
Perdí unas pocas diosas camino del sur al norte,
también muchos dioses camino de este a oeste.
Un par de estrellas se apagaron para siempre, ábrete, oh cielo.
Una isla, otra se me perdió en el mar.
Ni siquiera sé dónde dejé mis garras,
quién anda con mi piel,
quién habita mi caparazón.
Mis parientes se extinguieron cuando repté a tierra,
y sólo algún pequeño hueso dentro de mí celebra el aniversario.
He saltado fuera de mi piel, desparramado vértebras y piernas,
dejado mis sentidos muchas, muchas veces.
Hace tiempo que he guiñado mi tercer ojo a eso,
chasqueado mis aletas, encogido mis ramas.
Está perdido, se ha ido, está esparcido a los cuatro vientos.
Me sorprendo de cuán poco queda de mí:
un ser individual, por el momento del género humano,
que ayer simplemente perdió un paraguas en un tranvía.
WISLAWA SZYMBORSKA De "Si acaso" 1978
Ya te agradecí en una ocasión, hace mucho tiempo, que me hubieses descubierto a poetísa polaca de nombre impronunciable. La pude leer hace poco, en junio. Tomé prestado su único libro disponible en la biblioteca. Fue emocionante leer algún poema suyo que ya conocía (gracias a tu blog).
ResponderBorrarSu poesía puede parecer hermética pero no lo es. Se deja moldear. Me di cuenta hace poco.
Fantástico poema, por cierto.
Me ha gustado eso de que pienses que es "poesía moldeable", Alex... Me parece una buena definición de la obra de Szymborska...
ResponderBorrarNo le conocía.
ResponderBorrarMe ha ENCANTADO.
Y pocas veces conecta así conmigo la poesía tan "reciente".
Llegué de casualidad y justo ayer estaba leyendo a Wislawa... conociéndola recién, en realidad.
ResponderBorrarVeo que te adelantaste a varios y la compartiste.
Gracias por eso.
Saludos.