miércoles, 17 de febrero de 2010

MARATHON MAN


—Una punta de diamante — dijo, señalando el clavo—. Un taladro que cualquiera puede adquirir, supongo yo, en una ferretería de primera clase, y una punta de diamante ordinaria, un utensilio dental completamente normal. Eso es lo más hermoso de todo, lo fácil que es disponer de algo determinado. Allá en el campo de Auschwitz traté de introducir ese sencillo utensilio, pero Mengele estaba tan obsesionado con su idea de crear una raza de seres con ojos azules que ignoró las implicaciones de lo que yo trataba de implantar, pues como ya le he dicho no estaba bien de la cabeza y, ¿qué podía uno esperar de un loco delirante? Pero, fijese bien, a través de los siglos, cuando se capturaba a un espía sólo era válido si se conseguía que dijera la verdad, y para ello había vírgenes de hierro en la Edad Media y corrientes eléctricas en los testículos en los tiempos modernos, pero estos procedimientos no eran eficaces. Carecían de base psicológica. No se preparaba a la persona para ser torturada. Te sientes perfectamente bien, y al cabo de unos segundos te encuentras en la agonía, y cuando estás a punto de morir se interrumpe el proceso, y el dolor cesa, y todo habría sido tan sencillo si Mengele me hubiera escuchado. ¿Sabe? Cualquiera puede hacer lo que yo voy a hacerle, unos pocos días de entrenamiento es más que suficiente, y si Mengele me hubiera escuchado jamás habría habido un cautivo capaz de resistirnos, porque un nervio cortado es mucho más doloroso que el que le toqué en su cavidad, ese nervio estaba ya a punto de morir antes de que comenzara yo a tocarlo.

—¿Va a cortarme un nervio?

—Un nervio vivo, sí, un nervio sano. Aplicaré el taladro a un diente perfectamente sano y en muy poco tiempo llegaré a la pulpa.

—La pulpa. O, sea, la parte carnosa del diente. Babe retuvo el vocablo.


—La sustancia interior de su diente —dijo Szell—.Tratándose de una persona joven como usted, la pulpa es fácilmente asequible. No me tomará más de un minuto. El taladro de un diente sano no es tan terrible como parece, salvo que en este caso el taladro le causará un calor muy intenso y, por supuesto, nada agradable,pero hasta que lleguemos a la pulpa, podrá más o menos soportarlo. La pulpa es donde se encuentran los nervios. Es realmente un complejo de vasos sanguíneos y fibras nerviosas, venas y arterias y tejido linfático, todo ello entrelazado; no se preocupe, no se producirá mucha hemorragia, acaso una gota o dos, pero nada más. —Y acto seguido, se puso a taladrar el diente incisivo de mayor tamaño, situado en el centro de la boca."

WILLIAM GOLDMAN "Marathon man".


* Hoy he vuelto a ver "Marathon Man" (1.976), película de John Schlesinger basada en una estupenda novela de suspense de William Goldman (autor, entre otras de "La princesa prometida"), protagonizada por un joven Dustin Hoffman y un veterano Laurence Olivier, y recordé por qué se dice que cuando ves esta película la experiencia de visitar al dentista ya no vuelve a ser nunca igual.

11 comentarios:

el adorable hombre de las nieves dijo...

El speech del sujeto no tiene desperdicio.

El sustrato ideológico del nazismo estaba en la creación del hombre nuevo: sin ningún tipo de cortapisa moral que pudiera entorpecer todo su potencial dominador.

En palabras de Borges: Deutsches requiem (IMPRESIONANTE TEXTO)

http://elperrofilosofo.com.ar/wordpress/?p=15

desconvencida dijo...

Gracias por el enlace, es Ud. adorable :)))

Luego le echaré un vistazo. Besos con cloroformo :D

David dijo...

No he visto todavía esta peli. Y eso que he leído los dos libros de Goldman y recuerdo un par de anécdotas que contaba sobre Olivier y Hoffman. Ya caerá, supongo.
Un saludo.

desconvencida dijo...

¿Qué anécdotas contaba Goldman? La peli no está mal, aunque el libro es mucho mejor... saludos, David...

David dijo...

Pues Goldman está obsesionado con la altura de los actores. Él se considera un tipo alto y siempre está con "No es tan alto en la vida real", "Vaya, es bajito..." En fin, a mí que soy bastante enano me hacía mucha gracia.
De Dustin comentaba que en una escena en la que en el guión decía que su personaje estaba dormido, en la cama o algo parecido y aparecía un personaje y él sacaba una linterna, que el actor se negó a usar la linterna porque no iba con el personaje, porque no le llegaba, etc... Pero Goldman decía que él pensaba que era porque sus fans no pensasen que Dutin interpretaba a un "cobardica" o algo parecido.
De Olivier, que andaba algo sordo, por aquel entonces.
De todas formas, lo más divertido de uno de sus libros no tiene que ver con esta peli, sino con su comentario sobre lo que son las estrellas y los actores y la referencia que hace a Robert Duvall en una película. Ahí me estuve partiendo de risa un buen rato.
Un saludo.

eva dijo...

esto no tiene nada que ver con el cine ...pero de jovencita trabajé con un cirujano maxilofacial...y tengo ciertos olores e imagenes gravadas!!! y la gente venía...-cagada...esto me ha puesto los pelos de punta!!!!...ay lo que hace una pa´ganarse la vida...

uff..desco...esta vez me das miedo!!!

Selma dijo...

No he leído el libro; la peli la vi por primera vez hace muchos años, y esta escena me puso los pelos de punta... El adorable Sir Laurence, contando despacio lo que le va a hacer al pobre Dustin, uffff, qué pupita!

desconvencida dijo...

* Gracias por la información, David!

* eva, tiene que ser una experiencia traumática :) de las que se te quitan de verdad las ganas de ir al dentista :D.

* ¡qué "pulpita" diría yo, Selma! Perdón por el chiste malo :D

Jaime Sirvent dijo...

Ésta es una de las secuencias más violentas y de mayor tensión que he vivido nunca como espectador de cine, es de una violencia psicológica absolutamente brutal, da mucho miedo.

ethan dijo...

Qué grande Olivier! lo bien que se le daban los "malos" en esa etapa de madurez. Y qué pequeño Hoffman (de estatura, no de profesional) daba muy bien la "talla" en un papel de victima, pero de esas victimas que se revuelven...
Saludos!

desconvencida dijo...

* Cierto, Jaime Sirvent, uno lo pasa realmente mal... aunque no haya sufrido en sus propias carnes la tortura, todos hemos ido al dentista alguna vez, y conocemos la experiencia y las sensaciones que se tienen al escuchar los aparatos en cuestión ....

* Así es, Ethan, Olivier era un gran actor de los de antes, genio y figura hasta el final... de Hoffman no se puede decir lo mismo, pienso que empezó su carrera de manera espectacular, pero los últimos años (décadas) ha tirado por el camino fácil, los papeles cómodos y alimenticios. Una pena...

 
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