caen en la acera. El aparcamiento ahora parece tan civilizado como una pista de autos de choque. Pero el gordo se queda, al igual que la cajera, que tiene mechones rubios, nariz huesuda de campesina y piel pálida translúcida. Ellos, tu mejor amigo y tú, os quedáis inmóviles, sin habla y en vuestras mentes se enciende el típico mapa del mundo de la sala principal del Mando de la Defensa Aérea del Norte, ¡qué cliché! Y en él aparecen dibujos de los misiles que constante e inexorablemente pasan por encima de Baffin Island, las Aleutianas , el Labrador, las Azores, el lago Superior, las Queen Charlotte Islands, Puget Sound, Maine... ya sólo es cuestión de minutos, ¿o no?

- Siempre me he prometido - dice el gordo, con una voz tan normal que hace que los tres volváis a la realidad - que cuando llegara este momento me comportaría con dignidad el tiempo que quedase, y por eso, señorita - dice, volviéndose a la cajera - por favor, quisiera pagar lo que he comprado.

La cajera, a falta de otras alternativas, le cobra.

Luego llega El Destello.

- ¡Al suelo! - gritas tú, pero ellos continúan con lo que están haciendo, como ciervos deslumbrados por los faros - ¡No queda tiempo!

Pero tu aviso no lo escucha nadie.

Y entonces, justo antes de que las ventanas delanteras se conviertan en una sábana líquida que se hunde hacia dentro, como la superficie de una piscina vista desde abajo después de una zambullida...

Y justo antes de ser bombardeado por una andanada de chicle y revistas...

Y justo antes de que el gordo salga despedido por el aire, se mantenga suspendido en él y se incendie mientras el techo, que se ha vuelto líquido, sale disparado hacia arriba...

Justo antes de todo esto, tu mejor amigo gira el cuello, se acerca a donde estás tumbado y te besa en la boca, después de lo cual te dice: "Ya está, siempre lo he querido hacer".

Y eso es todo. En la ráfaga silenciosa de viento ardiente, como si hubieran abierto el trillón de puertas de horno que llevas imaginando desde los seis años, se termina todo: un poco de miedo, un poco de sexo y sólo queda la añoranza. Muy parecido a la vida, ¿no os parece?.

DOUGLAS COUPLAND "Generación X"

lunes, 19 de marzo de 2007

THE MAN IN THE MOON





Maureen:¿Recuerdas que, de pequeñas, mamá nos decía: "Cuando las cosas se compliquen, todo lo que tienes que hacer es hablar con el Hombre de la Luna"?

Dani: Sí, teníamos que hablar con él y contarle todo, así tendría todas las piezas, como en un puzzle.

Maureen: Y entonces resolvería el puzzle para nosotras mientras dormíamos.

Dani: Ya, pero esas son cosas de niños, Maureen. Nosotras ya somos mayores para creer.

Maureen: Sí, lo sé.


Hace ya algún tiempo Alex me descubrió en un precioso post la última película de Robert Mulligan, "The man in the moon (Verano en Louisiana)" 1.991. Tal y como hizo en "Matar un ruiseñor" o "Verano del 42", películas de las que ya os he hablado previamente, Mulligan vuelve a tratar con gran maestría el tema de la complicada frontera entre la niñez y la adolescencia.

Danielle (Reese Witherspoon en su primer papel protagonista), es una chica de 14 años cuya única preocupación es disfrutar del verano, escuchando sus discos de Elvis Presley (estamos en 1.957), corriendo de un lado a otro y aprovechando para bañarse furtivamente en la poza de los vecinos, para así poder soportar mejor el caluroso verano de Louisiana. Es allí precisamente donde conoce a Court, un nuevo vecino de 17 años, y lo que en un primer momento es un encuentro hostil por ambas partes pasa pronto a ser una buena amistad, y el primer amor (platónico) de Dani. El problema es que Court encuentra a Dani demasiado pequeña para él y, en el momento en que conoce a su hermana Maureen (que tiene su misma edad) comienza una relación con ella, provocando el enfrentamiento entre ambas hermanas, pero un inesperado drama hará que tengan que replantearse si merece la pena seguir enfadadas eternamente.

Al igual que ocurre en las otras películas que he mencionado de Mulligan, en esta predomina un tono melancólico y de pérdida de inocencia. Es inevitable sentirse identificado con las sensaciones típicas de la adolescencia que experimenta la protagonista (qué mala época por cierto, menos mal que quedó muy atrás, jajaja)

Una de las cosas que más me gustan de esta película es lo bien que refleja la peculiar relación que suele darse entre las hermanas, a veces rivales, otras las mejores amigas, pero inevitablemente compañeras durante toda la vida. Por eso me gusta tanto la escena final:



Dani: Maureen, ¿seguirá doliendo siempre tanto?

Maureen: Mamá dice que no.

Dani: Espero que tenga razón

Maureen: Yo también.

Dani: ¿Sabes? A veces creo que nada volverá a tener sentido de nuevo.

Maureen: Quizás la vida no tiene que tener sentido.

Dani: ¿Y eso no te asusta?

Maureen: Sí, me asusta.

Dani: Ojalá pusiese hablar aún con el Hombre de la Luna, ¿no te gustaría a ti?

Maureen: Estaría bien.

Dani: Maureen...

Maureen: ¿Qué?

Dani: ¿Seguiremos hablando la una con la otra siempre?

Maureen: Siempre


sábado, 17 de marzo de 2007

THE STRANGER SONG


It's true that all the men you knew were dealers
who said they were through with dealing
Every time you gave them shelter
I know that kind of man
It's hard to hold the hand of anyone
who is reaching for the sky just to surrender
who is reaching for the sky just to surrender.

And then sweeping up the jokers that he left behind
you find he did not leave you very much not even laughter
Like any dealer he was watching for the card
that is so high and wild
he'll never need to deal another
He was just some Joseph looking for a manger
He was just some Joseph looking for a manger.

And then leaning on your window sill
he'll say one day you caused his will
to weaken with your love and warmth and shelter
And then taking from his wallet
an old schedule of trains, he'll say
I told you when I came I was a stranger
I told you when I came I was a stranger.

But now another stranger seems
to want you to ignore his dreams
as though they were the burden of some other
O you've seen that man before
his golden arm dispatching cards
but now it's rusted from the elbows to the finger
And he wants to trade the game he plays for shelter
Yes he wants to trade the game he knows for shelter.

