El otro día, al hablar de los Hermanos Marx, muchos decíamos que la risa es una de las mejores terapias que existen para un día triste, y que el sentido del humor es algo imprescindible para enfrentarse al día a día. Todo esto lo sigue al pie de la letra Ernst Lubitsch en sus famosas comedias, en las que con un sentido del humor universal y atemporal sigue provocando carcajadas en decenas de años después de su estreno. Ya tuve la ocasión de comprobarlo en el pasado Festival de Cine de San Sebastián (recuerdo especialmente la proyección de "Ser o no ser" ), y el martes pasado cuando fui a ver "Ninotchka" (1.939).
Esta famosa comedia, que en su día se promocionó con la famosa frase "¡La Garbo ríe!", fue la penúltima película que la actriz sueca protagonizó, antes de su famoso retiro. Tiene unos guionistas de lujo, quizás quien más destaca de todos ellos es nada más y nada menos que Billy Wilder. La colaboración de Wilder con Lubistch se explica ya que no sólo ambos eran alemanes de origen, sino que para Wilder, Lubitsch siempre fue su ejemplo a seguir. Por eso siempre se cuenta la famosa escena que tuvo lugar el día del entierro de Lubitsch. Charles Brackett (otro guionista, que también intervino en el guión de Ninotchka, entre otras) le dijo a Wilder "Nos hemos quedado sin Lubitsch". A lo que éste le contestó: "Peor aún, nos hemos quedado sin las películas de Lubitsch".
La comedia plantea una situación rocambolesca en la que unos enviados de la URSS, llamados Iranoff, Bulganoff y Kopalski (unos grandiosos secundarios como no podían faltar en toda película de Lubitsch) llegan a París para vender las joyas de una Gran Duquesa rusa exiliada, confiscadas durante la Revolución. La Gran Duquesa envía a su playboy particular, Leon (Melvin Douglas) para negociar con la delegación rusa y de paso deslumbrarles con los "vicios capitalistas". Ante la falta de noticias acerca de la venta, la URSS decide enviar a Ninotchka (Greta Garbo) una funcionaria soviética, hierática e inflexible. La escena en la que Iranoff, Bulganoff y Kopalski se encuentran con Ninotchka en la estación de tren es memorable, en ella se entrevé claramente el humor típico de Lubitsch y Wilder:
Iranoff: Moscú ha tenido una brillante idea al sorprendernos con una camarada.
Bulganoff: De haberlo sabido, habríamos traído flores.
Ninotchka: No se fijen en mi como mujer, estamos aquí para trabajar. Eso es todo,no perdamos el tiempo ¿vamos?
Iranoff: Mozo, venga por favor.
Ninotchka: ¿Qué quiere?
Mozo: Me permite sus maletas, por favor, madame.
Ninotchka: ¿Por qué?
Iranoff: Es un mozo, quiere llevarlas.
Ninotchka: ¿Por qué quiere llevar las maletas de otros?
Mozo: Es mi trabajo, madame.
Ninotchka: Esto no es un trabajo. Es injusticia social.
Mozo: Eso depende de la propina.
Kopalski: ¿Cómo van las cosas en Moscú?
Ninotchka: Muy bien. Los últimos juicios masivos han sido un éxito. Ahora hay menos rusos, pero mejores.
El encuentro casual de Ninotschka y Leon causará en el segundo una profunda impresión, quiere saberlo todo de esta misteriosa mujer de rostro impasible, y no para hasta hacerla sonreir e incluso reir a carcajada limpia en esta memorable escena del restaurante obrero:
Leon: No se lo tome tan en serio, no merece la pena. Por favor, relájese. Se lo suplico, Sargento. Sonría.
Ninotchka: ¿Qué?
Leon: Sonría. Va a sonreir.
Ninotchka: ¿Por qué?
Leon:Bueno, sólo sonría.
Ninotchka: ¿Por qué?
Leon: Por cualquier cosa. Por el ridículo espectáculo de la vida, por la gente que es demasiado seria y arrogante, exagerando su propia importancia. Si no se le ocurre nada por lo que reir, riámonos de nosotros mismos.
Ninotchka: ¿Por qué?
Leon: Por que somos una extraña pareja.
Ninotchka: Debería de volver a su mesa.
Leon: No, no puedo irme. No hasta haberla hecho reir una vez.
Finalmente ella entiende que la vida hay que vivirla de la manera más risueña posible, aprovechando todo lo que ofrece, tanto cosas materiales ( un ridículo sombrero, una copa de champán o un vestido de noche...) como inmateriales:
Para terminar os dejo con una foto hecha durante el rodaje, en la que el propio Lubitsch (siempre me hizo gracia la cara de bribón que tenía) hace sonreir a la Garbo:
23 comentarios:
Buenos días!!
