lunes, 25 de agosto de 2008

LIBERTAS



De las terribles historias que se cuenta en la exposición al aire libre (están en espera de que se construya un edificio que la albergue) "Topografía del Terror" , situada en el solar que ocuparon los Cuarteles Generales de la Gestapo y de las SS, me llamó especialmente la atención la historia de Libertas Schulze-Boysen.

Libertas nació en París, en 1.913, hija pequeña del profesor Haas-Heye y de la Condesa Victoria zu Eulenburg und Hertefeld, que a su vez era hija del Principe Eulenberg, el mejor amigo del Kaiser Guillermo II.
En 1.932, después de acabar su educación en Suiza, obtiene un puesto en la Oficina que la Metro Goldwyn Meyer tenía en Berlín y pronto comienza a trabajar como periodista free lance y escritora. Casada con Harro Schulze-Boysen en 1.936, juntos conocen a la pareja formada por Mildred y Arvid Harnack , que les introducen en el círculo de la Resistencia Antinazi formada dentro de la propia Alemania (los cuatro formarían parte de un núcleo de dicha Resistencia que los nazis denominaron luego "Die Rote Kapelle" ("La Orquesta Roja").



Mientras los nazis suben al poder, Libertas se dedica a escribir críticas de cine para un periódico y, aprovechando su puesto de trabajo en el Centro Filmográfico Alemán, recolecta evidencias de los crímenes de guerra perpretados por los nazis en el frente Este. Una vez que su marido fue detenido el 31 de Agosto de 1.942, ayudó a avisar a numerosos camaradas de la Resistencia, así como a destruir pruebas incriminatorias, pero fue detenida por los nazis el 8 de Septiembre de 1.942, cuando intentaba huir de Berlín en tren.

Fue guillotinada el 22 de Diciembre de 1.942, a los 29 años, el mismo día que su marido fallecía ahorcado.

Como véis, la suya es una historia de película, que en cualquier caso no merece caer en el olvido. También sirve para ver que, durante la sinrazón del Nazismo, hubo alemanes que se rebelaron e intentaron, arriesgando sus propias vidas, que todo cambiara.

12 comentarios:

memento dijo...

Muy interesante la historia. Gracias. Aunque todas estas cosas me hacen "pensar demasiado".

desconvencida dijo...

jeje, memento, "pensar demasiado" nunca fue malo ;).

Me ha gustado rescatar esta historia del olvido...

dvd dijo...

A estas alturas, creo que a nadie se le escapa que la llave de la ascensión al poder de Hitler, la misma que no se utilizó para derrocarlo, estaba en posesión del pueblo alemán. Siempre pasa lo mismo; hay una cabeza visible, pero sin el apoyo popular es imposible. Si el ejemplo de Libertas hubiese sido extendido, y no ahogado por sus compatriotas, la cosa habría cambiado bastante. Pero el pueblo alemán demostró entonces una cobardía absolutamente repugnante, igual que pasó aquí durante 40 años, y en tantos otros sitios. Luego vienen las lamentaciones, pero entonces la mayoría apoyaba un régimen de terror, y eso pesará en las conciencias durante mucho tiempo. O al menos así debería ser.
Bien por trer a la memoria la historia de estos VERDADEROS HÉROES.

desconvencida dijo...

Como bien dices, dvd, el ejemplo de Libertas y de todos los que formaron su grupo de Resistencia (y muchos otros grupos similares, en Francia, Italia...) lamentablemente fue una excepción. Pocos valientes decidieron arriesgar su vida por una causa justa, fueron muchos más los que prefirieron aceptar el orden impuesto, y medrar a su costa...

Mondo Gitane dijo...

Hombre, estaba la cosa como para "hacerse el héroe". No creo que todo el que no se pusiese una Luger ajena en la nuca se dedicase a "medrar". No conocía a esta paisana, bonita historia.

desconvencida dijo...

Sr. Mondo, al hablar de "medrar" estaba pensando especialmente en los colaboracionistas nazis de toda Europa, Alemania a parte ;)

atikus dijo...

Estashistorias me parecen siempre fascinantes, y me hacen pensar en lo miserable que puede ser el ser humano y lo henormemente generoso.

desconvencida dijo...

Me alegro de que te haya gustado, atikus!

Anónimo dijo...

Afortunadamente en medio del horror siempre hay excepciones que se mantienen fieles a sus principios y a sus valores,aunque se trate de minorías.Un pueblo dominado por el miedo subestima su propio poder,como el cuento del elefante del circo que había estado atado a una cadena desde pequeño, y ya crecido,no intentaba escaparse porque había sido criado en la docilidad y la sumisión,completamente ajeno a la idea de que su fuerza había aumentado y apenas se lo hubiera propuesto,habría hecho trizas la cadena.Por suerte,las conciencias despiertan,a veces tarde, muy tarde o con ayuda externa en este caso,pero siempre hay historias como la de Libertas que son ejemplos de integridad y valor.
Saludos!
Posdata:¿Has visto el documental "La Secretaria de Hitler" y la película "El Hundimiento"?

Ainhoa dijo...

No conocía la historia de esta mujer tan valiente. Imagino que habrá muchas más como ella de las que, tristemente, nunca llegaremos a saber.
Saludos.

X dijo...

Bonita historia desde luego,

Suscribo las palabras de Atikus. Ya se que no resulta demasiado original decir que es increíble que "éso" sucediera...

Además, tengo el tema reciente pues acabo de ver hace poco "Los Falsificadores" (Die Fälscher) de Stefan Ruzowitzky, que ganó el Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 2007. Otra historia recomendable.

Supongo que Berlín te habrá impresionado, yo estuve hace bastantes años en Alemania y guardo un gran recuerdo de la ciudad.

Un beso

NoSurrender dijo...

A mí también me impresionó mucho ese museo al aire libre del solar de las SS, Desconvencida. Salí de ahí con dolor de cabeza y sudor en la nuca, literalmente. La viveza de los ojos de cada foto que allí se expone es algo que no se puede olvidar.

Evidentemente, Hitler contaba con el apoyo mayoritario de la sociedad alemana de los años treinta. Es difícil de creer que tanto horror como allí ocurría no fuera conocido por los vecinos de Berlín. Pero los berlineses de ahora son muy, muy diferentes. Son absolutamente conscientes de todo lo que sus abuelos hicieron. No lo ocultan y se culpan continuamente. No hay más que pasear por el barrio judío y ver las placas, o entrar en el museo de Historia de la ciudad. No creo que haya un pueblo más consciente de su tenebroso pasado que el berlinés. Desde luego, a años luz de los españoles, que aún no podemos aprobar en el Parlamente una ley de memoria histórica mínimamente digna para los que defendieron la legitimidad de la República.

Un saludo!

 
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