Ah you hate to see another tired man
lay down his hand
like he was giving up the holy game of poker
And while he talks his dreams to sleep
you notice there's a highway
that is curling up like smoke above his shoulder
It is curling just like smoke above his shoulder.

You tell him to come in sit down
but something makes you turn around
The door is open you can't close your shelter
You try the handle of the road
It opens do not be afraid
It's you my love, you who are the stranger
It's you my love, you who are the stranger.

Well, I've been waiting, I was sure
we'd meet between the trains we're waiting for
I think it's time to board another
Please understand, I never had a secret chart
to get me to the heart of this
or any other matter
When he talks like this
you don't know what he's after
When he speaks like this,
you don't know what he's after.

Let's meet tomorrow if you choose
upon the shore, beneath the bridge
that they are building on some endless river
Then he leaves the platform
for the sleeping car that's warm
You realize, he's only advertising one more shelter
And it comes to you, he never was a stranger
And you say ok the bridge or someplace later.

And then sweeping up the jokers that he left behind ...

And leaning on your window sill ...

I told you when I came I was a stranger.

LEONARD COHEN



* Larga vida a Mr. Cohen. Fijaros en la lágrima que corre por su mejilla al terminar la canción :)

viernes, 16 de marzo de 2007

SONS OF LEE MARVIN


LEE MARVIN

Quizás de las muchas sociedades secretas (o no tanto) que existen,una de las más divertidas es la que forman los "Hijos de Lee Marvin"(Sons of Lee Marvin). Ayer, cuando me dirigía a ver "Los profesionales" de Richard Brooks (lástima que me equivoqué de hora y me quedé sin película), interpretada entre otros por el propio Marvin, recordé la historia que leí hace tiempo sobre este "club", fundado por el director de cine Jim Jarmusch y que cuenta entre sus miembros oficiosos (que no oficiales, al fin y al cabo es una sociedad secreta, jaja) a:

JIM JARMUSCH
JOHN LURIE
NICK CAVE
TOM WAITS
IGGY POP
NEIL YOUNG
THURSTON MOORE
RICHARD BOSE


Parecidos a Lee Marvin o no (aquí depende de lo fisionomista que sea cada uno), hay que reconocer que lo que surgió como una broma entre amigos ha sido alimentado por ellos mismos en múltiples entrevistas, con innegable sentido del humor:

"No soy libre para divulgar información sobre la organización, más allá de confirmarte que existe. Puedo revelarte los nombres de otros tres miembros de la organización: Tom Waits, John Lurie, and Richard Bose. Para ser miembro tienes que tener una estructura facial tal que pudieras ser pariente o ser incluso un hijo de Lee Marvin. No hay mujeres, obviamente, en la organización. Tenemos comunicados y reuniones secretas. Es todo lo que te puedo decir."

—JIM JARMUSCH : Interview: Vol. XIX - No. 11, 1989: pp 146-150.


"Tan sólo la idea de algunos personajes de Marvin como rebeldes y muy violentos es algo que me llama. Algunos tenían un código férreo - incluso psicótico - que seguían estrictamente."

JIM JARMUSCH: "Jim Jarmusch's Guilty Pleasures:" Film Comment, May-June, 1992, pp 35-37.

Entrevista a TOM WAITS en El País Semanal de 3 de diciembre de 2006:

"Ha hecho varias películas con Jim Jarmusch. ¿Es cierto que han montado juntos una hermandad, llamada Los Hijos de Lee Marvin, con Nick Cave y John Lurie?


Sí, es cierto, pero no sé quiénes son los miembros. Voy a tener que cambiar toda la normativa, porque se ha colado un montón de chicas…

¿Y cómo se entra?

No se lo puedo decir, hay muchos requisitos, es privado.

¿Y qué hacen cuando se reúnen?

Lo que hacen los amigos cuando se juntan: tomar café, hablar de películas, disfrutar de la compañía. Lee Marvin es sólo el padre espiritual. Pero la organización está en crisis. Jim dejó entrar a varias chicas y ahora la gente empieza a hacer preguntas, como usted. Antes era más como la CIA, ¿entiende? Muy secreta, muy privada. Vamos a tener que replanteárnoslo todo."

Lo divertido de todo esto fue el encuentro que tuvo el propio Tom Waits con el único hijo de Lee Marvin, como relata Jim Jarmusch:


"Existe una organización secreta llamada Los hijos de Lee Marvin, que me incluye como miembro junto con Tom Waits, John Lurie y Richard Bose. Estamos iniciando a Nick Cave también. Hay otros miembros honorarios. Tengo una buena historia sobre esto. Hace seis meses, Tom Waits estaba en un bar en algún sitio del Condado de Sonoma, en el Norte de California, cuando el camarero le preguntó: "¿Usted es Tom Waits, no? Ahí hay un hombre que quiere hablar con usted". Así que Tom se puso un poco agresivo: "¿Qué coño quieres decirme? No te conozco. " Y el tipo dijo: " ¿Qué es toda es mierda sobre Los Hijos de Lee Marvin?". Tom dijo: "Bueno, es una organización secreta y no estoy autorizado a hablar de ella". El tipo dijo: "No me gusta". Tom dijo: "¿Qué te ocurre?" . El tipo contestó: "Yo soy el hijo de Lee Marvin", y realmente lo era. Él pensó que era ofensivo, pero no, es completamente respetuoso con Lee Marvin.

JIM JARMUSCH: "Jim Jarmusch's Guilty Pleasures:" Film Comment, May-June, 1992, pp 35-37.


JIM JARMUSCH Y TOM WAITS

jueves, 15 de marzo de 2007

LA VIDA DE LOS OTROS



Había escuchado muy buenos comentarios sobre "La vida de los otros" (Das leben der anderen) de Florian Henckel Von Donnersmarck, la película alemana que es la reciente ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera 2.007, y el viernes pasado pude comprobar que eran todos merecidos.

Esta es una de esas películas serenas, cuya trama se va desplegando poco a poco ante nuestros ojos (con una intensidad cada vez mayor), con pequeños matices y detalles para quien sepa apreciarlos, y que en su sobriedad tiene, no obstante, la cualidad de emocionarte profundamente.

