"La noche del cazador" (1.955) de Charles Laughton es una obra maestra por muchas razones. Para empezar parte de una buenísima novela de Davis Grubb (que he leído hace poco), que también participó en la elaboración del guión. Además se da la curiosa circunstancia de que fue la única película que dirigió en toda su vida el enormísimo (en todos los sentidos) actor inglés Charles Laughton.
Toda esta película está rodeada de una atmósfera especial, de verdadero cuento de hadas, basta con que miréis los fotogramas de arriba. En él no faltan el Lobo Feroz, encarnado genialmente por Robert Mitchum como el predicador Harry Powell, un iluminado y codicioso asesino en serie de viudas, e incluso hay una hada madrina, que es la actriz de cine mudo Lillian Gish. El Predicador conoce al padre de los niños protagonistas (que curiosamente se llama Ben Harpe, como el cantante;) en la cárcel y se entera de que está condenado a muerte por haber robado 10.000 dólares en un banco y haber matado a dos empleados de la oficina. Intenta por todos los medios que le cuente qué ha hecho con el dinero, pero no lo consigue antes de su ejecución y, una vez en libertad, seduce a su viuda, Shelley Winters (que igual que en la "Lolita" de Kubrik hace de mujer seducida y engañada por interés) y se casa con ella, ya que sospecha que ésta o sus hijos pueden saber dónde está el botín. El hijo mayor desconfía del Predicador desde un primer momento y, tras la misteriosa desaparición de su madre, huye con su hermana en una pequeña barca río abajo. Afortunadamente se cruzará en su camino la Señorita Cooper (Lillian Gish), que tiene por principal cometido en su vida el cuidado de los niños desamparados, y que luchará con uñas y dientes, y con una escopeta bien cargada, para protegerles del falso predicador. Como ella misma dice al comienzo del filme:
Toda esta película está rodeada de una atmósfera especial, de verdadero cuento de hadas, basta con que miréis los fotogramas de arriba. En él no faltan el Lobo Feroz, encarnado genialmente por Robert Mitchum como el predicador Harry Powell, un iluminado y codicioso asesino en serie de viudas, e incluso hay una hada madrina, que es la actriz de cine mudo Lillian Gish. El Predicador conoce al padre de los niños protagonistas (que curiosamente se llama Ben Harpe, como el cantante;) en la cárcel y se entera de que está condenado a muerte por haber robado 10.000 dólares en un banco y haber matado a dos empleados de la oficina. Intenta por todos los medios que le cuente qué ha hecho con el dinero, pero no lo consigue antes de su ejecución y, una vez en libertad, seduce a su viuda, Shelley Winters (que igual que en la "Lolita" de Kubrik hace de mujer seducida y engañada por interés) y se casa con ella, ya que sospecha que ésta o sus hijos pueden saber dónde está el botín. El hijo mayor desconfía del Predicador desde un primer momento y, tras la misteriosa desaparición de su madre, huye con su hermana en una pequeña barca río abajo. Afortunadamente se cruzará en su camino la Señorita Cooper (Lillian Gish), que tiene por principal cometido en su vida el cuidado de los niños desamparados, y que luchará con uñas y dientes, y con una escopeta bien cargada, para protegerles del falso predicador. Como ella misma dice al comienzo del filme:
"Desconfiad de los falsos profetas que se cubren con pieles de cordero, pero que en su interior son lobos furiosos. Por sus actos les conoceréis."
Y a continuación, un párrafo de la novela que he seleccionado para vosotros:
"Ben calla. El Predicador se levanta y durante un rato contempla absorto la ventana de la celda con sus largas y flacas manos cruzadas a la espalda. Ben mira esas manos y se estremece. ¿Qué clase de hombre llevaría semejante tatuaje en los dedos?, piensa. En los dedos de su mano derecha, con letras azules bajo la piel gris, de aspecto ominoso, lleva tatuada la palabra A-M-O-R. Y lo mismo ocurre con los dedos de la mano izquierda, sólo que las letras forman la palabra O-D-I-O. ¿Qué clase de hombre? ¿Qué clase de predicador?, piensa Ben, desconcertado, y recuerda la hoja presta a saltar de la navaja de muelles que el Predicador oculta en la sucia manta de su cama."
9 comentarios:
y a mí me resultó tan curioso descubrir que love y hate tienen el mismo número de letras en español que en inglés...Cielos, que pelicula mas impactante. Diana de nuevo.
Es un peliculón, la vi por primera vez el año pasado y he aprovechado que acabo de terminar el libro para volverla a ver...
Efectivamente, tenemos enooormes campos sembrados de gustos comunes...y sólo he visto poquito del mes de mayo .Te felicito y te lo agradezco.Te dejo un comment en "Olvidate de mi"....pero si me lo permites , me recrearé en el personaje de la Maga...y "Que bello és vivir..." y "Lost in traslation..."....uffff!Y ya conocía tu gusto por Paul Auster... Un consejo querida , ya que estamos...nunca, me oyes , nunca se te ocurra leer "Carta de una desconocida" de Stefan Zweig ,un domingo por la tarde...nunca !...ojalá alguien me lo hubiera advertido a mí antes...
¡hola Mary Kate! Ya he visto tu comentario de antes, se bienvenida a mi blog :)
Desde luego que esa novela de Stefan Zweig está totalmente desaconsejada para domingos por la tarde, y para estados anímicos platónicos... Se puede decir lo mismo, puestas a contraindicar, de la película del mismo título, la versión de Max Ophüls, no la china (esto me recuerda que se la dejé a un amigo allá por Navidad y la tengo que reclamar de vuelta).
De hecho gracias por recordármela, hace tiempo que quiero hablar de ella por aquí, a ver si me animo algún día de estos, cuando la recupere!
puff... una obra maestra! otra, hay tantas. Debe de ser la pleícula que me ha dejado más imágenes en la retina: el cadaver de la madre ahogada meciendose por las ondas, las manos del predicador, el niño despertándose con el sonido de la canción del predicador y viendo su perfil en el horizonte... La fotografía y la dirección artística son de órdago, parrece increíble que fuera grabada en un estudio.
Desconocía la existencia de la novela y además según tu es buena, a por ella de cabeza!
Saúdos. Alberto b.
Y para más inri está editada por Anagrama (siempre Anagrama), concretamente en Panorama de Narrativas!
Es que es una obra maestra incontestable... Hoy, porque en su día nadie le prestó atención.
Cada plano cuenta un historia. Cada diálogo esconde otra.
Cierto, me sorprendió descubrir que en sus estreno fue un fracaso de crítica y público, parece increíble... Quizás por eso Laughton no se animó a dirigir otra película, quien sabe...
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