lunes, 11 de junio de 2007

CONCIERTOS


* Creo que ya os he dicho alguna vez que, de un tiempo a esta parte, disfruto mucho leyendo libros de relatos cuando voy de viaje, así que cuando fui a Barcelona hace un par de semanas me llevé conmigo "La mesa limón" de Julian Barnes. He disfrutado mucho de este libro, os dejo con dos fragmentos de un relato llamado "Vigilancia" en el que su protagonista cuenta lo mal que lo pasa en los conciertos de música clásica cuando le toca cerca el típico pesado que no deja de carraspear, toser o hacer ruido... Precisamente me acordé de este relato en el Primavera Sound, cuando me tocó al lado un pesado en el concierto de Wilco, se dedicó a cantar todas las canciones (bastante mal por cierto) a voz en grito en mi oído, y como estaba rodeada de tanta gente no tenía posibilidad de alejarme de él. No logró fastidiarme el maravilloso concierto pero apunto estuvo... Por eso entiendo tanto lo que cuenta Barnes:

"El allegro de obertura fue bastante bien: un par de estornudos, un caso grave de flema compacta en el centro del patio de butacas que exigía casi una intervención quirúrgica, un reloj digital y no poco manoseo de las hojas del programa. A veces pienso que deberían poner instrucciones de uso en la portada de los programas. Por ejemplo: "Esto es un programa. Le informa de la música de esta velada. Puede que le apetezca echarle una ojeada antes de que empiece el concierto. Así sabrá lo que están tocando. Si se entretiene mucho leyéndolo, producirá distracción visual y cierto grado de ruido ligero, se perderá parte de la música y quizá moleste a sus vecinos, sobre todo al hombre que ocupa la localidad K 37". En ocasiones el programa contendrá un pequeño texto informativo, vagamente rayano en el consejo, sobre los móviles y el uso del pañuelo para sofocar las toses. Pero ¿alguien hace caso? Es como los fumadores que leen las advertencias sanitarias de un paquete de tabaco. Lo asimilan y no lo asimilan; en cierta medida, no creen que les concierna a ellos. Debe ocurrir lo mismo con los que tosen. No es que yo quiera parecer demasiado comprensivo; eso sería estar dispuesto a perdonarlos. Y, a título informativo, ¿cuántas veces ves a alguien sacar un pañuelo para amortiguar el ruido? Yo estaba un día al fondo de la platea, en la T 21. El doble concierto de Bach. Mi vecino, en la T 20, de repente empezó a corcovar como si cabalgase a un potro salvaje. con la pelvis proyectada hacia delante, hurgó frenéticamente en busca de un pañuelo y logró enganchar al mismo tiempo un gran manojo de llaves. Distraído por la caída de las llaves, soltó el pañuelo y el estornudo se escapó en distintas direcciones. Muchas gracias, T 20. Luego se pasó la mitad del movimiento lento mirando las llaves con inquietud. Al final resolvió el problema colocando encima el pie, con lo cual, satisfecho, volvió a centrar la mirada en los solistas. A intervalos, una débil remoción metálica, debajo de su zapato en movimiento, añadía unas notas armónicas a la partitura de Bach.

(....)

Andrew cree que debería quedarme en casa con mi equipo de sonido, mi colección de compacts y nuestros vecinos tolerantes, a los que rara vez se les oye carraspear al otro lado de la pared medianera. ¿Por qué vas a conciertos, me pregunta, si sólo sirven para enfurecerte? Voy, le digo, porque cuando vas a una sala de conciertos, después de haber pagado y de haberte tomado la molestia de ir, escuchas con mayor atención. No, a juzgar por lo que dices, me responde. Al parecer, estás distraído casi todo el tiempo. Bueno, prestaría más atención si no me distrajeran. ¿Y a qué prestarías más atención, a modo de pregunta puramente retórica? (¿Veis lo provocativo que puede ser Andrew?)Lo pensé un rato y luego dije: A los pasajes altos y a los suaves, de hecho. A los altos porque, por más moderno que sea tu equipo, nada es comparable a la realidad de cien o más músicos tocando a todo trapo en tu presencia, atronando el aire. Y a los suaves, lo cual es más paradójico, poque uno cree que cualquier equipo de alta fidelidad puede reproducirlos bien. Pero no puede. Por ejemplo, esos compases inaugurales del larghetto, que flotan a lo largo de veinte, treinta, cincuenta metros, aunque flotar no es la palabra correcta, porque supone tiempo transcurrido viajando, y cuando la música avanza hacia ti, toda noción del tiempo queda abolida, así como el espacio y el lugar, por cierto".

JULIAN BARNES.

18 comentarios:

atikus dijo...

ups! esta la gente de lunes, todavía durmiendo eh!!

Bueno la verdad es que a mí me paso hace poco en el cine con un tipo despreciable que se paso toda la peli comentandola con el de al lado y sorbiendo un refresco con una ansiedad pasmosa, ademas de tragar una caja enorme de palomitas como el moustro de las galletas, cuando digo la caja no sólo digo las palomitas ;)

en fin que uno puede comer con educación unas palomitas, en fin y tomarse un refresco e incluso comentar una escena, no penseis que soy un bicho raro (bueno igual lo soy...) pero este tipo era para que lo encerrasen, de verdad!!

desconvencida dijo...

sisi, la gente está hoy vaga para leer y/o escribir, se nota que es lunes, atikus :).

jaja, yo tampoco soy tan maniática, pero entiendo que ante todo debe haber algo de respeto... aunque ya se sabe, la gente va a lo suyo...