Estamos en 1984, la República Democrática Alemana lleva casi 40 años siendo una República Socialista que en la película se muestra como un sistema gris, de pensamiento único, en el que el miedo reina en todas las formas posibles, sobre todo en lo referente a expresar opiniones en público. Esto no es de extrañar si tenemos en cuenta que la Stasi(Policía secreta) llegó a tener casi 100.000 agentes, a los que había que sumar los más de 300.000 informadores con los que contaban los servicios secretos: vecinos, compañeros de trabajo, familiares... dispuestos a informar de la más leve crítica o comentario sospechoso de ser contrario al socialismo.

A Gerd Wiesler, un capitán de la Stasi, le encargan como misión el seguimiento del dramaturgo Georg Dreyman, en el punto de mira de las autoridades por mantener una relación sentimental con una conocida actriz de teatro, Christa María Sieland. Dreyman es aparentemente un ferviente socialista sin mácula, aunque mantiene una estrecha amistad con un director de teatro condenado al ostracismo artístico por sus ideas.


Desde un pequeño estudio de sonido colocado en una buhardilla justo encima de la casa de Dreyman, Wiesler empieza a escuchar todas y cada una de las conversaciones de éste, incluso llega a colarse en su casa a hurtadillas para hurgar entre sus libros y obtener más información sobre su objetivo. La vida del capitán Wiesler es opuesta a la de Dreyman,y así, noche tras noche una vez terminada su labor, regresa a su impersonal y frío piso de funcionario, en el que nadie (con la excepción de alguna mujer previo pago) le espera. Dreyman por el contrario, es un hombre atractivo, que tiene una mujer que a su lado que le quiere y el supuesto favor del público y del Gobierno. Determinado acontecimiento hará que se replantee su conformismo frente al Régimen y Wiesler, testigo directo de esta situación, tendrá en su mano la posibilidad de hundirle para siempre.

No quiero seguir contando más para no desvelar el argumento, sólo deciros que el final de esta película es uno de los más hermosos que he visto en mucho tiempo.


miércoles, 14 de marzo de 2007

LA SINAGOGA DE LOS ICONOCLASTAS


AARON ROSENBLUM

"Los utopistas no reparan en medios; con tal de hacer feliz al hombre están dispuestos a matarle, torturarle, incinerarle, exiliarle, esterilizarle, descuartizarle, lobotomizarle, electrocutarle, enviarle a la guerra, bombardearle, etcétera: depende del plan. Reconforta pensar que, incluso sin plan, los hombres están y siempre estarán dispuestos a matar, torturar, incinerar, exiliar, esterilizar, descuartizar, bombardear, etcétera.

Aaron Rosenblum, nacido en Danzig, crecido en Birmingham, también había decidido hacer feliz a la humanidad; los daños que provocó no fueron inmediatos: publicó un libro sobre el tema, pero el libro permaneció largo tiempo ignorado y no tuvo muchos seguidores. De haberlos tenido, tal vez no existiría ahora ni una sola patata en Europa, ni un farol en las calles, ni una pluma de metal, ni un piano.

La idea de Aaron Rosenblum era extremadamente sencilla; él no fue el primero en concebirla, pero sí el primero en llevarla hasta sus últimas consecuencias. Sobre el papel, únicamente, porque la humanidad no siempre desea hacer lo que debe hacer para ser feliz, o para lograrlo prefiere elegir sus propios caminos, que en cualquier caso, al igual que los mejores planes globales, también suponen matanzas, torturas, cárceles, exilios, descuartizamientos, guerras. Cronológicamente, la utopía de Rosenblum no fue afortunada: el libro que debía hacerla famosa, Back to Happiness or On to Hell (Atrás hacia la felicidad o adelante hacia el infierno) apareció en 1940, precisamente cuando el mundo pensante estaba mayoritariamente entregado a defenderse de otro plan, no menos utopista, de reforma social, de reforma total.

Rosenblum había comenzado por preguntarse: ¿Cuál ha sido el período más feliz de la historia mundial? Considerándose inglés, y como tal depositario de una tradición perfectamente definida, decidió que el período más feliz de la historia había sido el reino de Isabel, bajo la sabia conducción de Lord Burghley. Entre otras cosas, había producido a Shakespeare; entre otras cosas, en aquel período Inglaterra había descubierto América; entre otras cosas, en aquel período la Iglesia Católica había sido derrotada para siempre y obligada a refugiarse en el lejano Mediterráneo. Rosenblum llevaba muchos años siendo miembro de la Alta Iglesia protestante anglicana.

Así que el plan de Back to Happiness era el siguiente: devolver el mundo a 1580. Abolir el carbón, las máquinas, los motores, la luz eléctrica, el maíz, el petróleo, el cinematógrafo, las carreteras asfaltadas, los periódicos, los Estados Unidos, los aviones, el voto, el gas, los papagayos, las motocicletas, los Derechos del Hombre, los tomates, los buques de vapor, la industria siderúrgica, la industria farmacéutica, Newton y la gravitación, Milton y Dickens, los pavos, la cirugía, los trenes, el aluminio, los museos, las anilinas, el guano, el celuloide, Bélgica, la dinamita, los fines de semana, el siglo XVII, el siglo XVIII, el siglo XIX y el siglo XX, la enseñanza obligatoria, los puentes de hierro, el tranvía, la artillería ligera, los desinfectantes, el café. El tabaco podía permanecer, dado que Raleigh fumaba.

Viceversa había que reinstaurar: el manicomio para los deudores; la horca para los ladrones; la esclavitud para los negros; la hoguera para las brujas; los diez años de servicio militar obligatorio; la costumbre de abandonar a los recién nacidos en la calle el mismo día del nacimiento; las antorchas y las velas; la costumbre de comer con sombrero y con cuchillo; el uso de la espada, del espadín y del puñal; la caza con arco; el bandidaje en los bosques; la persecución de los hebreos; el estudio del latín; la prohibición a las mujeres de pisar el escenario; los ataques de los bucaneros a los galeones españoles; la utilización del caballo como medio de transporte y del buey como fuerza motriz; la institución del mayorazgo; los caballeros de Malta en Malta; la lógica escolástica; la peste, la viruela y el tifus como medios de control de la población; el respeto a la nobleza; el barro y los lodazales en las calles del centro; las construcciones de madera; la cría de cisnes en el Támesis y de halcones en los castillos; la alquimia como pasatiempo; la astrología como ciencia; la institución del vasallaje; la ordalía en los tribunales; el laúd en las casas y las trompas al aire libre; los torneos, las corazas adamascadas y las cotas de mallas; en suma, el pasado.

