«Giulietta es mi intérprete ideal, mi inspiradora, una presencia mágica en mi trabajo», dijo el director.
«Miente: siempre me he abstenido de poner un pie en el plató en las películas en las que yo no trabajaba, porque mi presencia no le agradaba», dijo la actriz.
«Giulietta es mi Beatriz», dijo el director, enviándole a su consorte una sonrisa dulce e hipócrita.
La actriz replicó: «La verdad es que nos hemos dividido las tareas: Federico reina soberano en el plató, yo en casa. Pero siempre me ha hecho pagar la soberanía que ejercito dentro de los muros domésticos. Yo nunca me he gustado a mí misma: soy una liliputense, tengo la cara redonda, el pelo hirsuto. Desde que preparaba "La strada" soñaba con que Federico me diera el rostro de la Garbo o de Katherine Hepburn, pero en vez de eso me volvió la cara más redonda, y el cabello más hirsuto, y me empequeñeció todavía más. Hizo de mí una punk ante litteram».
«Te hice más seductora que Jean Harlow y Marilyn Monroe», dijo el director.
Y la actriz contestó: «Como ustedes saben, Federico ama a las mujeres monumentales, opulentas, fastuosas, pero yo, precisamente por ser diminuta y flaca, logré colarme entre aquellas estatuas vivientes escondida en los personajes de Gelsomina, Cabiria, Giulietta de los espíritus, Ginger, celebrando así mi venganza sobre él».
"Fellini, les cuento de mí." Conversaciones con Costanzo Costantini.
10 comentarios:
En una entrevista, José Luis de Vilallonga comentaba que, en una visita a España de Vittorio Gassman, fueron juntos a ver una obra cómica de Lina Morgan. Según Vilallonga, Gassman salió del teatro entusiasmado: qué gran tragicómica, si hubiera sido italiana, a Giulietta Masina no la conocería nadie.
Y la verdad es que viendo "La strada" no deja de aparecérseme Lina Morgan...
Curiosa anécdota :) Ahora yo también cuando vuelva a ver La Strada inevitablemente veré a Lina Morgan,no sé si es bueno,je...
No conocía la anécdota de Le Poinçonneur... Pero bueno, me parece que Vittorio exageró demasiado.
Giuletta estaba maravillosa en La Strada... Y el personaje de Gelsomina tuvo un éxito bárbaro. Si no recuerdo mal, leí que hubo hasta merchandising con ella.
A mí, en Las noches de Cabiria no me funcionaba tanto su actuación. Una prostituta no se me antoja tan "inocente" como la que mostraba la película... Arrastraba algo del personaje anterior, y eso en mi opinión hace daño a la peli. No sé...
Y bueno, las fotos son bonitas (aunque ya las conocía)...
Un saludo.
Siguiendo con Vilallonga, éste -que tiene un libro dedicado a sus conversaciones con Fellini- contaba que, en su época de ocasional actor, trabajó en alguna ocasión con Federico. Una tarde, Fellini le indicó que al día siguiente le invitaba a desayunar. Puntualmente, a la mañana, pasó a recogerlo en su Jaguar descapotable y lo condujo por media Roma hasta un bloque de apartamentos del Trastevere.
Bajaron del coche, entraron en el portal y tomaron el ascensor. Vilallonga, intrigado, no preguntó nada.
Llegaron a un rellano y Fellini tocó el timbre. Abrió una criada prolijamente uniformada, que saludó al cineasta con familiaridad. "La señora les espera", les dijo.
Ambos pasaron a un dormitorio rococó donde una dama cuarentona y entrada en carnes les recibía en un rico camisón, perfectamente peinada y maquillada y en una cama con sábanas de encaje y un yorkshire a su lado.
Hechas las presentaciones, Fellini y la dama departieron amigablemente durante unos minutos. En un momento dado, Federico le dice a la anfitriona: "Cara, mostramelo!
Con toda la ceremonia, la dama aparta la bandeja, abre las sábanas, se da la vuelta, y, a cuatro patas, se levanta el camisón.
Según Vilallonga, apareció ante ellos el culo más blanco, grande y redondo que jamás vio en su vida.
Después de unos segundos de contemplación, Fellini, extasiado, dio las gracias a la dama, que, tras taparse, volvió a meterse en la cama.
Acto seguido, Federico agarró a Vilallonga del brazo, y tras despedirse cordialmente de la señora y su criada, le dijo: "y ahora, vayamos a desayunar".
Al parecer, la visita y el ritual se repetía invariable cada mañana desde hacía tiempo.
* David, tengo que ver "Las noches de Cabiria", peli pendiente...
* Le poinçonneur, no conocía la anécdota (ni el libro, que anoto), pero le pega tanto... el otro día, de paso por Madrid rumbo a Sevilla, vi la expo dedicada a Fellini en Caixaforum de Madrid, que merece mucho la pena, y la verdad que su pasión por la anatomía femenina en general :DD...
LO que tuvo que pasar la pobre, con las infidelidades de Fellini. Dicen que tanto "Fellini Ocho y medio" como "Giulietta de los Espíritus" son autobiográficas, al menos en lo que se refiere al personajes de las esposas (en la segunda incluso encarnado por la propia Giulietta)
Saludos!
lo fingido, lo verdadero, lo real, lo imaginado, Roma, Rimini, Federico, Giulietta, la volpina, la Gradisca, Anita Ekberg, la estanquera, Mastroianni, FELLINI(casi 18 años ya sin él, casualmente los que llevo yo en silla de ruedas), todo un mundo que se nos fue con él.
Perdona, estoy un tanto melancólico últimamente...
Lo de la cornamenta de Fellini a Giulietta me recuerda a una entrevista conjunta que concedieron hace años Paco Rabal y Asunción Balaguer. La Balaguer dijo haber sufrido cien mil infidelidades por parte de su marido, al que, pese a todo, jamás dejó de querer, ni él a ella. Ya de mayores, Rabal se las contó todas en un viaje en coche de Madrid a Murcia.
Y juntos siguieron hasta que la muerte los separó.
A propósito del asunto, el otro día veía en no sé qué programa una señora mayor con el marido al lado: "yo sé que él va con muchas, pero ellas son las capillitas, y yo la Catedral. En las capillitas se dice misa cada dos o tres meses, pero en la Catedral se dice cada domingo".
Meditable.
Por cierto, Koolau, melancolías las justas, y menos en el espacio de alguien tan maravilloso como Amaya :)
Abrazos.
uy que mujer!
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