viernes, 3 de febrero de 2006

FAHRENHEIT 451




" No conforme con haber descubierto el fuego, el hombre insistió hasta descubrir que el fuego era especialmente útil cuando se trataba de quemar libros, porque ­después de todo­ Dios había dejado de hablarle al hombre una vez que éste cometió la osadía de ponerlo todo por escrito, en las páginas de la Biblia. El torrencial dominico Girolamo Savonarola, ­recuerda Forma­, ordenó a miles de niños florentinos que secuestraran volúmenes teóricamente impíos y que los apilaran para su purificación en la Piazza della Signoria. La pirámide de letras e historias pronto alcanzó los cincuenta metros de altura y ¿cómo olvidar a ese viento caliente que corrió por las calles de Florencia? ¿Cómo no llorar por tanta ciencia y tanta ficción consumiéndose en el oxígeno de esa noche maldita?Las mujeres florentinas perseguían papeles en llamas que se colaban por sus ventanas amenazando el sedoso sueño de las cortinas; y así fue como una de esas chispas se demoró un año en alcanzar los hábitos del mismo Savonarola, que ardió como un libro ­por orden del papa Alejandro VI­ delante de todos aquellos que habían padecido su sonrisa satisfecha ante el fuego de las palabras. "

RODRIGO FRESÁN. "Trabajos manuales"


Para que el demonio no pueda continuar ejerciendo sus engaños. (Del arzobispo de Uma, que en 1614 mandó quemar todas las quenas y demás instrumentos musicales de los indios).
En 1499, en Granada, el arzobispo Cisneros arrojó a las llamas los libros musulmanes, para reducir a cenizas ocho siglos de historia escrita de la cultura islámica en España.
En 1562, en Mani de Yucatán, fray Diego de Landa arrojó a las llamas los libros mayas, para reducir a cenizas ocho siglos de historia escrita de la cultura indígena en América.
En 1888, en Río de Janeiro, el emperador Pedro II arrojó a las llamas la documentación sobre la esclavitud en Brasil, para reducir a cenizas tres siglos y medio de historia escrita de la infamia negrera.
En 1983, en Buenos Aires, el general Reynaldo Bignone arrojó a las llamas la documentación sobre la guerra sucia de la dictadura militar argentina, para reducir a cenizas ocho años de historia escrita de la infamia carnicera.
En 1995, en la ciudad de Guatemala, el ejército arrojó a las llamas la documentación sobre la guerra sucia de la dictadura militar guatemalteca, para reducir a cenizas cuarenta años de historia escrita de la infamia carnicera.
En 2003 cuando las tropas invasoras concluyeron la conquista de Irak, los vencedores rodearon con tanques y soldados los pozos de petróleo, las reservas de petróleo y el Ministerio del Petróleo. En cambio los soldados silbaron y miraron hacia otro lado cuando fueron vaciados todos los museos y fueron robados los libros de barro cocido que contaban las primeras leyendas, las primeras historias y las primeras leyes escritas del mundo. Acto seguido fueron quemados los libros de papel. Ardió la Biblioteca Nacional de Bagdad, y se hicieron cenizas más de medio millón de libros. Muchos de los primeros libros impresos en lengua árabe y en lengua persa murieron allí.

EDUARDO GALEANO. "La memoria quemada"

También se podría añadir que en 1992, la Biblioteca Nacional de Bosnia y Herzegovina, en Sarajevo, que había sido abierta en 1896, fue bombardeada por orden del general serbio Ratko Mladic con obuses incendiarios. La biblioteca conservaba casi dos millones de volúmenes y 155.000 obras raras. Pocos ejemplares pudieron ser salvados.
Más sobre quema de libros aquí:
http://elortiba.galeon.com/quelib.html#La_quema_de_libros_de_1933



2 comentarios:

desconvencida dijo...

La peli está bastante bien,la puesta en escena es muy original,además tienes el aliciente de ver a Julie Christie en todo su esplendor, casi tan guapa como en "Doctor Zhivago" ;)

Leon dijo...

Gracias por la visita desconvencida. El tema de las quemas de libros aun tendrá nuevos capitulos. Hay mucho aficionado a la hoguera. Como decía un comentario del post, me olvidé de la quema de libros en el Quijote!

 
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