Ahora bien, hasta para los ojos de Rosenblum resultaba obvio que la puesta a punto y ordenada realización de dicha utopía, en 1940, exigiría tiempo y paciencia, además de la colaboración entusiasta de la parte más influyente de la opinión pública. Es cierto que Adolfo Hitler parecía dispuesto a facilitar al menos la obtención de algunos de los puntos más comprometidos del proyecto, sobre todo los que se referían a las eliminaciones; pero, en tanto que buen cristiano, Aaron Rosenblum no podía dejar de observar que el jefe de Estado alemán se estaba dejando arrastrar excesivamente por tareas a fin de cuentas secundarias, como la supresión de los hebreos, en lugar de ocuparse seriamente de contener a los turcos, por ejemplo, o de organizar torneos, o de difundir la sífilis, o de hacer miniar los misales.

Por otra parte, aunque estuviese tendiéndoles constantemente la mano, Hitler parecía alimentar a escondidas una cierta hostilidad respecto a los ingleses. Rosenblum comprendió que tenía que hacerlo todo por su cuenta; movilizar por su cuenta la opinión pública, solicitar firmas y adhesiones de científicos, sociólogos, ecologistas, escritores, artistas, amantes del pasado en general. Sin embargo, tres meses después de la publicación del libro, el autor fue reclutado por el Servicio Civil de la Guerra como vigilante de un almacén de nula importancia en la zona más deshabitada de la costa de Yorhshire. No disponía ni de un teléfono: su utopía corría el peligro de hundirse en la arena.

Sin embargo, en la arena se hundió él, de manera insólita: mientras paseaba por la playa recogiendo almejas y otros artículos propios del siglo XVI para el desayuno, en el curso de un ataque aéreo realizado evidentemente a título de ejercicio, desapareció lacerado en un agujero y sus fragmentos fueron inmediatamente recubiertos por el mar.

Ya se ha hablado de la vocación mortífera de los utopistas; hasta la bomba que le destruyó respondía a una utopía, no tan dispar a la suya, si bien aparentemente más violenta. En su esencia, el plan de Rosenblum se basaba en el enrarecimiento progresivo del presente. Partiendo no de Birmingham, que era demasiado negra y habría necesitado al menos un siglo de limpieza, sino de un pequeño centro periférico como Pensace, en Cornualles, se trataba simplemente de delimitar una zona —tal vez adquiriéndola con los fondos de la Sixteenth Century Society, aún por fundar— para proceder después a la exclusión en el área de saneamiento, con minucioso valor, de todo y cualquier objeto o costumbre o forma o música o vocablo que se remontara a los siglos incriminados, o sea XVII, XVIII, XIX y XX. La lista bastante completa de los objetos, conceptos, manifestaciones y fenómenos a eliminar llena cuatro capítulos del libro de Rosenblum.

Al mismo tiempo, la sociedad e institución patrocinadora, es decir la Sixteenth Century Society, procedería a insertar todo lo que ya se ha mencionado —bandidos, velas, espadas, burros de carga, y así sucesivamente durante otros cuatro capítulos del libro—, lo que debería bastar para convertir a la colonia naciente en un paraíso, o en algo muy semejante a un paraíso. La gente de Londres acudiría en tropel para sumergirse en el siglo XVI; la suciedad consiguiente comenzaría inmediatamente a operar una primera selección natural, necesaria como mínimo para devolver la población a los niveles de 1580.

Con las aportaciones de los visitantes y de los nuevos inscritos, la Sixteenth Century Society se encontraría capacitada, por consiguiente, para ampliar poco a poco su campo de acción, extendiéndose hasta Londres. Limpiar Londres de cuatro siglos de construcciones y manufacturados de hierro era un problema que había que resolver aparte, convocando tal vez un concurso de proyectos abierto a todos los jóvenes amantes del pasado. Pero algo en este sentido parecía tener ya en la mente el otro utopista, el del otro lado del Canal de la Mancha; en la duda, Rosenblum optaba por el cerco: es posible que un mero cinturón del siglo XVI en torno a la capital bastara para conseguir que todo se derrumbara.

El plan avanzaba después rápidamente hasta cubrir toda Inglaterra y, desde Inglaterra, Europa. En realidad, los dos utopistas tendían por diferentes caminos hacia la misma meta: asegurar la felicidad del género humano. Con el tiempo, la utopía de Hitler ha caído en el descrédito que todos saben. La de Rosenblum, en cambio, reaparece periódicamente, bajo disfraces diferentes: hay quien tiende hacia la Edad Media, quien al Imperio Romano, otros al Estado Natural, y Grünblatt incluso es partidario del retorno al Mono. Si se resta de la población actual del mundo la población presunta del período elegido, se conoce el número de millones de personas, o de homínidos, condenados a desaparecer, según el plan. Estas propuestas prosperan; el espíritu de Rosenblum sigue recorriendo Europa.

J. RODOLFO WILCOCK "La sinagoga de lo iconoclastas"


* "Entre paréntesis" de Roberto Bolaño recoge una entusiasta reseña de este maravilloso libro de Wilcock, en el que con gran imaginación despliega una galería de "iconoclastas" a veces absurdos inventores (¿reales o ficticios? Da lo mismo) que, igual que Aaron Rosenblum, persiguen su propia utopía.

También Vila-Matas ha hablado de este libro en alguna ocasión que otra...Si queréis disfrutar de una lectura interesante os recomiendo este libro, es realmente divertido.

