" No conforme con haber descubierto el fuego, el hombre insistió hasta descubrir que el fuego era especialmente útil cuando se trataba de quemar libros, porque después de todo Dios había dejado de hablarle al hombre una vez que éste cometió la osadía de ponerlo todo por escrito, en las páginas de la Biblia. El torrencial dominico Girolamo Savonarola, recuerda Forma, ordenó a miles de niños florentinos que secuestraran volúmenes teóricamente impíos y que los apilaran para su purificación en la Piazza della Signoria. La pirámide de letras e historias pronto alcanzó los cincuenta metros de altura y ¿cómo olvidar a ese viento caliente que corrió por las calles de Florencia? ¿Cómo no llorar por tanta ciencia y tanta ficción consumiéndose en el oxígeno de esa noche maldita?Las mujeres florentinas perseguían papeles en llamas que se colaban por sus ventanas amenazando el sedoso sueño de las cortinas; y así fue como una de esas chispas se demoró un año en alcanzar los hábitos del mismo Savonarola, que ardió como un libro por orden del papa Alejandro VI delante de todos aquellos que habían padecido su sonrisa satisfecha ante el fuego de las palabras. "
RODRIGO FRESÁN. "Trabajos manuales"
Para que el demonio no pueda continuar ejerciendo sus engaños. (Del arzobispo de Uma, que en 1614 mandó quemar todas las quenas y demás instrumentos musicales de los indios).
En 1499, en Granada, el arzobispo Cisneros arrojó a las llamas los libros musulmanes, para reducir a cenizas ocho siglos de historia escrita de la cultura islámica en España.
En 1562, en Mani de Yucatán, fray Diego de Landa arrojó a las llamas los libros mayas, para reducir a cenizas ocho siglos de historia escrita de la cultura indígena en América.
En 1888, en Río de Janeiro, el emperador Pedro II arrojó a las llamas la documentación sobre la esclavitud en Brasil, para reducir a cenizas tres siglos y medio de historia escrita de la infamia negrera.
En 1983, en Buenos Aires, el general Reynaldo Bignone arrojó a las llamas la documentación sobre la guerra sucia de la dictadura militar argentina, para reducir a cenizas ocho años de historia escrita de la infamia carnicera.
En 1995, en la ciudad de Guatemala, el ejército arrojó a las llamas la documentación sobre la guerra sucia de la dictadura militar guatemalteca, para reducir a cenizas cuarenta años de historia escrita de la infamia carnicera.
En 2003 cuando las tropas invasoras concluyeron la conquista de Irak, los vencedores rodearon con tanques y soldados los pozos de petróleo, las reservas de petróleo y el Ministerio del Petróleo. En cambio los soldados silbaron y miraron hacia otro lado cuando fueron vaciados todos los museos y fueron robados los libros de barro cocido que contaban las primeras leyendas, las primeras historias y las primeras leyes escritas del mundo. Acto seguido fueron quemados los libros de papel. Ardió la Biblioteca Nacional de Bagdad, y se hicieron cenizas más de medio millón de libros. Muchos de los primeros libros impresos en lengua árabe y en lengua persa murieron allí.
EDUARDO GALEANO. "La memoria quemada"
También se podría añadir que en 1992, la Biblioteca Nacional de Bosnia y Herzegovina, en Sarajevo, que había sido abierta en 1896, fue bombardeada por orden del general serbio Ratko Mladic con obuses incendiarios. La biblioteca conservaba casi dos millones de volúmenes y 155.000 obras raras. Pocos ejemplares pudieron ser salvados.
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2 comentarios:
La peli está bastante bien,la puesta en escena es muy original,además tienes el aliciente de ver a Julie Christie en todo su esplendor, casi tan guapa como en "Doctor Zhivago" ;)
Gracias por la visita desconvencida. El tema de las quemas de libros aun tendrá nuevos capitulos. Hay mucho aficionado a la hoguera. Como decía un comentario del post, me olvidé de la quema de libros en el Quijote!
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