miércoles, 21 de junio de 2006

BORGES

Este es mi particular homenaje a Jorge Luis Borges, el ciego más clarividente que he tenido el placer de leer, en el 20 aniversario de su muerte:

"Las ilusiones del patriotismo no tienen término. En el primer siglo de nuestra era, Plutarco se burló de quienes declaran que la luna de Atenas es mejor que la luna de Corinto; Milton, en el XVII, notó que Dios tenía la costumbre de revelarse primero a Sus ingleses; Fichte, a principios del XIX, declaró que tener carácter y ser alemán es, evidentemente, lo mismo. Aquí, los nacionalistas pululan; los mueve, según ellos, el atendible o inocente propósito de fomentar los mejores rasgos argentinos. Ignoran, sin embargo, a los argentinos; en la polémica, prefieren definirlos en función de algún hecho externo; de los conquistadores españoles (digamos) o de una imaginaria tradición católica o del "imperialismo sajón". El argentino, a diferencia de los americanos del Norte y de casi todos los europeos, no se identifica con el Estado. Ello puede atribuirse a la circunstancia de que, en este país, los gobiernos suelen ser pésimos o al hecho general de que el Estado es una inconcebible abstracción; lo cierto es que el argentino, es un individuo, no un ciudadano. Aforismos como el de Hegel -"El Estado es la realidad de la idea moral"- le parecen bromas siniestras."

JORGE LUIS BORGES. Ficcionario

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No sabría por donde empezar,´con Borges..y reconozco que lo he leido poquísimo...debe ser que la naturaleza és sabía y me lo reserva para más adelante.Y además me he entretenido con Cortazar y La Maga, te dejo un comment..Yo me estoy leyendo ahora "El juego Favorito " de Leonard Cohen pero me temo que va a ser mejor cantante que escritor...es que todo no se puede tener...

desconvencida dijo...

Ese libro me lo regaló un amigo hace ya tiempo, pero confieso que no lo he leído aún, también me han dicho que como letrista y cantante es bastante mejor que como escritor (creo que ese libro y "Los hermosos vencidos" son libros de juventud, no sé si ha escrito algo más) , y ¡qué voz!

Anónimo dijo...

Todas las obsesiones de Borges tienen cabida en sus poemas y relatos: la identidad personal (el yo que se disuelve en mil personajes, un sinfín de máscaras bajo las que se refugia la intimidad del poeta, el Dios que nos sueña), el espacio que tiende al infinito (el mundo multiplicado en la superficie del espejo, la ciudad de Buenos Aires transmutada por la nostalgia), el tiempo que apunta a la eternidad (el pasado mítico, el instante pleno o aleph, el presente como ilusión, el eterno retorno de lo idéntico), el destino del hombre (el conflicto irresoluble entre libertad y fatalidad como urdimbre de la historia), la muerte, el laberinto, el sueño, el cielo y el infierno, etc.
Lo que más disfruto de los poemas de Borges es, en primer lugar, su música. A veces me chirría cierta selección de palabras (excesivamente pedante, artificiosa o solemne), pero en conjunto su música cadenciosa, ese ritmo casi oracular, me lleva como hipnotizado a través de sus versos.
PD: No sigo, porque Borges es mucho Borges.

desconvencida dijo...

Veo que eres un borgiano de los pies a la cabeza, bufalino!

Sin palabras me dejas...

:)

 
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