martes, 13 de marzo de 2007

LA REINA DE ÁFRICA


“Según los encargados de seleccionar las novelas adaptables, en los fastuosos estudios de Hollywood, la adaptación de la obra de C. S. Forester reunía todos los requisitos para fracasar: en la profunda jungla africana, un borracho y una misionera, ambos cincuentones, deciden hundir una cañonera alemana, al principio de la primera guerra mundial, con una vieja barca de vapor llamada La Reina de África. El guión, aparentemente algo absurdo, rodó durante años por todos los estudios. Obsesionados por los ideales de juventud y belleza convencional, los productores veían casi ofensiva la atracción entre Rosie y Charlie, llegando a calificar las escenas de amor como desagradables y de mal gusto. Pero Katherine Hepburn, actriz de talento vanguardista, vio en Rosie un personaje “absolutamente adorable”. Cuenta, en su divertido diario de rodaje, que cada vez que intentaba meter baza en el guión se encontraba de repente hablando de carreras de caballos con Huston en el campamento Biondo, cerca del río Ruiki. Se dice que John Huston eligió el Congo, en lugar de Kenya, escenario original de la novela, porque su intención era cazar elefantes al estilo de Hemingway y las autoridades de Nairobi le habían denegado el permiso. Así que en los días lluviosos en que hubo que suspender el rodaje, Huston desaparecía en la selva con el rifle al hombro. Además de las lluvias, y del deseo primario de Huston, pasaron calamidades de todo tipo; a pesar de la insistencia de la actriz en que todo el equipo bebiera abundante agua mineral a todas horas, gran parte del personal cayó enfermo, incluida la propia Catherine. Tan sólo Bogart y Huston se mantuvieron a salvo del virus que, irónicamente, se repartió en el agua embotellada de la Hepburn. Ambos, actor y director, habían recubierto sus sistemas digestivos con tanto alcohol que ningún virus podía soportar aquel ambiente. “

JUAN MARSÉ “Momentos inolvidables del cine”



* Mi escena favorita de “La Reina de África” (1.951) de John Huston es aquella en la que Katherine Hepburn, que interpreta a una mojigata misionera, observa risueña a Bogart, que aparentemente duerme sobre la cubierta del barco (en realidad se hace el dormido), mientras le prepara una taza de té. El día anterior fue duro, ambos tuvieron que unir sus fuerzas (a pesar de que son polos opuestos y desde un primer momento se han llevado a matar) para que la cáscara de nuez que es el barco que tripulan no se hundiera en los rápidos del río. En la euforia del momento, él le besa y ella está recordando ese momento cuando él se despereza:

Hepburn: Sr. Alnutt, Querido.

Bogart: Vaya, qué bien. Esto es lo que más me gusta, el desayuno en la cama.

Hepburn: Dos cucharillas, ¿no?

Bogart: Has encendido la caldera mientras dormía…

Hepburn: Querido, ¿cuál es tu nombre de pila?

Bogart: Charlie…

Hepburn: Charlie, qué nombre tan bonito.

Bogart: Dame un beso.

* Jajaja, es genial la cara que de azoramiento que pone la Hepburn cuando le pregunta al hombre del que está totalmente enamorada cómo se llama en realidad :).

lunes, 12 de marzo de 2007

PUNTUALIDAD



"Dice el diccionario que es puntual quien hace una cosa exactamente en el momento señalado. Eso quiere decir que, si quedas citado a las siete, eres puntual si te presentas a las siete. Hasta aquí, todo claro. Lo que ya no queda tan claro es cómo definir a quien, habiendo quedado citado a las siete, a las seis ya está dando vueltas por las calles cercanas a la del lugar del encuentro, y a las seis y media se para al lado del quiosco, que es el lugar acordado, más que nada porque es viernes y los viernes los quioscos florecen como jardines en tiempo de primavera: todos los periódicos de fin de semana aparecen de golpe, y a la hora de esperar hay pocas cosas más distraídas que observar lentamente portadas de revistas (y de libros, que llenan los escaparates laterales). A las siete menos cuarto, sin embargo, ya están vistas todas las portadas y, como todavía falta un cuarto de hora, no queda otro remedio que comprar finalmente una revista o un periódico y hojearlo perezosamente. Cuando llegas a la última línea de la última columna de la última página (que es la única que hay que leer: la de entretenimiento), son las siete y no hay ninguna razón para sentirte cansado de esperar, ya que en realidad la espera todavía no ha empezado.

El tal individuo, que es puntual (está en el sitio exactamente en el momento señalado) y al mismo tiempo impuntual (había llegado al sitio antes de tiempo: no exactamente en el momento señalado, pues) soy, en este caso, yo, que continúo sin saber cómo definir esta impuntual puntualidad exacerbada que arrastro desde pequeño, para desgracia mía y sorpresa de las personas con quienes me cito, que acostumbran a ser obsesivamente impuntuales.

Ser impuntual puede querer decir quedar a las siete y presentarse a las siete y un minuto, o a las siete y cinco minutos, o a las siete y cuarto, o a las siete y media, o a las nueve, o a las diez. (Que muchos impuntuales lo son porque disfrutan haciéndose esperar es tan obvio que no hay que darle más vueltas.) Si, finalmente, la persona con quien te citas acaba por no presentarse, entonces deja automáticamente de ser impuntual para convertirse en un, o una, caradura. Si, afortunadamente, conocéis las costumbres de aquel a quien esperáis, podéis clasificarlo en la categoría adecuada, e incluso excusarle un retraso (o sorprenderos de una puntualidad fuera de lo común, o preocuparos por un accidente que no ha existido).

Si no conocéis sus hábitos en las citas, el riesgo y la aventura se abren ante vuestro futuro inmediato y, muy probablemente, os convertiréis durante un largo rato en un maniquí impertérrito que se apoya en muros y farolas, maquinando deliciosas venganzas y clasificando, a modo de distracción, todos los tipos de puntual e impuntual con que los hados nos enfrentan a lo largo de la vida."

QUIM MONZÓ “Ochenta y seis cuentos”

* Imagino que muchos os sentiréis identificados con este texto. Yo personalmente cada día soy más impuntual (aunque me de un poco de vergüenza admitirlo) , es lo que tiene vivir cerca de todo, normalmente salgo a la hora en la que he quedado, mis amigos empiezan a estar hartos de mi...

sábado, 10 de marzo de 2007

NEON BIBLE


Después de un debut (bueno, no estrictamente un debut, pero sí el primer album que les dió a conocer fuera de su Canadá natal) como "Funeral", existía el miedo de que Arcade Fire se quedara en una promesa más. Lo cierto es que su tercer disco, titulado "Neon Bible", no decepciona, sino todo lo contrario. Sigue entusiasmando por que lejos de empeorar o repetir su disco anterior, evolucionan hasta definir su sonido cada vez más, siempre cuidando sus preciosas letras, con influencias que van desde David Bowie, Bruce Springsteen o The Cure...

