Estos días releo por segunda vez "El Gatopardo" de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, autor que puede entrar en la extraña categoría de aquellos escritores que sólo escribieron un único libro en vida, y que no lo llegaron a ver publicado. Su caso es similar al de John Kennedy Toole, autor de "La conjura de los necios" (aunque en aquel caso después del éxito obtenido con "La conjura..." le publicaron una novelita escrita a los 16 años, "La biblia de neón"), y si en el caso de Kennedy Toole fue el empeño de su protectora madre el que consiguió que la novela fuera publicada veinte años después de haber sido escrita (y diez años después del suicidio de su autor), en el caso de Lampedusa, fue gracias a su esposa, Alessandra Wolff Stomersee, una reconocida psicoanalista letona, que la obra de toda una vida conseguió ser publicada un año después de su muerte, cumpliendo así el deseo que Lampedusa dejó escrito:
“Quiero que se den todos los pasos para publicar "El gatopardo", no es necesario decirlo, aunque eso no signifique que se publique a costa de mis herederos; consideraría eso una gran humillación”. G.T. DI LAMPEDUSA
Lampedusa junto a su mujer
Previamente, la novela había sido rechazada en vida de Lampedusa por las editoriales Einaudi y Mondadori, para gran desesperación del siciliano, pero el manuscrito llegó a manos del escritor Giorgio Bassani, que trabajaba para la Editorial Feltrinelli y éste no dudó en publicarlo, un año después se había convertido en el primer best seller italiano, con más de 50 ediciones vendidas.
Así fue como la casualidad unió de nuevo a Lampedusa y Bassani, ya que, como él mismo contó en el prólogo que precede a la obra, en el verano de 1954, Lampedusa acudió junto a su primo, el poeta Lucio Piccolo, a un encuentro literario en San Pellegrino Terme, al que Bassani también estaba invitado. Se dice que este encuentro fue decisivo para que Lampedusa se animara a escribir la obra de su vida.
Según le contó a Bassani la mujer de Lampedusa: “hace 25 años que me anunció que quería escribir una novela histórica, ambientada en Sicilia en la época del desembarco de Garibaldi en Marsala, girando en torno de su bisabuelo paterno, Giulio di Lampedusa –astrónomo–. Pensaba en ella continuamente, pero nunca se decidía a empezarla”.
En el prólogo, Bassani describe así a Lampedusa: “Era un caballero alto, corpulento, taciturno, de rostro pálido, con esa palidez gri- sácea de los meridionales de piel oscura. (…) Uno lo habría tomado, ¡yo que sé!, por un general de la reserva o algo semejante. (…) Silencioso siempre, siempre con el mismo rictus amargo en los labios. Cuando me presentaron a él, se limitó a inclinarse brevemente sin decir nada”.
La novela fue escrita durante los dos años siguientes: 1955 y 1956. En una carta dirigida a un amigo, el autor se confiesa: “De más está decirte que el príncipe de Salina es el príncipe de Lampedusa, mi bisabuelo Giulio Fabricio. Cada cosa es real: su estatura, su matematismo, su falsa violencia, su escepticismo, su esposa, su madre alemana, su rechazo de la senaduría”.