Del humor qué decir, ¿qué sería de nosotros (de mi, desde luego)sin él?
Ninotchka es una verdadera delicia, me gusta incluso más que "Ser o no ser", que ya es decir!!!
Ese humor perdurará siempre, no envejece en absoluto, y además ¿cómo enamorarse de Greta Garbo? incluso en su faceta más estalinista estaba encantadora, y si no que se lo pregunten a Melvin Douglas, su batelerito del Volga!!!
un beso
¿Vas a cineblubs o algo así?
quería decir ¿cómo NO enamorarse de Greta Garbo?
Habrá sido el fantasma de Stalin!!!
:)
Muy bonito post. Muy bonita enseñanza. Me encantaría hacer reir a la gente a menudo (sólo lo consigo, y sin yo proponérmelo, con un cuñado, eso sí a carcajada limpia). En cuanto a Greta, es un bellezón, qué duda cabe.
me ha encantado el post, y me alucina esa pelicula (y varias más de lubitsch) es verdad que no hay como sonreir o reirse directamente, cuando vienen mal dadas.
La secuencia en la que Garbo ve el sombrerito en la vitrina ... Ahí ya se sabe que ha caído en la trampa del capitalismo. Grandísima película.
Una belleza sueca con un talento, un guionista inteligente como pocos, un director magistral, una localización para enamorar al mas pánfilo y un humor al más puro estílo marxista, que más puedo decir de este peliculón!!!
...belleza sueca de gran talento...
:)
hola alain... desde luego que la Garbo tenía un encanto especial, a mi cuando sale en plan soviético me hace mucha gracia, no sé si yo podría interpretar esas escenas sin partirme de risa... jajaj, cuidadin con el fantasma de Stalin! :D
Memento, esta peli la vi en el cineclub del que hablé hace tiempo, hoy ponen "Operación cicerón"... A mi me encanta que me hagan reir, pero también me gusta provocar las carcajadas en otros, tengo un lado "payaso" también, aunque para eso hay que coincidir en el sentido del humor, no siempre es fácil...
Leon, Alicia, Atikus, veo que sois todos acérrimos lubitschianos :)
Que voy a añadir yo...sobre películas como esta?. Las vuelves a ver y siguen gustándote siempre .Y siguiendo con el cine.Por favor que nadie se pierda "La vida de los otros" o como explicar una história de manera perfecta. De como interpretarla de manera impecable . De como acompañarlo todo con una música exquisita y como dejar que un agente de la stasi te acabe robando el corazón...sigo noqueada.
Vaya, MK ha dejado de lado su espíritu burlón! se nos pone seria :P Adivina MK qué raza de perrito acompañaba a D.Parker...el mío! Hay, Desconvencida tu nos quieres deprimir..ayer Marilyn, hoy Greta...ya no hay mujeres como ellas, sino pensad.
Gracias Emily...si, tienes razón , incluso créo que la cosa és mucho más terrible...Creo que ha sido mi entusiasta y burlón espiritu ,el que me ha abandonado a mí... Ya sé que me haré pesada , pero ves a ver esa película . Y querida , lamento decirte que no salen perros ,pero sé que te gustará.
...i salutacions a en Bruc de part de la meva Colette.
Mary Kate, los dos últimos fines de semana he estado fuera, pero este mismo viernes o sábado quiero ver esa película, me han hablado muy bien de ella...
Nada de deprimirse, Emily, ellas siempre estarán ahí, pero nosotras podemos ser iguales o mejores, faltaría más!! ;)
Mary Kate, los dos últimos fines de semana he estado fuera, pero este mismo viernes o sábado quiero ver esa película, me han hablado muy bien de ella...
Nada de deprimirse, Emily, ellas siempre estarán ahí, pero nosotras podemos ser iguales o mejores, faltaría más!! ;)
Jeje
:P
Hace diez minutos he llorado con la escena de LOS PUENTES DE MADISON, y ahora río con el post sobre LOS HERMANOS MARX. Gracias por tu blog, para mí es un maravilloso refugio donde encuentro calor a diario.
Besos
Gracias a ti por visitarme, Jes y por tu mensaje, un beso...
imperdonable como amante de lubitsch que aún no haya visto Ninotschka...voy a poenerle remedio ya mismo...gracias por la sugerencia!!
¡A qué estás esperando, Juan! :D
O como diría Donald O'Connor: "Make 'Em Laugh".
Bueno, hay momentos para todo, pero sin rísas, pocas cosas tienen sentido. Y sin las películas de Lubitsch, ni te cuento.
Si no existieran habría que inventarlas... le cambian el humor a una persona en breves minutos :D
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