A mi personalmente es un disco que me gusta comenzando por el título, que es un homenaje a "La biblia de neón" de John Kennedy Toole (autor de "La conjura de los necios" , uno de mis libros favoritos) , novela escrita por Kennedy Toole a los 16 años y que fue publicada también postumamente después de que el escritor ganara el Premio Pulitzer con "La conjura de los necios". Pero para saber de qué estoy hablando os recomiendo escuchar sus 11 canciones, para mi desde ahora mismo firmes candidatas a ser la banda sonora de la próxima primavera...

1. BLACK MIRROR: Esta canción, junto con la siguiente, es la que más me recuerda al disco anterior, y la única donde se ve su origen francófono de Montreal: Le miroir casse, the mirror casts mon reflet partout...

2. KEEP THE CAR RUNNING: una de mis favoritas, con una canción así es imposible mantener los pies quietos... There is a fear I keep so deep, Knew it´s name just before I could speak...




3. NEON BIBLE
: La canción que da título al album y que más claramente evoca la novela de Kennedy Toole: It´s the Neon Bible, the Neon Bible, not much chance to survival If the Neon Bible is right.

4. INTERVENTION. Otro de los himnos del album, a ritmo de órgano: No place to hide, you wer fighting like a soldier on their side. You´re still a soldier in your mind, though nothing´s on the line.

5.BLACK WAVE / BAD VIBRATIONS. Esta canción es la más marciana del album y la que menos me gusta.

6. OCEAN OF NOISE:Preciosa de principio a fin: In an ocean of noise I first heard your voice. Now who here among us still believes in choice? Not I!




7. THE WELL AND THE LIGHTHOUSE. Esta canción me recuerda a The Cure: You want the truth?

8.(ANTICHRIST TELEVISION BLUES). Esta es la canción más Springsteen del album: I don´t wanna work in a building downtown. I don´t know what I´m gonna do, `cause the planes keep crashing always two by two…

9. WINDOWSILL : Himno de independencia: Don´t want to live in my father´s house no more. Don´t wanna fight in a holy war. Don´t want the salesmen knocking at my door, I don´t wanna live in America no more.

10. NO CARS GO: A veces nos gustaría ir a ese lugar donde los coches no llegan, donde no hay aviones, ni barcos, ni metro... justo en medio del relámpago y del comienzo de un sueño:




11. MY BODY IS A CAGE. Puro blues con gospel y órgano: My body is a cage that keeps me from dancing withe the one I love, but my mind holds the key. My body is a cage. We take what we´re given. Just because you´ve forgotten, that don´t mean you´re forgiven.

* Disculpad si los videos no suenan bien etc... hoy tengo muchos problemas con el ordenador y no los he podido escuchar enteros (casi ni unos segundos)...

viernes, 9 de marzo de 2007

ELIZABETHTOWN


"Yo había saltado desde el borde del acantilado y justo cuando estaba a punto de dar contra el fondo, ocurrió un hecho extraordinario: me enteré de que había alguien que me quería. Que le quieran a uno de ese modo lo cambia todo. No disminuye el terror de la caida, pero te da una nueva perspectiva de lo que significa ese terror. Yo había saltado desde el borde y entonces, en el último instante, algo me cogió en el aire. Ese algo es lo que defino como amor. Es la única cosa que puede detener la caida de un hombre, la única cosa lo bastante poderosa como para invalidar las leyes de la gravedad"

PAUL AUSTER . "El palacio de la luna"


Este párrafo podría ser el resumen de "Elizabethtown" (2.005) de Cameron Crowe. Esta película (que aunque me llamó la atención en su estreno finalmente no la fui a ver, quizás por pensar que era la típica película romántica del tipo de romanticismo que no es de mi gusto) comienza con el peor momento de la vida de Drew (Orlando Bloom): justo aquel en que pasa de ser el flamante diseñador de una conocida marca de zapatillas a convertirse en el responsable del mayor fiasco de dicha marca, por un valor de un billón de dólares. Como las desgracias nunca vienen solas, este fracaso supone que su novia y compañera de trabajo (Jessica Biel) le abandona... Desesperado y planteándose el suicidio recibe una llamada de su hermana: su padre ha muerto mientras visitaba a unos familiares en Elizabethtown (Kentucky) y su madre le pide que viaje allí en representación de la familia para incinerarle y traer así sus cenizas. Drew decide posponer cualquier trágica decisión hasta su vuelta.

Como no podía ser todo caos en su vida, en su vuelo hacia Kentucky conoce a Claire (Kirsten Dunst), una azafata que derrocha optimismo y que desde el primer momento en que le ve, se propone hacer su vida más agradable, aunque al principio él no esté por la labor de dejarse ayudar. Claro para qué nos vamos a engañar, si la mujer que te rescata de tu ruina personal es Kirsten Dunst conozco pocos hombres (por no decir ninguno) que no se dejarían ayudar por esta encantadora actriz de colmillos coquetamente torcidos.



Ella le anima, le hace sonreir, le escucha durante horas aconsejándole sobre la manera de aprender a vivir relativizando todo lo que le rodea y, finalmente, le da un precioso mapa hecho por ella misma (con explicaciones escritas a mano sobre los sitios que tiene que visitar y cds grabados con música y comentarios para el trayecto), que le guiará através del Oeste americano de vuelta a su casa, con distintas paradas para ir dejando las cenizas de su padre, ya que éste es el viaje que ambos se prometieron hace años que harían juntos. Como en todo camino, hay una bifurcación posible, y ésta le llevará hasta el mejor final de trayecto posible...

No es una película perfecta pero tiene algún momento memorable:



jueves, 8 de marzo de 2007

DESTINO DE LAS EXPLICACIONES



"En algún lugar debe haber un basural donde están amontonadas las explicaciones.

Una sola cosa inquieta en este justo panorama: lo que pueda ocurrir el día en que alguien consiga explicar también el basural. "

JULIO CORTÁZAR . "Un tal Lucas"



* La primera foto es de una niña haitiana , la segunda de un niño camboyano, ambos sobreviven en basureros de su país...

miércoles, 7 de marzo de 2007

NINOTCHKA


El otro día, al hablar de los Hermanos Marx, muchos decíamos que la risa es una de las mejores terapias que existen para un día triste, y que el sentido del humor es algo imprescindible para enfrentarse al día a día. Todo esto lo sigue al pie de la letra Ernst Lubitsch en sus famosas comedias, en las que con un sentido del humor universal y atemporal sigue provocando carcajadas en decenas de años después de su estreno. Ya tuve la ocasión de comprobarlo en el pasado Festival de Cine de San Sebastián (recuerdo especialmente la proyección de "Ser o no ser" ), y el martes pasado cuando fui a ver "Ninotchka" (1.939).

