jueves, 12 de enero de 2006

HERMOSOS Y MALDITOS



"Con un tremendo esfuerzo Anthony manifestó su asentimiento cambiando de tema, y los dos se dejaron arrastrar a un viejo juego de preguntas y respuestas acerca de sus respectivos pasados, entusiasmándose gradualmente a medida que descubrían los antiquísimos, inmemoriales parecidos en gustos e ideas. Ambos dijeron cosas que eran más reveladoras de lo que querían... pero los dos fingieron dar por buenas las palabras del otro. Así es como se va forjando la intimidad. Uno entrega primero su mejor retrato, un producto resplandeciente y muy bien acabado, retocado con fanfarronadas, falsedades y sentido del humor. Luego se necesitan más detalles y entonces se pinta un segundo retrato, y luego un tercero... antes de que pase mucho tiempo los mejores rasgos han desaparecido, y finalmente se revela el secreto; los diferentes niveles de los sucesivos retratos se mezclan y nos delatan, y aunque seguimos pintando y pintando ya no conseguimos vender la mercancía. Tenemos que darnos por satisfechos con la esperanza de que nuestras mujeres, nuestros hijos y nuestros socios acepten como buenas esas fatuas descripciones que les hacemos de nosotros mismos."

HERMOSOS Y MALDITOS Francis Scott Fitzgerald

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cómo? Mi admirado Scott Fitzgerald sin un solo comentario. No puede ser. Menos siendo tan bueno el párrafo que has elegido. Gran novela aquella. Aunque la leí hace tanto tiempo que ya casi no la recuerdo, sólo queda el poso. El texto es tremendo. Más al ser escrito por alguien que vivió una historia de amor tan trágica como la suya.

Anónimo dijo...

Excelente Fitzgerald, justo en estos días ando leyendo sus cuentos.

 
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