CGR dijo...

Comencé a leer este libro de Barnes y lo abandoné, cuando vislumbré que trataba de relatos acerca de la vejez y de la antesala de la muerte. Me pareció flojo literariamente, para ser de Barnes, y la verdad es que se me caía de las manos. No llegué al cuento que dices, aunque recuerdo el cuento de la peluquería y el de dos amigas íntimas. Lo vuelvo a intentar este verano. ¿Qué relatos te han gustado más a ti, para que los anote?

desconvencida dijo...

Pues mira, tarta, el de Historia de la peluquería y el de las amigas íntimas que mencionas me resultaron los más flojos, me encantó el de Historia de Mats Israelson, éste que he puesto aquí, el de Higiene y Apetito, que también me pareció original...Aún me falta por leer los dos últimos...

Anónimo dijo...

De haber sido yo el que hubiese estado a tu lado durante ese concierto que citas, te habría molestado poco: ni siquiera sé quines son Wilco... como para tararear sus letras.

Felidades para tu hermana y el resto del grupo.

desconvencida dijo...

Bueno, Alex, seguro que te hubieras quedado sin palabras, son muy buenos músicos :).

Gracias! Aún siguen emocionados con los premios...

CGR dijo...

Gracias, tomo nota de los cuentos. Ya decía yo que esos dos primeros relatos eran muy flojos para ser Julian Barnes.

Alex, comparto lo que dice D., Wilco es, posiblemente la mejor banda de rock actual. Sin embargo, la mayor parte de la gente la ha descubierto ahora o hace pocos años. Yo creo, en cambio, que su disco clásico es uno de los primeros que editaron, del año 96, doble, llamado "Being There", un disco realmente maravilloso. Empezaría por ahí. Los discos actuales son más experimentales.

Telémaco dijo...

Me tranquiliza leerte, porque yo cada vez con más frecuencia siento ganas de estrangular a determinados espectadores de conciertos. Recuerdo especialmente a unos que estaban de juerga en un concierto de ¡El Niño Gusano!, o unos niñatos que bailaban algo parecido al pogo en uno de ¡Los Planetas!. ¿Lo siguiente que será? ¿Bailar breakdance en uno de Nick Cave?

desconvencida dijo...

tarta, justo ese no lo tengo, creo que debe ser el único que me falta...

telémaco, como decía por ahí, tampoco es que yo sea una maniática integral, pero lo cierto es que sí que veo esa actitud en mucha gente que va a conciertos, se ponen de espaldas al escenario a hablar con sus colegas o gritan a pleno pulmón las canciones...

Anónimo dijo...

Vale, pues aunque no prometo nada tomo nota sobre Wilco.

Te dejaría el vídeo prometido de "El Paciente Inglés" vía mail, pero por no incordiar y, de paso, por situar cifras dobles en tu posteo (por aquello de no bajar la media) te lo dejo aquí:

http://www.youtube.com/watch?v=Gzopclf3IYo

He reducido la duración de la escena a dos minutos, por no hacerla muy pesada. Y si alguien conoce el nombre de esa parte del cuerpo que se olvide del asunto: desde entonces será conocida por el bósforo de Almasy.

desconvencida dijo...

Mil gracias Alex, ¡ahora mismo lo veo! Un beso

desconvencida dijo...

Alex, tendré que verlo mañana, me sale esta pantalla dichosa:

The video you have requested is not available.

If you have recently uploaded this video, you may need to wait a few minutes for the video to process

Anónimo dijo...

Bueno, ya funciona. Me habría gustado cargarla en versión original, la delicada voz de Fiennes es imposible de doblar con el rigor adecuado, pero mi habilidad en el ripeo es limitada.

desconvencida dijo...

Por lo menos sabes ripear, Alex, yo no tengo ni idea de subir vídeos a Youtube...

Muchísimas gracias por el vídeo, como te dije sólo he visto la película en su estreno, y no recordaba esta escena, muy bonita :)

Anónimo dijo...

Bueno, soy un autodidacta en el tema, pero si algún día quieres subir algo con gusto te indicaré los lugares y programas necesarios para ello.

Si te gustó la escena no hay nada que agradecer. Fue un placer subirla.

desconvencida dijo...

Pues cuando tengas un rato mándame por e-mail instrucciones, que aunque soy un desastre para estas cosas me acabaré enterando, es algo que quería hacer hace tiempo porque no siempre se encuentran las escenas favoritas de una concreta película...

Por cierto, que ponen hoy por la noche en TVE "La jauría humana", no me puedo creer que vuelvan a poner clásicos en la Primera, espero que dure mucho tiempo este ciclo...

Anónimo dijo...

Lo haré. A ver si puedo hacerlo antes del viérnes.

¿"La Jauría Humana" en horario estelar? Será como volver atrás en el tiempo. Qué gran película la de Penn.

Qué dure, y a ser posible que se extienda esa costumbre.

desconvencida dijo...

Alex, no hay ninguna prisa, como si es la semana que viene... gracias por adelantado :)

Sí,si, a ver si dura...

 
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