Esta famosa comedia, que en su día se promocionó con la famosa frase "¡La Garbo ríe!", fue la penúltima película que la actriz sueca protagonizó, antes de su famoso retiro. Tiene unos guionistas de lujo, quizás quien más destaca de todos ellos es nada más y nada menos que Billy Wilder. La colaboración de Wilder con Lubistch se explica ya que no sólo ambos eran alemanes de origen, sino que para Wilder, Lubitsch siempre fue su ejemplo a seguir. Por eso siempre se cuenta la famosa escena que tuvo lugar el día del entierro de Lubitsch. Charles Brackett (otro guionista, que también intervino en el guión de Ninotchka, entre otras) le dijo a Wilder "Nos hemos quedado sin Lubitsch". A lo que éste le contestó: "Peor aún, nos hemos quedado sin las películas de Lubitsch".

La comedia plantea una situación rocambolesca en la que unos enviados de la URSS, llamados Iranoff, Bulganoff y Kopalski (unos grandiosos secundarios como no podían faltar en toda película de Lubitsch) llegan a París para vender las joyas de una Gran Duquesa rusa exiliada, confiscadas durante la Revolución. La Gran Duquesa envía a su playboy particular, Leon (Melvin Douglas) para negociar con la delegación rusa y de paso deslumbrarles con los "vicios capitalistas". Ante la falta de noticias acerca de la venta, la URSS decide enviar a Ninotchka (Greta Garbo) una funcionaria soviética, hierática e inflexible. La escena en la que Iranoff, Bulganoff y Kopalski se encuentran con Ninotchka en la estación de tren es memorable, en ella se entrevé claramente el humor típico de Lubitsch y Wilder:

Iranoff: Moscú ha tenido una brillante idea al sorprendernos con una camarada.

Bulganoff: De haberlo sabido, habríamos traído flores.

Ninotchka: No se fijen en mi como mujer, estamos aquí para trabajar. Eso es todo,no perdamos el tiempo ¿vamos?

Iranoff: Mozo, venga por favor.

Ninotchka: ¿Qué quiere?

Mozo: Me permite sus maletas, por favor, madame.

Ninotchka: ¿Por qué?

Iranoff: Es un mozo, quiere llevarlas.

Ninotchka: ¿Por qué quiere llevar las maletas de otros?

Mozo: Es mi trabajo, madame.

Ninotchka: Esto no es un trabajo. Es injusticia social.

Mozo: Eso depende de la propina.

Kopalski: ¿Cómo van las cosas en Moscú?

Ninotchka: Muy bien. Los últimos juicios masivos han sido un éxito. Ahora hay menos rusos, pero mejores.

El encuentro casual de Ninotschka y Leon causará en el segundo una profunda impresión, quiere saberlo todo de esta misteriosa mujer de rostro impasible, y no para hasta hacerla sonreir e incluso reir a carcajada limpia en esta memorable escena del restaurante obrero:


Leon: No se lo tome tan en serio, no merece la pena. Por favor, relájese. Se lo suplico, Sargento. Sonría.

Ninotchka: ¿Qué?

Leon: Sonría. Va a sonreir.

Ninotchka: ¿Por qué?

Leon:Bueno, sólo sonría.

Ninotchka: ¿Por qué?

Leon: Por cualquier cosa. Por el ridículo espectáculo de la vida, por la gente que es demasiado seria y arrogante, exagerando su propia importancia. Si no se le ocurre nada por lo que reir, riámonos de nosotros mismos.

Ninotchka: ¿Por qué?

Leon: Por que somos una extraña pareja.

Ninotchka: Debería de volver a su mesa.

Leon: No, no puedo irme. No hasta haberla hecho reir una vez.

Finalmente ella entiende que la vida hay que vivirla de la manera más risueña posible, aprovechando todo lo que ofrece, tanto cosas materiales ( un ridículo sombrero, una copa de champán o un vestido de noche...) como inmateriales:



Para terminar os dejo con una foto hecha durante el rodaje, en la que el propio Lubitsch (siempre me hizo gracia la cara de bribón que tenía) hace sonreir a la Garbo:

martes, 6 de marzo de 2007

DISCUTIR



"Me gustaba discutir con vos. Me gustaba tu apasionamiento inútil y a veces lo provocaba. Así era nuestro contrato: la pasión era tuya, los desbordes emocionales; a mi me correspondía cierta frialdad sonriente, una calma en la esgrima intelectual que me permitía observar tus flancos descubiertos, y podría haberme conducido a la estocada definitiva si no fuera porque de pronto, por una habil torsión del discurso, tu entusiasimo hacía volar las palabras espada por el aire y ya no era esgrima, sino una lucha cuerpo a cuerpo en la que siempre me ganabas."

ANA MARIA SHUA "La muerte como efecto secundario"




* Fotografías de Elliot Erwitt.

lunes, 5 de marzo de 2007

NIÁGARA (2)


"Interpreté al esposo de Marilyn Monroe en Niágara, la película que le ofreció su primer papel importante. Tenía muchas ganas de conocerla. ¿Qué hombre no las habría tenido?

El rodaje en exteriores suele hacer que los técnicos y el reparto acaben confraternizando entre ellos. Fuimos a Canadá para rodar los exteriores de la película en las cataratas del Niágara (...). Marilyn fue la última en llegar, como tenía por costumbre. Abrí la puerta cuando llegó y la reconocí porque había visto sus fotos. Millones de personas habían visto La Foto.

- ¿Es aquí donde se celebra la fiesta? - Nos dimos la mano. Marilyn entró y obsequió a los asistentes con un "¡Hola!" tan sensual como aterciopelado. Sus pies estaban cubiertos con unas enormes zapatillas de felpa blanca y el resto de su persona por un enorme albornoz blanco sobre cuya espalda había escrito en letras escarlatas "Hotel Sherry Netherlands, Nueva York". Marilyn oyó que alguien se reía detrás de ella - Oh, eso...- dijo-. Creí que había robado el albornoz hasta que llegó el momento de pagar la cuenta.



