* En los comienzos de este blog, allá por 2.005 os hablé de dos películas que reflejan como pocas los estragos que causa el alcohol en las personas, "Días de vino y rosas" de Blake Edwards y "Días sin huella" de Billy Wilder. Hoy os muestro una escena devastadora en el que el protagonista de esta última comenta con un barman las razones por las que bebe. Ese último plano con la huella de seis vasos no merece más explicación.
Entradas
Hace 5 días.
4 comentarios:
Yo conozco el tema de cerca, por dos personas. Y en el fondo, los he comprendido.
Me encanta esta escena, y Ray Milland, perfecto. Lo más duro, cuando empieza a ver los bichos en la pared.
Gran escena de una gran película. Consciente de los estragos del alcohol, como los de las drogas, también le doy su punto al mismo en cuanto bebido con moderación. Ahora, hay pocas cosas mejores que de vez en cuando darle un patadón al cuerpo y cogerse una melopea.
JO esa escena es un agobio, pero vamos me encanta, ya la comente, la comentamos, luego la puse, es que es para hablar de esta peli cientos de veces, un peliculón, y un tema muy duro!
muy bueno wilder
Cuánto he tardado en contestar! Imperdonable!
* Es un tema muy duro el del alcoholismo, Emily, al fin y al cabo es un "vicio" que nos rodea a todas horas y en todo tipo de ocasiones, imagino que dejarlo tiene que ser bien difícil...
A mi me gusta la primera escena, cuando irrumpen en su casa su novia y su hermano, y vemos desde fuera, por la ventana, cómo él ha escondido la botella colgándola de una cuerda por la ventana... vaya maestría para mostrar cómo este tipo de enfermos esconden y mienten sin parar...
* Eduardo, todo en su justo punto es aceptable...
* Es una película tremenda, atikus, de las pocas de Wilder que produce inmensa pena en lugar de risas sin fin...
Publicar un comentario