Se sirvió un zumo de naranja y se sentó en el suelo. Un atisbo de su silueta ya fuera de aquel enorme albornoz o en lo que ella describió con gran precisión como "mi vestidito negro" volverían a demostrar que Dieterle tenía muchísima razón cuando expuso su teoría de que la naturaleza copia al arte. Cada curva estaba en el sitio adecuado, pero cada una estaba tan conspicuamente exagerada como en una ilustración de la revista Playboy. Marilyn intentaba no hacer oscilar demasiado la barca de las convenciones sociales. Era encantadora y daba el máximo de si misma. Si querías hablar de ti te escuchaba. Su timidez era una defensa natural. Si querías hablar de ella se ruborizaba. Si querías cantar, Marilyn se unía al coro.

Daba la impresión de estar buscando desesperadamente una definición muy precisa, una forma de felicidad práctica y visible, algo así como la satisfacción en el logro. A veces brillaba con la alegría del descubrimiento y de repente su mirada se perdía en el espacio exterior, envolviéndola en una nube negra. A veces esta disolución de pensamiento y esta rapidísima pérdida de concentración le asaltaban cuando estaba interpretando una escena,y recuperarse no siempre le resultaba fácil. Cuando la conocí me pareció que había sido maldecida con una reserva de confianza en si misma bastante inferior a la habitual, y con un exceso de inseguridad, y que ambas cosas eran oscuros sinónimos del miedo. No estoy cualificado para emitir ningún comentario que vaya más allá de esta obvia hipersimplificación, pero se han escrito muchas palabras intentando analizar los ensueños e inquietudes de Marilyn, y esas palabras han salido tanto de mentes brillantes que la conocían bien, como de mentes brillantes que jamás llegaron a conocerla."

JOSEPH COTTEN "Autobiografía"




* Fotografías de Elliot Erwitt.

sábado, 3 de marzo de 2007

HERMANOS MARX

El otro día hablábamos de Groucho Marx, y como creo que el humor es algo absolutamente imprescindible, espero amenizaros el fin de semana con dos de los más famosos gags de los Hermanos Marx. Disfrutadlos tanto como yo :).

GAG 1: EL CONTRATO


GAG 2: EL CAMAROTE


viernes, 2 de marzo de 2007

LOS PUENTES DE MADISON



Fueron hacia el norte por la carretera 169, que era la calle principal de Winterset. Cien metros después de la gasolinera Texaco vio a Robert, que salía de la gasolinera con los limpiaparabrisas barriendo el cristal y se alejaba por el camino.

Les tocó colocarse precisamente detrás de la vieja camioneta. Desde su asiento alto en la Ford, Francesca vio un bulto envuelto en una tela plástica que revelaba los contornos de una maleta y un estuche de guitarra, junto a la rueda de repuesto. El cristal de atrás estaba mojado por la lluvia, pero se veía la parte de la cabeza de Robert. Él se inclinó como para buscar algo en la guantera; ocho días antes, al hacer ese mismo movimiento, le había rozado la pierna con el brazo. Una semana antes, ella estaba en Des Moines comprando un vestido rosa.

- Ese camión viene de lejos - comentó Richard - Del estado de Washington. Parece que lo conduce una mujer; al menos tiene el pelo muy largo. Pero, ahora que lo pienso, debe de ser ese fotógrafo del que hablaban en el bar.

Siguieron a Robert Kincaid unos cientos de metros hacia el norte, donde la carretera 169 cruza la 92, orientada de este a oeste. Era un cruce de cuatro vías, con mucho tránsito en todas las direcciones, y la lluvia lo complicaba aún más, y ahora la niebla era más espesa.

Estuvieron detenidos unos veinte segundos. Robert estaba delante de Francesca, a menos de diez metros. Todavía podía hacerlo: saltar de la Ford y correr hacia la puerta derecha de la camioneta de Robert, trepar sobre las mochilas, la nevera y los trípodes.

Desde que Robert se había marchado el viernes anterior, Francesca se había dado cuenta de que, a pesar de todo lo que él le importaba entonces, había subestimado mucho sus propios sentimientos. No parecía posible pero era así. Comenzaba a entender lo que él ya había comprendido. Pero allí estaba, paralizada por sus responsabilidades, mirando la luna trasera de la camioneta con más intensidad de lo que había mirado ninguna otra cosa en su vida. Se encendió la luz trasera izquierda de Harry. Un minuto más y Harry habría desaparecido, llevándose a Robert. Richard sintonizaba la radio de la Ford.

Por alguna travesura de la mente, Francesca empezó a ver las cosas en cámara lenta. A Robert le llegó el turno y muy, muy lentamente, Harry se acercó a la intersección. Francesca entreveía las largas piernas de Robert moviéndose al conducir, la flexión de los músculos del antebrazo derecho al cambiar de velocidad. Ahora la camioneta entraba en la carretera 92 en dirección a Council Bluffs, los bosques de Black Hills y al noroeste...lentamente... lentamente... la vieja camioneta muy lentamente pasó el cruce y giró al oeste.

A través de las lágrimas, la lluvia y la niebla, Francesca apenas veía la inscripción descolorida pintada de rojo en la puerta: "Kincaid, Fotografía - Bellingham, Washigton".

Él había bajado la ventanilla para tener mejor visibilidad al doblar. Dio la vuelta a la esquina y Francesca vio sus cabellos al viento cuando aceleró por la carretera 92 hacia el oeste, mientras subía el cristal.

¡Ay, Dio mío, ay, Dios querido...no! La palabras resonaban dentro de ella. Me equivoqué, Robert, me equivoqué al quedarme... pero no pude irme... quiero decírtelo otra vez... decirte por qué no puedo irme... dime tú otra vez por qué debo irme.
Y oyó la voz de él que regresaba por la ruta: "En un universo de ambigüedades, este tipo de certidumbre llega una sola vez, y nunca más, no importa cuántas vidas le toque a uno vivir."



ROBERT JAMES WALKER "Los puentes de Madison County".

* Efectivamente, hay certezas que se tienen una o pocas veces en la vida, y para que engañarnos, en esas raras ocasiones es mejor bajarse en marcha de la camioneta, porque nunca se sabe si habrá otra oportunidad igual esperando...
Ay, Francesca, mira que dejar al pobre Clint solito bajo la lluvia...

**Aprovecho para recomendaros la última película de Eastwood como director, "Cartas desde Iwo Jima", una excepcional película, de las mejores que he visto en mucho tiempo. Os dejo aquí la crítica que hizo de ella Alex en su día.

 
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